Portada

Enlazamé

viernes, 27 de agosto de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 6







Capítulo 6


Secuestro


Jacob se despertó abriendo los ojos lentamente. Se incorporó un poco y miró a su alrededor. No pudo ver nada por la oscuridad de la habitación. Se levantó lentamente pues le dolía algo la cabeza. Había dormido poco porque pensaba que estaba en peligro inminente. No podría estar mucho tiempo en el WhiteSoul porque todos los días temería que los "hombres de negro" entraran. Suspiró. Fue hacia la ventana y corrió las cortinas. Miró de nuevo a su alrededor. Sus compañeros ya se habían ido a desayunar. Las paredes eran de color celeste. El resto igual que las demás habitaciones. Habían dejado toda la habitación desordenada. Miró su reloj de muñeca. Eran las nueve y media. Algo empezó a brillar bajo su cama. Lo cogió. Era un espejo. Miró su reflejo. Su reflejo le mostraba a un chico de dieciocho años recién cumplidos. Tenía el pelo de color marrón. Sus ojos eran de color azul celeste como el mar. Sus facciones eran proporcionadas. Sus ojos eran grandes y su nariz recta. Sus dientes eran rectos, pues se había quitado los brackets unas semanas antes. Fue hasta el armario. Lo abrió y cogió una camiseta blancas con letras azules impresas, unos pantalones vaqueros y una toalla. Después fue hasta su mesilla de noche y cogió su ropa interior y unos calcetines. Fue hasta su cama y lo dejó todo encima. Se agachó y cogió sus Nikes. Lo cogió todo y salió de la habitación. Había gente que iba de aquí para allá. Llegó al baño rápidamente. Cuando iba a entrar, alguien salió. Era Edward. Edward era un chico de diecisiete años. Era rubio de ojos verdes. Era alto, delgado y estaba musculado. Edward era su mejor amigo y era uno de sus compañeros de habitación.

- Te iba a llamar ahora -le dijo Edward
- Esperame en la habitación y vamos a desayunar ¿vale?
- Te espero allí. No tardes
- Podrías limpiar un poco ¿no?
- En realidad hoy le tocaba a Max
- No creo que lo haga
- I know
- ¿Ya empezamos? -ambos rieron- Controlate que al final Blad te intentará captar -Edward puso los ojos en blanco
- Adiós Jake
- Adiós Ed

Entró al baño. Estaba medio lleno. Jacob dejó su ropa en el banco, se desnudó y se metió en una de las duchas. Cuando terminó de ducharse fue a secarse. Después se vistió. Salió del baño cogiendo su ropa sucia y fue cruzando los pasillos que separaban el baño de su habitación. Cuando llegó entró. Edward acababa de terminar de limpiar la habitación. La ropa sucia estaba en un rincón para que Max fuera a lavandería y la metiera la lavadora. Jacob tiró allí la suya. Después, él y Edward salieron de la habitación y fueron hacia al comedor. Mientras iban hacia allí, vieron que Aitor y Jenny iban hacia el bosque. Cuando lo vieron se miraron extrañados. Entraron en el comedor. Todo el mundo cuchicheaba. Edward y Jake se acercaron a sus amigos. Ellos le dijeron que había pasado entre Jenny y Olly. En ese momento, se abrió la puerta del comedor. Entró Katerine.

- Perdonad -dijo Kate cuando llegó junto a Jake- ¿Sabéis dónde está Jenny?
- Sí, Aitor la llevó al bosque -dijo Jake rápidamente
- Gracias Jake

Kate fue rápidamente hasta la puerta del comedor mientras Jake la observaba embobado. Nadie en el comedor se dio cuenta excepto Edward. Éste le dio un pequeño golpecito para que espabilara. Se sentaron en la mesa en la que estaban sus amigos. Desayunaron tranquilamente. Después, Jake les dijo a sus amigos que necesitaba despejarse un poco y fue hacia el vestíbulo. Desde allí salió al bosque. Cuando estuvo allí escuchó unos sollozos. Se acercó al lugar del que provenía el sonido. Allí había una chica llorando. Estaba tirada en el suelo. Jake se agachó. Era una chica de unos dieciocho años. Tenía el pelo de color cobrizo. Sus ojos eran de color marrones con destellos dorados. Sus cejas eran rectas, sus ojos eran algo pequeños, su nariz era algo respingona y su boca era pequeña, pero sus labios eran suaves y carnosos. La chica estaba muy pálida. Sus ropas estaban destrozadas. También estaba llena de sangre.

- ¿Qué te pasó? -le preguntó Jake preocupado
- No lo sé -dijo la chica entre sollozo y sollozo- Estaba caminando por Madrid con mi hermano cuando... cuando... me dieron un golpe en la cabeza... desperté cerca de aquí y vi esta escuela o lo que sea. Entré y no sé... me perdí... cuando intenté salir de aquí alguien me disparó... escapé de la bala por milímetros y ahora estoy perdida y no sé que hacer...
- No te preocupes -le dijo Jake mirando a su alrededor- Te voy a llevar a un lugar seguro

Jake se incorporó y cogió a la chica en volandas. Ella le abrazó para no caerse. Jake tuvo cuidado de llevarla por lugares despejados y que se veían desde el WhiteSoul. Llegó rápidamente a la puerta del internado. Allí estaban Aitor y Edward fumandose unos cigarrillos. Cuando los vieron llegar, ambos se acercaron a Jake, que sorprendentemente no estaba lleno de sangre. Apagaron los cigarros y ayudaron a llevar a la chica dentro. Una vez allí la llevaron a la habitación de Katerine, que se ofreció para cuidar a la chica. La habitación de Katerine tenía una cama libre y allí fue donde dejaron a la muchacha que ya había dejado de sollozar. Edward y Aitor se fueron y dejaron que Jake, la única persona en la que confiaba la chica, y Katerine hablaran con ella.

- ¿Cómo te llamas? -le preguntó Kate cuando cerraron la puerta
- Irene -respondió ella
- Me dijiste que ibas con tu hermano -le dijo Jake- ¿Dónde está?
- Ni idea. Supongo que después de que... -los ojos se le llenaron de lágrimas
- No te preocupes -dijo apresuradamente Jake- Duerme un poco y después seguimos hablando
- Vale -respondió ella secandose las lágrimas- No me dijisteis vuestros nombres
- Yo soy Katerine, aunque me puedes llamar Kate y él es Jake
- Adiós Kate, adiós Jake

Ambos salieron de la habitación algo preocupados. Cuando cerraron la puerta suavemente se miraron. Kate le sonrió y Jake se quedó algo aturdido. En ese momento llegaron Edward y Aitor de nuevo. Jake no pudo evitar mirarlos mal a ambos. Edward se dió cuenta y se encogió de hombros pero Aitor no se dio cuenta. Ambos preguntaron si la chica estaba bien. Jake les dijo que no mucho. Después cogió a Katerine y le dijo que le tenía que decir algo...

jueves, 26 de agosto de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 5




Capítulo 5


Moderadora


Katerine era una chica de dieciocho años. Tenía el pelo castaño y los ojos de color marrón chocolate oscuro, casi negro. Era algo baja. Era delgada, pero no tanto como Olly. Tenía las piernas algo esbeltas y una cintura algo delgada. Sus facciones no eran tan delicadas como las de Olly, pero era muy guapa. Sus ojos eran grandes y hermosos. Su nariz era recta, su piel suave y sus labios muy carnosos. Katerine además era muy inteligente, por lo que tenía la mejor media del curso. Su sueño era el de ser una gran actriz, por lo que entró al internado que era famoso en el país por los profesores de interpretación. Al principio la trataron muy mal, pues era becada ya que sus padres no podían pagar el internado. Las que peor la trataron fueron Olly y sus amigas, ya que consideraban que no era una "verdadera" alumna del internado. Al ver esto, Jenny la acogió. Poco a poco Katerine fue haciéndose amiga de todos, por lo que pronto creó su propio grupo. Era un grupo pequeño, pero al menos servía de moderador entre los grupos de Olly y Jenny y entre los grupos de Blad y Aitor...

