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Enlazamé

miércoles, 17 de marzo de 2010

THe lion and the lamb. Capitulo 19

MAÑANA EL CAPITULO 20


Al día siguiente, Edward recibió una llamada apresurada de Irina. Le contó que el día anterior había estado en una fiesta que organizó Bella. Le dijo que era porque se había recuperado pronto. También le dijo que le visitaría pronto. Después le colgó. Edward suspiró. Parecía que Bella ya estaba bien. Ya podía estar tranquilo. Edward miró su reloj. Eran las doce de la mañana. Había quedado con Anto y con Emma. Iba a una entrevista y eran las únicas que podían acompañarle, ya que los demás estaban trabajando. La entrevista era para trabajar en una serie de misterio española. Era una de las mejores del momento. Si lo hacía bien (su personaje moría al final de la segunda temporada en la que aparecería si le contrataban), podría trabajar en una serie que estaban preparando. La serie trataba sobre una "familia diferente" o en otra que trataba sobre el cuerpo de policía.

Cuando llegó la hora de ir a la entrevista (las dos), se encontró con Emma y con Anto. Las dos le apoyaron mucho. Sobre todo Emma, que le confesó a Edward que su novio había adelantado su visita. Que sería ese mismo día. Edward la felicitó y le dijo que si se tenía que ir antes de salir que se fuera. Emma le dió las gracias. Mientras tanto llegaron al lugar de la entrevista y Edward entró. Anto le dijo a Emma que si quería algo para comer. Emma le dijo que no. Que tenía el estómago cerrado. Anto le dijo que si quería encontrarla para algo que estaría en el restaurante que estaba a la derecha del edificio en el que había entrado Edward. Anto y Emma se despidieron.

Cuando Anto entró en el restaurante, Emma recibió un mensaje. Era de su novio. Le citaba junto a la Cibéles. Emma pidió un taxi. Llamó a su novio y le dijo que la esperara que estaba un poco lejos. Su novio el dijo que no pasaba nada. Que la esperaría. Llegó el taxi. Emma se montó en él apresuradamente. Le dijo al taxista que le llevara a la Cibéles. Después le mandó un mensaje a Edward y otro a Anto para que no se preocuparan. Al cabo de unos minutos llegó. Le pagó al taxista y salió del taxi. Aquello estaba lleno de gente. No podría reconorcelo. Él la había visto a ella en una foto, pero ella a él no. Entonces le llegó un mensaje. Era de su novio. Decía:

"Sabe, si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera abrasada,
que el alma que hablar puede con los ojos
también puede besar con la mirada"
Te veo y te espero.
Me reconoceras porque en mi mano dereha llevo el libro del que saqué este poema y, en mi mano izquierda llevo algo que te encantará. Búscame

Tras leer esto, Emma buscó a alguien que llevara un libro en la mano. Imposible. No le encontraba. Si no hubiera tanta gente... Fue a sentarse a un banco que había cerca de la Cibéles. Allí sentado había un chico de unos diecisiete años. Parecía nervioso. Era alto. Tenía el pelo de color marrón. Llevaba el pelo largo y una barba de varios días. Sus ojos eran de color gris. Cuando Emma se acercó vió que tenía en la mano derecha el libro Rimas y leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer y en la mano derecha una rosa roja. Emma se acercó más. Cuando él la vió le sonrió. Sin previo aviso Emma se tiró sobre él y le besó. Después le dijo: "Andrés te amo"...


Irina despertó cuando llamaron a su puerta. Irina se levantó rápìdamente y abrió la puerta. En el suelo había una rosa que estaba encima de un sobre. Irina, un poco nerviosa, cogió la carta y la rosa. Dejó la rosa encima de la mesilla y abrió la carta. Decía:

"¿Cómo vive esa rosa que has prendido
junto a tu corazón?
Nunca hasta ahora contemplé en el mundo
junto al volcán la flor"

Sonriendo Irina dejó la carta junto a la rosa y fue a la habitación de los padres de Gonza. Cuando Irina entró vió a Gonza y se abalanzó sobre él. Ambos cayeron sobre la mullida cama. Riendo Gonza intentó levantarse, pero Irina no le dejó. Irina le dijo que le iba a dar una sorpresa, que no se levantara hasta que llegara. Después le guiñó un ojo y salió de la habitación.