Katerine se despertó abriendo los ojos lentamente. Bostezó tan fuerte que una lágrima cayó por su mejilla izquierda. Se la extendió con el dedo índice y se estiró un poco. Se levantó rápidamente y miró a su alrededor. Sus compañeras aún dormían, por lo que intentó no hacer nada de ruido. Cogió su ropa interior de un cajón. Después fue hacia el armario y cogió unos pantalones vaqueros cortos y una camiseta de color blanco. También cogió una toalla y sus tacones blancos. Después salió de la habitación cerrando la puerta lentamente y llevándose la ropa sucia. Iba cruzando pasillos cuando vio que Jenny iba hacia el comedor. Iba a saludarla, pero parecía que llevaba algo de prisa. Al final fue hacia el baño de las chicas. Varias personas se estaban duchando ya. Dejó sus cosas en los bancos y se metió en una de las duchas. Terminó de ducharse antes que las otras. Se secó y se vistió. Después fue hacia la lavandería y metió la ropa sucia en la lavadora de color. Estaba casi llena. Después fue hacia su habitación. Era exactamente igual que la de Jenny excepto porque las paredes eran de color verde. Se peinó y se maquilló. En su habitación no había nadie, así que seguramente estaban en las duchas. Salió de la habitación y fue hacia la cocina medio llena. Sus amigas llegaron rápidamente. Se sentaron todas en una de las mesas. Junto a Olly y sus amigas. Pronto toda la cocina se llenó. La comida ya estaba servida, por lo que Blad estaba ya sentado. Jenny y los cocineros entraron en la cocina. Olly se levantó sonriendo y les dijo a sus amigas que fueran con ella. Poco tiempo después, Jenny y Olly ya estaba peleando de nuevo. Todo se oyó perfectamente, incluso el golpe. Katerine se levantó rápidamente y fue junto a Olly. Junto a sus amigas, Katerine la llevó al baño. Cuando estuvieron allí, Olly le dijo a sus amigas que se marcharan. Katerine cogió el botiquín de primeros auxilios y empezó a curar a Olly. ésta estaba llorando y sollozando muy fuerte. Katerine hacia todo lo posible para que parara. Al fin lo consiguió.

- Kate -dijo Olly- déjalo ya.
- Lo dejo -dijo Kate mientras terminaba de curarla- porque dejaste de llorar
- No la aguanto. Nunca le volveré a hablar.
- Es tu hermana
- Claro pero fijaté en mí y fíjate en la put... -paro al ver la cara de Kate- Lo siento
- ¿Por qué no lo asumes?
- ¿El qué?
- El que sea tu hermana
- Porque le hizo daño a mi madre. Por eso no lo asumo y la odio -dijo con rabia- Mi madre derramó demasiadas lágrimas por ella.
- ¿Sabes por qué te odia?
- ¿Ella? -dijo incrédula- No, ni idea
- Por lo mismo que tu la odias a ella -Kate terminó de curar a Olly- Ella cree que no la quieres ni a ella ni a vuestro padre. Por eso te odio. Porque crees que eres igual que tu madre. Que si te abre su corazón la abandonarás
- ¿Cómo puede pensar eso?
- ¿Cómo puedes pensarlo tú de ella?
- No lo sé. Siempre pensé eso. Además ella no es como yo
- Os llevaríais bien. Sois muy iguales. La dos sois divertidas, simpáticas, guapas e inteligentes
- No somos iguales
- Eso es lo que tú crees -dijo Kate sonriendo- Creo que deberíais arreglarlo. Intentalo. No perderás nada por eso.
- ¿Puede ir a llamarla? -dijo Olly tras un largo silencio- Por favor
- Iré a llamarla si me prometes que intentarás arreglarlo
- Te lo prometo
- Voy a buscarla. Le diré que vaya a tu habitación. Ve rápido.

Kate fue hasta el comedor. Estaba medio vacío. Solo quedaban unos cuantos chicos allí. Se acercó a un chico de dieciocho años. Tenía el pelo marrón. Sus ojos eran de color verde. Estaba hablando con sus amigos.

- Perdonad -les dijo Kate- ¿Sabéis dónde está Jenny?
- Sí, Aitor la llevó al bosque -le dijo el chico
- Gracias Jake

Kate fue hasta el amplio vestíbulo. Fue hacia la puerta principal y la traspasó. Salió a los terrenos y empezó a llamar a Jenny. No aparecían por ningún lado. Se adentró un poco en el bosque y siguió llamándola. Unos minutos después, cuando estaba cerca del lago, unos pasos se oyeron desde el lugar en el que se encontraba Kate. Eran Aitor y Jenny. La miraron con cara de preocupación.

- Kate ¿te pasó algo? -preguntó él
- Vengo a hablar con Jenny
- ¿Para qué? -preguntó ella
- Vengo a hablar de Olly
- No quiero saber nada de ella -dijo Jenny haciéndose la dura- Nada
- Por favor Jenny -suplicó Kate- Habla con ella. Te está esperando es su habitación
- ¿Qué quiere ella de mí?
- Creo que hablar. Solo eso -Aitor y Kate miraron a Jenny a los ojos esperando su respuesta

Relatos: Love&Justice




Un año después de los acontecimientos ocurridos en el instituto La Laguna la jueza Marta López dicta sentencia. Este era el titular de todos los periódicos el día el 26 de Enero del 2011. Esta es la historia del instituto La Laguna:

"Todo comenzó el día 25 de Enero. Ese día se nombró al nuevo director, Samuel Fernández. Él fue el sucesor de la antigua directora, María Montoya. Esta llevaba muchos años en ese cargo, pero un fatídico día tuvo un extraño accidente de coche y murió. Encontraron su cuerpo tres días después del accidente. Los hijos de María fueron llevados a un internado hasta que su hijo mayor, Hugo Moreno Montoya, no cumpliera los 18 años y se pudiera llevar a su hermano menor, Javier, a su casa. Por aquel entonces casi los tenía. Sólo le quedaban dos meses. Dos meses en los que pasaron los acontecimientos más horribles de la historia.

Hugo era rebelde, contestón, maleducado, repelente, sarcastico, manipulador y, además hacía todo lo que pudiera para lograr sus fines. Aunque no todo era malo. También era inteligente y quería a sus amigos y a su hermano con locura. Hugo tenía el rostro delgado, pelo rubio y ojos azules con destellos verdes en verano. Si no fuera por su comportamiento sería el chico perfecto para las chicas de su instituto. Su padre era un empresario que viajaba mucho. En uno de sus viajes, cuando Hugo tenía 12 años y Javi 8 años el avión en el que volaba hacia España se estrelló. No hubo ningún superviviente. Su madre les cuidó hasta entonces.

El día en que se fue Hugo todos sus compañeros le despidieron. A todos les alegraba la marcha de Hugo, bueno a todos menos a Rebeca. Ella era la única amiga de Hugo. Aunque Hugo fuera malo ella siempre sacaba lo mejor de él. Uno a uno sus compañeros le fueron despidiendo. Martín, Lucía, Saúl, Paloma, Marta, Susana, Carol, Patri, Marcos, Yon, Vicky, Iván, Julia, David, Ana, Gabriel, Amelia, Silvia, Sandra, Paula y por último Rebeca. Hugo le dió la contraseña de su portatil y su portatil a Rebeca. Le dijo que la iba a echar de menos y que esperaba volver a verla pronto. Ese día hicieron una fiesta en el local del tío de Hugo a la que acudieron todos. Mientras los demás lo celebraban Rebe encendió el portatil de Hugo y metio la contraseña. Miró fotos, archivos, musica... Si Hugo le dió el portatil seguro que había algo importantisimo. Rebe se llevó unas cuantas horas con el portatil pero no encontró nada. Ni siquiera una pista. Cuando terminó la fiesta los sobrios, ella, Carol y Yon, recogieron y limpiaron el local. Eran las cinco de la mañana y Carol se tuvo que ir. Rebe y Yon terminaron de recoger media hora más tarde.


- Rebe sé que te apena la marcha de Hugo, pero tía era un gilipollas- le dijo Yon
- Si le conocieras de verdad no dirias eso -le contesto Rebe- No se puede juzgar un libro por la portada Yon. Ya está todo terminado así qué me voy
- Espera -la cogió del brazo- Lo siento Rebe
- Disculpas aceptadas pero me tengo que ir ya Yon
- ¿En serio? -Yon se fue acercando a Rebe- Te queria preguntar una cosa... ¿puedo?
- Sí
- ¿Te dijo algo Hugo antes de irse? ¿Te dió algo... no se una carta, te mandó un e-mail o algo así? -Rebe apretó el portatil. Algo importante había y Yon lo sabía- Es muy importante
- Me dijo que me... que me iba a echar de menos y que esperaba volver a verme -Yon sonrió y Rebe frunció el ceño- ¿Por qué sonries?
- Cualquiera hubiera dicho eso Rebe
- ¿Cómo? -Rebe se quedó conpungida.
- Cualquiera te echaría de menos. Eras simpatica, alegre, apasionada, divertida, sincera, buena amiga, responsable, deportista, cariñosa, sensible, intelignete, aguda y sobre todo muy guapa -Rebe se sonrojó- Mirate tu cabello rubio, tus ojos verdes, tus labios carnosos...-mientras piropeaba a Rebe se iba acercando cada vez más. Hasta que sus narices se tocaron- Eras perfecta.

Entonces la besó. Rebe estaba confundida. No podía seguir. Le encantaba Yon, era su amor imposible...hasta que apareció Hugo. Yon era moreno, ojos marrones, piel blanquecina, guapo... Pero ella no podía luchar contra su corazón. Cuando Yon paró Rebe cogió su bolso y el portatil y se fue corriendo a su casa. En ese mismo instante sonó el móvil de Yon.

- ¿Sí?...Ya lo hice el muy cabrón le dejó las pruebas...¡No me grites!. Las conseguiré ¿vale?... La tengo en el bote tío... ¿Dónde está?... Cómo que quién pues el coño si se os escapa os vais a cagar...Vale muy bien mantenedlo a raya y como se os escape estamos perdidos...ya lo entendeis pero...vigiladlo y si es necesario...muy bien os sabeis le leccion. No os cageis y si no podeis llamadme.

Mientras Rebe estaba en su casa mirando los archivos del ordenador. Eran las seis y media de la mañana. No encontraba nada. Entonces recordó lo que le dijo Hugo "¿Te dió algo... no se una carta, te mandó un e-mail o algo así?". Rebe se metió en su correo electrónico. Nada. Hugo no le había mandado nada. En su bandeja de entrada solo había correos basura. Rebe apagó el portatil y se acostó en su cama. Una hora después se despertó. Desayunó y se fue al baño a maquillarse. Cuando terminó de taparse las ojeras se fue a su cuarto y se puso la mini-falda y la camiseta que le regaló Hugo en su último cumpleaños. Aquel 18 de Agosto fue uno de los mejores días de su vida. Él día en que cumplió los 18. La camiseta estaba personalizada por Hugo. Compró una camiseta blanca y la pintó él mismo. Después se puso unos tacones y se fue al insti. Llegó a clase justo a tiempo. Rebe se sentaba en la última fila a la izquierda junto a Hugo y delante de la mesa del profesor. El se sentaba junto a la pared y ella junto al pasillo. Rebe se sentó apresuradamente en su sitio. Terminó la hora de clase y les tocaba una hora de guardia. Todavía no habían encontrado a un sustituto para el nuevo director. Rebe bajó la silla de Hugo. Imaginaba que estaba allí, junto a ella. Recordaba sus ojos, su sonrisa... eso la hizo un poco infeliz. Se dió cuenta de que la agenda de Hugo estaba en la rejilla. La cogió y la metió en su mochila. Pensó que seguro que Hugo la abría dejado allí sin querer. Entonces llegó el director. Era serio pero se notaba que pasó algo. El murmullo paró cuando levantó la mano.

- Señorita Solis venga conmigo un momento.
- ¿Qué pasa?- Rebe se levantó y fueron al despacho del director
- Usted era gran amiga del señor Moreno y...
- ¡Qué le paso a Hugo! -dijo interrumpiendolo
- Cayó desde una ventana del internado y está en coma. No se preocupe seguro que se pone bien.
- ¡Que no me preocupe! -Rebe empezó a llorar- ¡Claro eso es muy fácil decirlo!
- Intentelo. Intente calmarse y no le pasara nada
- ¿Por qué me lo dice?¿Qué quiere?
- Si me da lo que el le dió a usted podría intentar ayudarlo.
- Vayase un poquito a la mierda chantajista cabron.
- Se va a arrepentir señorita Solis -dijo mientras Rebe salía

Entró a clase de nuevo. Yon estaba esperandola sentado en el sitio de Hugo. Antes de saludarle fue a buscar la agenda de Hugo. Decidió tenerla en sus manos siempre, al igual que el portatil. Saludó a Yon mientras se sentaba. Rebe se sentía un poco incomoda con Yon. No podía corresponderle porque estaba enamorada de Hugo. Rebe seguía llorando y empezó a rayarse un poco por lo que dijo el director "Se va a arrepentir señorita Solis" ¿Arrepentirse por qué?.

- Rebe ¿te pasa algo? -le preguntó Yon
- No yo estoy bien
- ¿Para qué te llamó? Estas llorando
- No te importa -le dijo fríamente
- Solo quería saber que te pasaba. Solo quería ayudarte -le dijo Yon un poco mosqueado
- Lo siento. Es que Hugo...-antes de que siguiera Yon le interrumpió
- Ya el gilipollas hizo algo ¿no?
- Está en coma -dijo Rebe con un tono glacial después de echarle una mirada asesina
- Lo siento no lo sa...
- No tenias porque saberlo y si no te importa me gustaría estar sola

Yon se fue a su sitio. Su sitio estaba detrás de Rebe, junto a Carol. Cuando terminó el instituto se fue a su casa. Sus padres se llamaban Alex e Irene. Casi nunca estaban en casa. Alex era actor de una famosa serie de televisión y estaban grabando en Salamanca e Irene era modelo y estaba trabajando de modelo en la pasarela Cibéles y Rebe estaba sola en casa. Podría ir a ver el desfile de su madre ya que, vivía muy cerca de la Cibéles. Pero no quiso ir. Empezó a ojear la agenda de Hugo. En ella estaban pegadas todas las fotos del cumple de Rebe. Había una en la que salían abrazadas. Rebe recordó que esa foto se la hizo Carol y mientras la hacía gritó "Que buena pareja haceis". Rebe y Hugo rieron aunque ambos estaban un poco sonrojados. Rebe cogió la foto. Detrás había algo escrito. Ponía:

"Rebe [ND] Hugo TeeQ nena"
Espero que llegue pronto el día

Rebe sentía lo mismo que Hugo y que tonteria. Ninguno lo insinuó. Los dos se estaban esperando al otro y ninguno daba el paso. En la esquina de la foto estaba su cuenta de correo electrónico y debajo el nombre completo de Rebe sin espacios. Rebe comprendió que esa era la contraseña de la cuenta de correo. Fue al portatil, se conectó a Internet y se metió en hotmail.com. Ahí puso el Messenger y la contraseña: RebecaSolisGonzalez. Miró la bandeja de entrada y de salida. Nada, solo había spam en la bandeja de entrada y mensajes que le mandó Hugo a Rebe en la de salida. Se le ocurrió mirar en borradores. Ahí había un mensaje que iba para Rebe. Ponía:

"Siento haberte metido en esto. En el ordenador están todas las pruebas para meter a los cabrones que asesinaron a mi madre en la cárcel. Lo hicieron para chantajearme. Mi madre era una policía y estaba infiltrada en el proyecto de esos cabrones. Están intentando crear una raza de humanos geneticamente indestructibles. No confies en nadie te pueden traicionar. Quieren el control del colegio para mutar a los alumnos más inteligentes. Espero que si me pasa algo no te hagan nada. Saben que tu eres mi punto débil. TeQ"

Rebe estaba conmocionada. Hugo podría estar muerto por su culpa. Si hubiera ayudado al director podría haberlo tenido de vuelta. Si moría era por su culpa. Rebe se sentía muy desdichada e infeliz. Rebe empezó a buscar las pruebas en el portatil de Hugo pero no había nada. Solo podía esperar a que la cogieran y la llevaran con Hugo. O también podía contarselo a sus amigos para que la ayudaran, pero eso de no confies en nadie...

Rebe necesitaba ayuda y decidió pedirsela a Yon, a Carol y a Marcos (Sus mejores amigos sin contar a Hugo) en el primer cambio de clase . Cuando se lo contó no le creyeron. Esto hizo que Rebe se mosqueara y les dijo que ella no bormearía con lo que estaba diciendo. Cuando terminaron las clases se fue a casa de Hugo. Si en el portatil no estaban las pruebas tenian que estar en su casa. Entró a través de la ventana, subiendose al árbol más alto del jardín. Se colo en la habitación de Hugo. La habitación estaba pintada de un celeste claro. Era pequeña y estaba muy bien organizada. A la derecha estaba la cama, encima de la cama había algunos peluches. En la pared de la derecha había un tablón donde había muchas fotos de Hugo con Rebe. A los lados del tablón había dos repisas y, encima de estas los trofeos que consiguió Hugo como campeón de esgrima. A la izquierda de la habitación había dos armarios empotrados. A la izquierda de la puerta había un escritorio y, encima de este un ordenador y una impresora. A la derecha de la puerta había una estanteria repleta de libros. Rebe encendió el ordenador. No tenía contraseña. Buscó las pruebas de la que hablaba en el e-mail. Las encontró. Si las llevaba a la policia les encerarían. Salió de la casa de Hugo y fue a comprar un pen. Fue de nuevo a casa de Hugo, se colo en su habitación hizo varias copias de las pruebas (por si acaso), metió unas en el pen y otras las mandó a Carol y a Marcos desde su cuenta de correo. Llamó a Yon y le dijo que quería quedar con él a las nueve en su casa. Después les mandó un SMS a Carol y otro a Marcos para que se metieran en su cuenta de correo. Llamaron a Rebe después de ver las pruebas y les dijo que fueran a su casa a las nueve.