Irina llegó a la habitación de Gonza y, allí desapareció. Cuando abrió los ojos miró a su alrededor. Se había aparecido en la habitación de Alice. Allí vió a una Alice perpleja por el pijama escotado de Irina y a una Bella sonriente. Irina les contó todo lo que pasó con pelos y señales. Cuando llegó a la parte del final de la noche anterior, Alice y Bella rieron. Irina frunció el ceño. ¿De qué se reían?. Cuando pararon de reirse continuó con la historia. Después Alice, Bella e Irina estuvieron pensando en el regalo que Irina el haría a Gonza. A Alice fue a la que se le ocurrió la idea. La idea de Alice era la de regalarle un coche nuevo a Gonza. Irina aceptó encantada. En los noventa años que había estado con los Castillo hizo varias inversiones y le salieron bien, por lo que tenía bastantes millones de euros. Alice le prestó algo de ropa y se vistió. Después, Irina se apareció junto al cajero. Sabía que aquello era imprudente, pero no tenía tiempo. Ya había pasado más de media hora desde que se fue de casa de Gonza. Sacó mucho dinero y fue corriendo al confesionario (estaba cerca del cajero automático). Allí vió un Volkswagen Tiguan negro y le gustó para Gonza. Lo compró. Hizo todos los papeleos rápidamente (de algo le tenía que servir la magia) y se llevó el coche a casa de Gonza. Cuando llegó habían pasado unos cuarenta y cinco minutos desde que se fue. Corrió a la habitación de los padres de Gonza. él seguía allí, parecía que no se había movido. Irina llegó junto a él y le besó. Gonza le devolvió el beso gustosamente. Gonza se fijó en el cambio de ropa de Irina. Le preguntó. Ella le respondió que fue a su casa a cambiarse y a buscarle un regalo. Le tapó los ojos y lo llevó hasta su habitación. Le besó de nuevo y le dijo que se cambiara. Que ella todavía tenía que preparar lago. Gonza salió unos cinco minutos después. Se había puesto unos vaqueros y un polo apresuradamente. Irina le tapó los ojos de nuevo y lo llevó hasta la verja de su casa. Allí le quitó las manos y Gonza abrió los ojos. Cuando vió el coche se giró y abrazó a Irina. Después la besó.

Edward salió de la entrevista. ¡Lo había cxonseguido!. Acababa de firmar el contrato. Lo único malo de aquello es que se tenía que mudar a un pueblo de la costa de Huelva. Allí rodarían la serie. Si quería trabajar en la que tratabva sobre la familia diferente se tendría que ir a Barcelona y, si quería grabar la de los policías tendría que ir a Madrid. Cuando salió del edificio, Anto le esperaba. Edward le contó que le habían dado el trabajo, pero que se tendría que mudar...

Bella conversaba con Alice. Bella le contó a Alice que se iba a vivir a España. A Punta Umbría. Bella estuvo buscando pueblos marítimos y el que más le gustó fue ese. Sobre todo su playa. Era una de las mejores de las que había visto (y no eran pocas). La arena era blanquecina y el agua cristalina. Le encantaba. Además así podría mejorar su castellano. Como Bella iba a ir a España, Alice le ayudó a escoger el nombre del bebé. Si era niña se llamaría Ana, y si era niño se llamaría Ian. Bella les propuso a los castillos mudarse con ella. Ninguno podía. Tendrían que dejar sus vidas. Pero Bella les hizo prometer ue cuando ella tuviera el bebé la visitarían. Aceptaron. Bella se podía ir tranquila. Fue a su casa. Allí le esperaban Ben y Carlos. Claudia y Carlos decidieron divorciarse y, por lo tanto los chicos debían elegir con quién vivir. Ellos eligieron a su padre.

Bella cumplía ese mismo día la mayoría de edad, así que le comunicó a sus padres su decisión. Claudia, le dijo que a ella le daba igual donde estuviera. Nunca tuvo instinto maternal. O eso pensaban todos. Solo le importaba el dinero. En cambio, Carlos se puso como loco. No quería perder a su nena tan pronto, solo tenía dieciocho años. A Ben le apenaba mucho la marcha de su querida hermana. Fue el único que la comprendió.

El día de su marcha, todos fueron a despedirla al aeropuerto. Estaban sus padres y su hermano junto a Carlisle, Esme, Emmett, Rose (aunque esta fue a regañadientes), Alice, Jasper, Irina y Gonza. Bella esperaba verlos a todos muy pronto. Solo le faltaba unos meses. Alice le contó a Bella que Irina le había contado su "pequeño" secreto a Gonza y, que este ni siquiera se había asustado. Además le dijo que Esme le había pedido a Irina que su próximo destino fuera Punta Umbría.

Cuando subió al avión, Bella estaba muy nerviosa. Nunca se había sentido así. Cuando llegó a su sitio cerró los ojos y se dijo que no los abriría hasta que llegara a España. Después le dió un vuelco el corazón cuando recordó que Edward también estaba allí. Aunque España era grande a lo mejor el destino volvía a unirlos...

1 comentario:

  1. Esta genial ^^
    pero me has dejado antes el 20, con las ganas que tenia de leerlo.
    Continua asi

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