El timbre de la casa de Rebe sonó a las nueve en punto. Eran Carol y Yon. Se habían encontrado viniendo a mi casa. Marcos se debería haber encontrado con Carol, pero él no llegó. Cuando pasaron cinco minutos fue a casa de Rebe y por el camino se encontró con Yon. Fueron a la habitación de Rebe y analizaron las pruebas en el portatil. Tenían informes, sustancias con las que mutaban a los niños, vídeos, fotos de los doctores (uno de ellos era Samuel y otro María pues se infiltró como doctora)... Rebe quería copiar el e-mail de Hugo así que se metió en la cuenta de correo de Hugo. Cuando lo copio y lo metió en el pen, hugo recibió un e-mail con un archivo adjunto. Rebe lo abrió. Era un vídeo. En él salia Marcos y Samuel, este le pego un tiro a Marcos y salió un rótulo en la parte de abajo que decía: "ESTAIS AVISADOS".

Al día siguiente Rebe recibió un e-mail de Hugo. Se había escapado y quería verla en las afueras de la ciudad dentro de una hora. Rebe cogió el Mercedes de su madre y fue a las afueras. Allí empezó a buscar a Hugo, pero no lo encontraba. Mientras buscaba alguien se acercó por detrás y le dió un golpe en la cabeza. Rebe se quedó inconsciente...

Cuando despertó estaba atada de pies y manos. Miró a su alrededor. La habitación estaba pintada de blanca. El suelo era parqué. No había más muebles, exceptuando una silla que estaba a su derecha. Debajo de la silla había unas cuerdas. Rebe se preguntaba a quién tendrían ahí. Una hora después de despertarse fue a aquella extraña habitación Samuel. Rió en cuanto vió a Rebe.

- Nunca pensé esto, eres más tonta de lo que creía -le dijo antes de cogerle del cuello.
- ¡Sueltame cabrón! -le apretó más el cuello- ¡Dejamé!
- ¿De verdad creías que Hugo iría a buscarte sabiendo que nosotros sabemos que eres su punto débil? -rió- Por cierto mira esto -cogió una jeringilla con un liquido celeste de su bolsillo mientras le soltaba el cuello- ¿Sabes qué es?
- No ¿qué es?
- ¿No lo reconoces? Tantos informes leídos...
- Eso es... -Rebe lo comprendió- ese líquido te hace geneticamente indestructible -era una afirmación no una pregunta-
¿Seré vuestra cobaya?
- No nuestra cobaya responde correctamente al medicamento tu serás la segunda prueba
- ¿Quién es vuestra cobaya?
- ¿No lo adivinas? -rió de nuevo- Pasa

Alguien empezó a abrir la puerta. Rebe esperaba impaciente. Entró un joven, estaba tapado por una capa negra. La capa llevaba capucha, por lo tanto Rebe no le vió la cara. Samuel le dijo que se sentara en la silla del lado de Rebe. Ahora Rebe podía ver su cuerpo. Su cara seguía oculta. Llevaba una camiseta blanca y unos vaqueros oscuros. Samuel desató a Rebe y le dijo que le quitara la capucha. Con miedo le quitó la capucha poco a poco. Cuando se la quitó vió a un joven con rostro delgado, pelo rubio y ojos azules.

- ¡Hugo! -Rebe le abrazó- Me alegro de verte ¿tú no? -negó con la cabeza- ¡Mirame y dime a los ojos que no! -los ojos azules de ambos se encontraron durante un instante- ¿No contestas?
- No lo va a hacer no te esfuerzes -Samuel seguía allí y ahora estaba sonriendo- No te quiere. Era nuestro peón. Nuestro infiltrado en casa de Montoya. Él saboteó el coche de su madre y provocó su accidente. Él compró al piloto del avión de su padre para que se estrellara y él matará su hermano delante tuya -rió- Pasa Javi

Javi era igualito a su hermano. Si no fuera años más pequeños parecerían gemelos. Cuando vió a Rebe empezó a tener alguna esperanza. Rebe pensaba que Hugo nunca le haría daño a su hermano... hasta que cogió la pistola que le dió Samuel y le apuntó. Javi lloraba al igual que Rebe. Esta sollozaba, Javi le pedía a su hermano que no lo hiciera y Samuel le animaba a disparar. Mientras Hugo apretaba el gatillo, Javi cerró los ojos y Rebe no lo pensó un segundo. Se tiró para parar el disparo. Samuel, Hugo y Javi estaban impresionados nunca lo hubieran pensado. Hugo fue junto a Rebe y empezó a llorar, Javi cogió la pistola y apuntó a Samuel, este impresionado se quedó paralizado. Javi le disparó. La bala pasó por su frente y no salió. Rebe sentía un dolor inimaginable. La puerta se abrió de nuevo. Entró Yon. Cogió a Rebe y se la llevó a la sala de operaciones de la base del proyecto. Después fue a dispararle a Javi. Le disparó en pleno corazón, delante de su hermano. Hugo no aguantó y se abalanzó sobre Yon. Hugo tiró la pistola lejos y empezaron a pelearse. Mientras Rebe estaba siendo operada por su padre. Él era la mano derecha del lider, Yon, él quería crear aquella medicina para curar el cáncer, pero la ambición le venció. Cuando María lo descubrió intentó ayudarle, pero Samuel la mató. Samuel chantageó a Hugo con matar a Rebe si no le hacía caso. Por eso tenía que matar a su hermano, por ella. Si Yon no hubiera sido tan ambicioso podría haber patentado la vacuna y no haber creado otra que hacía invencible a las personas. Cuando su padre le sacó la bala, le cerró la herida y le puso vendas Rebe fue a ver a Hugo. Cuando caminaba por el pasillo que llevaba hasta donde estaba su amado se oyó un disparo...

Rebe intentó ir rápido a la habitación de Hugo pero, cuando fue a abrir la puerta se cayó. La herida se le abrió y comenzó a desangrarse. Su padre la llevó rápidamente al quirófano le pusieron anestesia y comenzó de nuevo a cerrarle la herida. Mientras otro doctor le intentaba sacar una bala a Hugo. No le tocó ni los pulmones ni el corazón por un pelo. Hugo agarró la mano de Rebe aunque sabía que esta estaba profundamente dormida. Cuando despertaron Rebe y Hugo fueron a ver a Alex (el padre de Rebe) y a preguntarle sobre Carol y Marcos.

- Marcos se asustó y fue a hablar con Yon. Quería denunciar al proyecto y a vosotros por meterlo. Le disparó. Carol se asustó cuando no le cogías el móvil. Fue a ver a Martín, Lucía, Saúl, Paloma y Marta y les contó todo. La noticia corrió como la polvora y Julia, Ana, Sandra, Vicky y Paula también se enteraron. Iban todos a ver a la poli para denunciar cuando Yon los fue a buscar. Los trajo aquí y a la mayoría les intentó sobornar. Algunos no le dieron las pruebas y un discípulo de Samuel les disparó. Solo quedaron vivos y con ganas de colaborar Ana y Vicky. Los demás que quedaron vivos fueron Lucía, Saúl, Paloma y Julia. Ahora mismo Yon fue a hablar de nuevo con Ana y Vicky -Rebe y Hugo se miraron
- ¿Podemos hablar con Yon antes?
- Supongo -lo llamó. Apareció rápidamente. Tenía un ojo morado y varias heridas.
- ¿Qué les vas a hacer? -preguntó Rebe
- Matarlas
- Ni se te ocurra matarlas Yon -le dijo Rebe- No hicieron nada. Tú sí
- La decisión está tomada -le respondió- pasad bien vuestros últimos momentos porque después vais vos... -no pudo terminar la frase, pues Alex le dió un golpe que le dejo inconsciente
- Chicos id a buscar a Ana y a Vicky e id a la policia. Intentaré reternerlos.

Rebe y Hugo fueron a buscar a las chicas. Después salieron de la base (Estaba en las afueras de Madrid). Cogieron un coche (Ana condució) y fueron a la casa de Hugo a recoger las pruebas. Entraron primero Vicky y Ana. Dentro les estaba esperando un doctor del proyecto. Antes de que pudieran escapar les pegó un tiro en la cabeza a cada una. Hugo y Rebe consiguieron escapar. Rebe condució hasta su casa. Trazaron un plan allí. El plan consistía en que Hugo distraería al doctor y Rebe conseguiría las pruebas. El plan era rudimentario pero no podían hacer otra cosa. Fueron otra vez a casa de Hugo. Allí Hugo empezó a pelearse con el doctor y Rebe fue a la habitación de Hugo. Metió las pruebas en un pen que tenía escondido Hugo en su chaqueta y, que antes de entrar se lo puso a Rebe en el bolsillo de su pantalón. Cuando bajó el doctor y Hugo seguían forzejeando. Hugo le dijo a Rebe gritando que cogiera el coche y que pusiera la denuncia. Rebe lo hizo tal y como le dijo Hugo.


UNOS MESES DESPUÉS

Habían pasado unos meses. Todo estaba bien entre Rebe y Hugo. Hugo recibió la tutela de Javi hasta que este cumpliera los 18. Yon y los miembros corruptos del proyecto estaban en la cárcel por el asesinato de sus compañeros que decidieron ayudarles a desemascarar al proyecto. La jueza dictó sentencia contra todos. El padre de Rebe salió tras un mes por ser cómplice de algunos de los asesinatos pero, le recortaron la condena por colaborar con la policía y por buen comportamiento. Rebe y Hugo visitaron la cárcel solo porque Yon se lo pidió antes de entrar. Yon le dijo a Rebe que sería la última vez que lo vería. Que no iba a molestarlos más. Cuando Hugo y Rebe se fueron Yon fue a ver a los demás miembros del proyecto. Les dijo lo mismo y se fue a su celda. A la mañana siguiente un policía recogió su cadáver. Se suicidó durante la noche. Primero se intentó ahorcar pero se le rompió la correa así que se cortó las venas. El policía se dió cuenta porque la sangre recorría el pasillo y caía por las escaleras. Antes de morir Yon escribió dos palabras con su propia sangre. Las palabras eran "Lo siento"

FIN


Se que es malo XD Pero fue mi primer relato de hace ya muuuuuuuuuucho tiempo jajaja

Relatos: The lake of the love






Capítulo 1

Elena estaba en su habitación. La pintura de las paredes de la habitación era de color verde claro. El suelo (de madera) estaba completamente tapado con un alfombra que tenía el dibujo de un lobo en un bosque aullando a la luna. Al fondo de la habitación, había una cama. La colcha era también de color verde. Encima de la cama había solo un gran lobo de peluche. Al lado de la cama, había una mesita de noche de madera de nogal. A la derecha de la mesita de noche, había un escritorio con dos cajones en su lateral. Encima del escritorio, había un ordenador portátil de la marca Toshiba. Al lado del ordenador, había un Lg chocolate de color negro. A la derecha de la habitación, había una estantería de madera de sauce que lo ocupaba todo. A la izquierda de la habitación, había dos grandes armarios empotrados que como la estantería lo ocupaba todo.
Elena era una chica de 17 años. Sus ojos eran de color verde esmeralda. Era delgada y bajita. Tenía el pelo de color negro y tenía media melena. Era simpática y divertida aunque un poco tímida. También era vegetariana y se preocupaba mucho por el medio ambiente. Le encantaba leer y cuidar de la naturaleza.
Ese día, Elena llevaba unos pantalones pitillo vaqueros, una camiseta de hombro caido de color blanco y unos espartos altos y blancos. Ese día tenía el pelo liso y el flequillo peinado para el lado derecho.
Elena empezó a buscar los papeles que su padre le había pedido. Su padre y su socio tenían una gran empresa. En ese mismo instante, el padre de Elena y su socio estaban teniendo una reunión en el salón de su casa. Debatían si talar un bosque de su propiedad para construir otra sucursal. El padre de Elena no quería talar el bosque, ya que se preocupeba tanto por el medio ambiente como su hija. Elena abrió uno de los cajones de su escritorio. Allí estaban los papeles. Los cogió y salió de su habitación. Pasó por el pasillo (con paredes color rojo oscuro apagado y suelo de parqué), bajó por las escaleras de caracol del final del pasillo y fue al salón. El salón era una sala cuadrada y amplia. Las paredes eran de color verde y el suelo era de parqué (como en toda la casa). En el centro del salón, había una gran mesa de madera de caoba. A su alrededor, había cuatro sofás grandes de color celeste. A la derecha de la habitación había una gran ventana por la que se veía el jardín de la casa. A la izquierda, había una gran estantería llena de libros. Al fondo, había una tele de plasma de 50 pulgadas. Uno de los sofás estaba lleno. Lo ocupaban tres hombres. Uno de ellos era Ángel (el padre de Elena). Tenía 38 años. Era moreno de ojos azules. Era delgado, bajo y tenía el pelo corto. El hombre que estaba a su lado tendría aproximadamente su edad. Era rubio de ojos grises. Era delgado, alto y llevaba el pelo largo. El otro hombre era mucho más joven. Tendría unos 20 años. Era moreno. Sus ojos eran de color marrón chocolate. Era delgado y alto. Parecía que iba frecuentemente al gimnasio. Tenía el pelo corto y despuntado. Los tres vestían trajes de chaqueta negros con corbatas a juego.

- Papá -dijo Elena cuando llegó junto al sofá- te traigo los papeles que me pediste
- Gracias Elena -dijo Ángel- si quieres puedes quedarte en la reunión
- No gracias -le dijo- tengo algunas cosas que hacer
- Bueno al menos dejame presentarte a mi socio y a su hijo
- Oh vale
- Él -dijo señalando al hombre que estaba a su lado- es Mario, mi socio.
- Encantada -dijo Elena mientras ella y Mario se daban dos besos- soy Elena
- Y él -dijo señalando chico joven- es Marcos
- Encantado -dijo él mientras le daba dos besos a Elena
- Bueno papá yo me tengo que ir a la biblioteca -Elena se giró para irse
- ¿Quieres que te acompañe? -Elena se giró de nuevo para ver quien le había echo la pregunta. Era Marcos- Mi padre puede apañarselas sin mí y además tengo que pasar por allí para ir a mi casa
- Claro, gracias Marcos

Ambos salieron del salón y se dirigieron a la puerta principal. Salieron de la casa y cruzaron el amplio jardín recubierto de césped artificial. Salieron a la calle. Frente a la casa de Elena estaba aparcado un Volvo Plateado. Marcos abrió el Volvo e invitó a Elena para que se subiese. Ella lo hizo. Marcos puso el coche en marcha.

- ¿Para que vas a la biblioteca? -preguntó Marcos
- Quiero coger un libro de allí
- ¿Te puedo preguntar cual es ese libro?
- Bueno ya lo has echo -Elena rió- Es el libro "A tres metros sobre el cielo"
- De Federico Moccia ¿no?
- Lo conoces -preguntó Elena sorprendida- Creía que poca gente leía libros sobre amores imposibles
- Y problematicos -dijo Marcos- No lo leí pero me lo recomendaron un par de veces
- ¿Quién? -preguntó Elena- Lo siento no es de mi incumbencia -anadió rápidamente al ver la cara de Marcos
- No te preocupes -Marcos le sonrió- Fue una amiga que se fue hace algún tiempo a Italia
- Oh -dijo Elena- Anda ya hemos llegado
- Bueno adiós -le dijo Marcos mientras Elena salía del coche- Hasta pronto
- Adiós -le dijo Elena antes de cerrar la puerta- Y gracias

Capítulo 2

Elena cerró la puerta y Marcos puso su coche en marcha. Elena entró en la biblioteca. La biblioteca era grandísima. Tenía cuatro plantas y todas estaba llena de libros. Estaban ordenados por temas y dentro de los temas alfabéticamente. Elena se acercó al mostrador detrás del cuál estaba un bibliotecario. Elena le preguntó dónde estaban los libros de amor. El bibliotecario le respondió que estaban por la segunda planta. Elena pasó por toda la sala al dirigirse a la escalera de caracol. Justo antes de llegar al pie de las escaleras una chica que estaba en una mesa cercana llamó a Elena. La chica tenía la misma edad de Elena. Era rubia de ojos azules como el mar. Era delgada y alta. El pelo le caía por la espalda. La chica se llamaba Débora. Era la ex-mejor amiga de Elena. Terminaron la amistad porque Débora se había liado con el ahora ex-novio de Elena. Elena se acercó aunque desconfiaba de Débora. A Elena le sorprendió que Débora estuviera sola. Siempre estaba rodeada o de admiradores o de niñas pijas.

- ¿Qué quieres? -le preguntó Elena bruscamente
- Solo decirte que ese chico del coche... -empezó Débora
- No te importa quien es y lo que yo haga con él es problema mío ¿vale?

Elena no le dejó contestar. Fue rápidamente a la escalera de caracol y la subió. La segunda planta estaba llenísima. Elena pensó que se equivocó en lo que le dijo a Marcos antes. Parecía que a la gente le interesaba los amores imposibles. Fue hacia la estantería con el nombre "Amor" y buscó al sección de "Amores imposible". Allí encontró el libro que buscaba. Lo cogió y se sentó en la única mesa vacía que había en la gran sala. Buscó rápidamente la página que más le gustaba del libro. La leyó otra vez de nuevo y unas frases resonaron en su cabeza:
"Soy feliz. Nunca he sido así de feliz en toda mi vida.
¿Y tú? ¿Yo? -Step la abraza fuerte- Estoy demasiado feliz.
¿Como para lograr tocar el cielo con un dedo?
No, no así.
¿Como no así?’
Mucho mas. Al menos tres metros sobre el cielo."

Elena comezó a leer el libro desde el principio de nuevo. De pronto alguien entró en la sala. Alguien al que Elena odiaba. Era Pablo. Su ex-novio. Pablo era rubio de ojos grises. Era delgado, alto y guapo. Era simpático y divertido. También era un gran cantante. Parecía que buscaba algo. Elena creyó que Débora lo había llamado para decirle que ella estaba ahí. Se escondió tras su libro.

- ¿Elena? -preguntó Pablo unos minutos después de estar buscandola por la sala- ¿Puedo hablar contigo?
- No -le respondió ella- ¿Que parte de "No quiero volver a verte en mi vida" no entendiste?
- Lo siento
- No acepto tus disculpas
- Necesito que las aceptes
- ¿Si? -dijo Elena mientras se levantaba y dejaba el libro en su sitio- ¿En serio?
- Sí, Elena te quie...
- Si me hubieras querido alguna vez no te hubieras ido con mi mejor amiga -dijo Elena interrumpiendolo
- Fue un error
- No me importa -dijo ella dirigiendose a las escaleras de caracol- y ni se te ocurra volver a buscarme

Elena bajó rápidamente las escaleras. Sabía que Pablo le estaba pisando los talones. Llegó a la primera planta y vió a Débora sonriendo. En otras circunstancias Elena le abría dicho algo pero no tenía tiempo así que salió de la biblioteca. Salió fuera. Eran las ocho y ya había oscurecido. Miró esperando ver algún taxi o incluso el coche de Marcos. Mientras Elena buscaba algún coche, Pablo le había cogido del brazo y estaba tirando de ella. Elena intentó resistirse pero no pudo. La llevó a un callejón. Pablo intentaba llevarla hasta el final del callejón pero Elena por fin pudo resistirse y se soltó. Antes de que Pablo pudiera cogerla de nuevo, Elena le pegó una bofetada en la mejilla. Después de eso, Elena corrió lo más rápido que pudo. Sentía como Pablo, ahora furioso, la perseguía. De pronto, Elena vió las luces de los faros de un coche. Sin pensarlo se tiró sobre él. El conductor paró bruscamente para no atropellar a Elena.

- ¿Estás loca? -decía mientras salía del coche- ¿A quién se le ocu...? ¿Elena?
- ¿Marcos? -preguntó ella al reconocer la voz. Ella le miró- Gracias por encontrarme
- Como te coja te mató -dijo Pablo mientras se acercaba a Elena. Parecía que todavía no había visto a Marcos- Asquerosa hij a de pu... ¿Marcos? -preguntó mientras se acercaba a ellos- ¿Qué haces aquí?
- ¿Pablo? -preguntó Marcos mientras Elena se escondía detrás de él- ¿Que hacías?
- Estaba hablando con mi novia -dijo algo receloso
- Ex-novia -dijo Elena desde detrás de la espalda- Nunca volveré contigo. No quiero verte más.
- Pablo ya la oiste será mejor que te vayas -dijo Marcos- No quiere hablar contigo
- Pero yo tengo que hablar con ella. Ahora
- Pues no puede ser -dijo Marcos- Elena súbete al coche. Te voy a llevar a tu casa
Elena se subió al coche sin pensarselo dos veces. Cerró la puerta. Vió por la luna como Marcos discutía brevemente con Pablo. Después se subió al coche. Elena se abrazó a él aunque fuera un completo desconocido para ella. Marcos le dijo que no se preocupara. Llegaron rápidamente a casa de Elena.
- Espera -le dijo Marcos a Elena cuando se iba a bajar del coche- Tenemos que hablar
- ¿De qué? -dijo Elena sentandose de nuevo en el asiento del coche
- Pablo dice que no te molestará más
- Bien -dijo Elena- ¿De qué le conoces?
- Somos primos. Su padre es el hermano de mi madre.
- Que casualidad -musitó Elena sin darse cuenta- Oh lo siento
- No pasa nada
- Bueno voy a entrar tengo algo de frío. Adiós
- Adiós Elena. Nos vemos

Elena se bajó del coche. Cruzó el jardín y entró en la casa. Mario estaba saliendo del salón diciendole adiós a Ángel. Elena le dijo que su hijo estaba fuera con el Volvo. Mario le dió las gracias y salió de la casa. Elena entró en el salón. Allí estaba su padre recogiendo algunos papeles. Ángel miró a Elena. Parecía que la reunión había ido mal.
- Papá -dijo Elena- ¿qué pasó?
- No se va a talar el bosque -Elena se quedó algo sorprendida- pero...
- ¿Qué pasa?
- En el bosque hay una mansión. No se si lo sabías...
- Pues no
- Pues hay una. Supongo que tampoco sabes que esas tierras que íbamos a talar eran propiedad de nuestra familia desde hace varias generaciones...
- ¿Qué? -dijo Elena interrumpiendo a su padre- ¿Por qué no lo dijiste?
- El 50% de las tierras se las vendí a Mario y para que no destruya la mitad del bosque alguien debe vivir allí
- Y ese alguien soy yo ¿verdad?
- Solo si quieres
- Haré la maleta. Me iré mañana
- Hay un problema
- ¿Cuál?
- Alguien de la familia de Mario también va a vivir allí
- Vale -musitó Elena

Elena subió a su habitación. Empezó a hacer la maleta. Lo primero que hizo fue abrir el armario y meter toda su ropa en maletas que tenía de viajes que había hecho (le ropa le ocupó tres maletas). Después cogió otra maleta. La abrió y metió allí sus libros favoritos, sus peliculas favoritas y la alfombra que ocupaba toda su habitación. Después cogió su bolso favorito y en él metió todos sus pendientes, anillos y sus estuches de maquillaje. Lo único que le faltaba era coger su ordenador portátil y su móvil. Dejó las maletas en un rincón de su habitación. Encima dejó el ordenador. Miró su habitación. Ahora parecía mucho más triste al estar vacía. Cogió el Lg y puso el despetardor. Después lo puso encima de la mesilla de noche. Cogió un pijama de la maleta y se lo puso. Después metió la ropa que había llevado puesta en la maleta. Ya la lavaría en la mansión. Destapó la cama y se tiró sobre ella. Unos minutos después ya estaba dormida.
"Tu me enseñas que
se puede querer
lo que no ves
No consigo recordar
porque motivo me fui..."

Capítulo 3

Elena gruñó. No le gustaba despertarse pronto. Se levantó de la cama y se quitó el pijama. Lo metió en la maleta y sacó de ella una camiseta de mangas cortas blanca, una falda vaquera y unos tacones blancos. Se vistió rápidamente, cogió el móvil y el ordenador y bajó las escaleras. Allí le esperaban sus padres. Su padre estaba sonriendole. Él le dió las llaves de casa. Su madre (Rubia de ojos verdes. Delgada, baja y pelo largo) también le sonreía. Elena abrazó a ambos y salió de la casa. Allí le esperaba el chofer. Le dijo donde estaban las maletas y subió al coche (un Porshe de color negro). El chofer hizo varios viajes para recoger las cosas de Elena. Quince minutos después se encaminaban hacia la mansión. Mientras iban a la mansión, Elena se puso a jugar a un juego de móvil. Una hora después llegaron a las puertas de la mansión. La mansión era grandísima. Se notaba que había pertenecido a alguien muy rico. Elena bajó del coche. El chofer abrió el maletero y cogió dos de las maletas de Elena. Elena cogió el bolso y se puso a caminar por el jardín. Mientras caminaba a Elena le pareció escuchar un ruido en el bosque. Se acercó al límite. No había nada. Se dió la vuelta y siguió dando la vuelta al jardín. Cuando terminó de darle la vuelta a la casa. El chofer le dijo que ya había dejado las cosas en su habitación y que ya se iba. Elena entró en la casa. El gran vestíbulo estaba escasamente decorado. Solo había una estatua de lo que parecía una reina con su hija. Elena se acercó para examinarla.
- Dice la leyenda que la reina Rose fue la reina más hermosa del mundo -dijo una voz conocida para Elena. Se dió la vuelta y allí estaba Marcos- Hola Elena
- ¡Marcos! -dijo ella corriendo hacia él. Le abrazó- No sabía que ibas a vivir aquí
- Pues sí -rió- ¿Te cuento la leyenda?
- Claro
- Como te decía la reina Rose era la reina más hermosa del mundo. Su belleza solo era comparable a la de su hija Samantha. Un día cuando Jack, el esposo de Rose, estaba fuera en una cacería, un hombre entró en la casa y asesinó a la reina cortandole el cuello. Samantha, que había escuchado los gritos de su madre, fue a esconderse al bosque. El asesino la vió correr y la siguió. Samantha desesperada deció pedirle ayuda al bosque y el bosque al notar la pureza de su corazón le concedió la ayuda. Una ninfa salió del árbol mas grande y grueso que había en el bosque y ayudó a la pequeña Samantha dejandole el árbol a ella. O sea que se convirtió en ninfa. Dice la leyenda que Samantha sigue en ese árbol y quién la encuentre la liberará de su sueño eterno
- Muy buena historia -dijo Elena- Tendremos que buscar ese árbol ¿no?
- Cuando quieras -dijo Marcos- ahora tengo que irme un rato a recoger algunas cosas de mi casa. Vuelvo en una hora
- Adiós
- Hasta pronto

Cuando Marcos se fue, Elena se empezó a aburrir un poco y fue a explorar la casa. Empezó a explorar el sótano. Estaba lleno de cosas viejas. Había muchas cajas. También había cuadros colgados en la pared. Elena los miró. La mayoría representaban a nobles. Los más recientes representaban a los últimos dueños de la casa (parientes de Elena). Había un retrato de una mujer justo en el centro. La mujer era morena y de ojos azules. Delgada, alta e imponente. Estaba sonriendo. Bajo el cuadro había una inscripción. Ponía: "Rose Widmore". Elena se fijó en una caja que había bajo el cuadro. Elena la abrió. En ella había varios retratos pequeños de Rose. También había un joyero. El joyero tenía un candado con forma de corazón. Tenía la llave puesta. Elena lo abrió. Dentro había un pequeño anillo de oro. El anillo tenía un diamante con forma de corazón incrustado. Elena lo cogió y se lo puso en el dedo corazón. Elena se fue un rato a su habitación (estaba en la segunda planta). Su habitación era bastante parecia a la otra. Las paredes estaban pintadas de verde y el suelo estaba recubierto de madera. Su cama estaba en el fondo izquierda de la habitación. Encima de la cama estaba su lobo de peluche. A la derecha de la cama estaba la mesita de noche. A la derecha de la mesita estaba el escritorio. Encima de este estaba el portatil de Elena. Frente al escritorio había una silla de madera que parecía un poco incómoda. A la izquierda de la habitación habia un tocador (donde Elena dejo todo lo que llevaba en el bolso). A la derecha había dos armarios (donde la criada Sara había dejado la ropa de Elena). La alfombra de Elena ocupaba la mayoría del suelo. Elena salió de allí. Mientras bajaba las escaleras la puerta principal se abrió y Marcos entró. Ambos se saludaron y fueron a comer.

Un rato después, Marcos le dijo a Elena si hacer una "excursión" con él. Ella le preguntó en que consistía. El le dijo que consistía en ir con él a explorar el desván. Ella le dijo que sí algo ruborizada. Subieron y entraron. El desván. al igual que el sótano, estaba lleno de cajas. Exepto un hueco donde había un sofá rojo. Frente al sofá había una ventana. Elena se acercó y vió que encima del sofá había una caja. La abrió. Allí encontró dos cosas. Una especie de mapa y un joyero decorado con rubis y zafiros. Se guardo el mapa en el bolsillo y abrió el joyero. Dentro había una cadena y una pulsera. La cadena era de plata. Tenía una esmeralda incrustada con forma de hoja en un cuadradito de plata que colgaba de ella. La pulsera era de oro. Tenía una inscripción que no se podía leer bien. Elena se puso ambas joyas y se acercó a Marcos (que exploraba el desván). Le enseñó lo que encontró y Marcos alucinó con las joyas. Ambos pasaron toda la tarde abriendo cajas en el desván. Cuando anocheció ambos bajaron a sus habitaciones (contiguas). Se despidieron con un abrazo y cada uno entró en su habitación.

Capítulo 4

Al día siguiente, Elena despertó algo sobresaltada. Había tenido una pesadilla pero no la recordaba. Se levantó y se vistió (cogió el mapa de los pantalones después de vestirse). Después desayunó, se lavó los dientes y salió de la casa. Allí encontro a Marcos montado a los lomos de su caballo Spirit. Cuando vió a Elena, Marcos desmontó de Spirit y le guardó en el establo que estaba junto a la casa. Después se acercó a ella. Antes de que pudiera decir algo, Elena le dijo que si quería hacer una excursión con ella. El le respondió que sí sonriente. Elena sacó el mapa y lo miró. No había ninguna señal. Solamente mostraba los terrenos del bosque. Le pasó el mapa a Marcos algo desilusionada. Marcos vió un pequeño circulo azul en el centro del mapa t le preguntó a Elena que era. Ella le respondió que seguramente un lago. El le dijo que le gustaría ver el lago y ella le dijo que podían ir en ese momento. Se situaron en el mapa y comenzaron su pequeña excursión. Anduvieron una media hora entre los árboles mientras iban hacia el centro del bosque. Corrían pues querían ir rápido. Cuando casi estaban llegando tropezaron con las raices de un gran árbol. Ambos cayeron al suelo. Se levantaron rápidamente y miraron al árbol. Tenía una pequeña "S" dibujada justo en la base (la encontró Elena mientras estaba tirada en el suelo). Algo pensativos ambos siguieron el camino. Después de eso encontraron el lago rápidamente. El lago era precioso. Sus aguas cristalinas dejaban ver los peces que vivian en aquel lago. Todo era paz y tranquilidad allí. Cuando lo encontraron, Elena rápidamente se quito los zapatos y los calcetines y se sentó en la orilla del lago metiendo los pies en él. Después de eso cerró los ojos. Se sentía en paz. Se olvidó hasta de Marcos (que se había sentado junto a ella sin meter los pies en el agua). Marcos también cerró los ojos. Poco tiempo después, Elena estaba algo adormilada. Marcos sin embargo se sentía demasiado despierto. La mano de Elena estaba junto a la de él. Sin pensarlo la cogió. Elena se sobresaltó un poco y cuando abrió los ojos y vió la escena se ruborizo, pero no dijo nada. Marcos le sonrió y se acercó a ella. Elena sentía que aquello podía salir mal, pero sin embargo se dejo llevar y ella también se acercó a él. Unos segundos después ya no había distancia entre sus labios.

Capítulo 5

Un rato después, ambos se encaminaban hacia su casa cogidos de la mano. Llegaron rápidamente pues ya se habían aprendido el camino de vuelta a casa. Llegaron justo a la hora del almuerzo. Almorzaron en la cocina la comida hecha por Sara. Después ambos se fueron a sus respectivas habitaciones. Elena se sentó en la silla que había en su habitación y abrió su portatil. Lo encendió. Cuando terminó de cargar, se conectó a la red y miró su hotmail. Tenía varios spam y un mensaje de su padre. Borró los spam y miró el mensaje. En él su padre le decía que si queria podía ocuparse de la contabilidad de la empresa. Elena le mandó un correo respondiendole afirmativamente. Justo cuando lo envió Marcos entró en la habitación. Le dijo que su padre le había llamado dandole la buena noticia. Elena se levantó de la silla y fue a abrazarlo. Después, Marcos se sentó en la silla y Elena encima de sus rodillas. Se metieron en la pagina de la empresa de sus padres. Elena metió su contraseña y empezó a trabajar mientras Marcos le acariciaba el pelo. Una hora después, mientras Elena trabaaba, Marcos recibió una llamada. Era su padre. Salió de la habitación y abrió su móvil.

- ¿Qué? -le preguntó Mario a Marcos- ¿Alguna novedad?
- Sí, como me dijiste le dieron el puesto a Elena. Ha sido pan comido ver su contraseña. Ahora te la paso por un mensaje
- Muy bien hijo y recuerda que debes entretenerla. Dejala trabajar hoy y entretenla hasta que la empresa sea mia.
- Una pregunta ¿destruiras el bosque?
- Será lo primero que haga
- Ángel se intentará oponer
- Ángel estará fuera de juego. De eso me encargo yo.
- Adiós papá
- Adiós hijo

Capítulo 6

Cinco meses después, Marcos y Elena llevaban muy bien su "noviazgo". Sin saberlo, Elena estaba siendo engañada por su "novio" y por su "suegro". Mario ya había empezado a hacer las operaciones que le hacían falta para acabar con Ángel. Con lo que Mario no contaba era con un error de Marcos. Elena tenía tres meses y medio de retraso con la regla. Lo que quería decir que estaba embarazada. Ella no podía visitar a nadie pues se le notaba muchísimo. Ni Marcos ni Elena le contaron nada a sus padres. Ambos por miedo, pero por motivos distintos. Elena pensaba que Ángel se enfadaría y tenía miedo por Marcos. Sin embargo, Marcos tenía miedo de su padre. Sabía que Mario podía quitarle de su vista. Lo había hecho ya con otras personas en incontables ocasiones.

Un día, mientras Elena estaba en el lago (bautizado por ella como el lago del amor), Mario llamó a Marcos diciendole que ya estaba. Que dentro de unas horas la empresa sería suya y que acabaría con el bosque. Que dentro de unas horas el bosque no existiría. Marcos le dijo que eso era bueno pero... pensaba justo lo contrario. Había empezado a enamorarse de Elena y quería que su hijo viviera feliz y en paz. Mario también le dijo que se encargara de Elena y que lo hiciera pasar por un accidente. Esto descolocó a Marcos y éste le dijo a su padre que él no era ningún asesino. Mario se enfadó y le dijo que como no lo hiciera tendría fatales consecuencias. Mario le colgó tras decir eso. Marcos tragó saliva. Sabía lo que le haría su padre a él y a Elena. Marcos se dirigió a la cocina y le dijo a Sara que no requería más sus servicios. Cuando llegaran con las motosierras sería mejor que no estuviera más personas de las necesarias delante. Después Marcos fue al lago. Pasó por delante del árbol donde él mismo grabó la pequeña "S". Su padre le dijo que lo hiciera para que cuando llegara el momento ella estuviera allí. No sabía de que se trataba el momento cuando la grabó, pero ahora si lo sabía y tendrá que hacerlo. Suspiró y se acercó al lago. Allí estaba Elena. Estaba en el suelo sobre una toalla. Dormida. Con el vestido largo y blanco que llevaba y sus cabellos, ahora largo y negro, esparcido sobre la toalla parecía un ángel. No pudo hacerlo, no podía hacerle daño. Ahora no. Se acercó a ella sigilosamente y se tiró junto a ella. No se despertó. Los sonidos del lago eran los favoritos de Elena. E sonido de los pájaros al cantar, el susurro del viento cuando pasaba por las hojas de los árboles... Y no los volvería a oir nunca más. "No" pensó Marcos "No lo permitiré". Le dió un beso a Elena en la frente y se encaminó a la casa. Justo cuando llegó a la casa, recibió un mensaje de Mario. Mario le decía que fuera alejándose del bosque. Que acababa de hacerse con la empresa y que iba a destruirlo. Marcos rápidamente fue corriendo hacia el lago. Tropezó mil veces antes de llegar, pero eso no le importaba pues tenía que salvar a Elena. No iba permitir que le hicieran nada. Elena seguía dormida sobre la toalla. Marcos la despertó bruscamente. Antes de que Elena le preguntara lo que estaba haciendo, Marcos la cogió en brazos y se la llevó cuidadosamente a la casa. Cuando llegaron le explicó que su padre iba a destruir el bosque y que se acababa de hacer con la empresa (no le dijo nada sobre su traición). También le dijo que se tenían que ir de allí. Ella le dijo que no se iría de allí nunca. Justo entonces llegaron varios camiones de la empresa. De ellos se bajaron unas cincuenta personas. Todas con motosierras. Fueron hacia los árboles y empezaron a cortarlos. Elena fua hacia ellos corriendo (lentamente). Cuando llegó intentó hacer que pararan pero ella sola no podía hacer nada. No podía permitir que cortaran los árboles. Tiró de los pelos de uno de ellos. él apagó la motosierra y le dió una bofetada a Elena que cayó al suelo golpeandose con una piedra en la espalda al caer. Ella gritó. Marcos fue rápidamente hacia el que le acababa de pegar a Elena y le pegó un puñetazo en el estómago. Al ver a Marcos, todos pararon. Marcos les dijo a todos que pararan y que se fueran. Le hicieron caso. Mientras los camiones se iban, un coche aparcó justo en la puerta de la casa. De él salió Mario. Estaba algo sorprendido al ver a algunos árboles dañados pero ninguno cortado. Se acercó a Marcos.

- ¿Qué has pasado aquí? -preguntó- ¿Dónde están?
- Intentaron cortar los árboles y yo les eché
- ¿Por qué hiciste eso?
- Porque le quiero
- Oh -murmuró Mario cuando se dió cuenta de que Elena estaba embarazada- ¿Cuántos meses?
- Tres y medio mas o menos
- Así que -empezó a dar vueltas alrededor de Marcos y Elena- mi hijo llevaba traicionandome casi cuatro meses
- ¿Qué nos vas a hacer?
- ¿Yo? Nada. No soy un vulgar asesino -rió- pero mi acompañante sí

Capítulo 7

Mario entró en el coche. Después salió de él un adolescente de unos dieciseis años. Era moreno de ojos azules. Era alto y delgado. Tenía el pelo algo largo. Tenía algunas pecas en la cara. También varias cicatrices en los brazos. Llevaba una camiseta de mangas cortas blancas y unos pantalones vaqueros. Llevaba una pistola en la mano. Apuntó a Marcos. Marcos oyó una risa y Mario puso el coche en marcha y se fue. Cuando se perdió por el camino, el chico soltó la pistola y se acercó a Marcos. El chico le dijo que se llamaba Iván y que sus padres habían tenido negocios con Mario. Sus padres había muerto hace varios días a manos de los sicarios de Mario. Le habían dejado vivir a cambio de la muerte de Elena. Marcos llamó a la policía. Podían meter a Mario en la cárcel al tener testigos. Además Iván podía infiltrarse en busca de pruebas.

- Sabía que no lo harías -dijo una voz cuando Marcos colgó a la policía- te caerá toda la culpa Iván. Os mataremos a los tres y dejaremos la pistola en tu mano. Tiene tus huellas.

El que hablaba era Mario. Se acercó lentamente a ellos. Cogió la pistola con un trapo que tenía y empezó a caminar alrededir de ellos pensando en quién podía ser el primero en morir. Decidió que esa era Elena. La apuntó con la pistola y apretó el gatillo. La bala salió disparada hacia ella. Marcos se interpuso entre Elena y la bala. Notó un gran dolor y sin poder hacer nada, se desmayó.

Capítulo 8

Marcos despertó tres días después. Estaba en una habitación de hospital. Las paredes eran de color blanco roto y tenían una cenefa de color verde. El suelo era del mismo color que las paredes. Estaba acostado en una cama. Las sábanas eran de color blanco. En la habitación había varias sillas que estaban cerca de la cama. Marcos se incorporó. Cruzó toda la habitación y cuando llegaba a la puerta, alguien la abrió. Entró una chica. Era rubia de ojos azules. Era delgada y alta. El pelo le caía por la espalda. Reconoció a la chica. Era Débora su novia. Ella se lanzó a sus brazos y fue a besarlo, pero el no se dejó y le dijo que se apartara. Algo extrañada, Débora se apartó. Le preguntó qué le pasaba y él le respondió que no estaba enamorado de ella y que quería dejarlo. Ella rió y le dijo que en realidad estaba saliendo con él porque quería darse celos a Pablo. Salió de la habitación. Marcos fue tras ella. Cuando salió vió que varias personas acababan de llegar, entre ellas Elena, Pablo y Ángel. Débora se acercó a Elena y le dijo: "Bueno tu nuevo novio acaba de dejarme supongo que habrá sido por pena y por tu bombo". Después rió y cogió a Pablo de un brazo. Él le preguntó que hacía y ella sin pensarlo lo besó. Después se fue con una sonrisa de suficiencia en la cara hacia los ascensores. Elena vió a Marcos y se acercó a él. Ambos entraron en la habitación.

- ¿Estás bien? -le preguntó Elena a Marcos
- Sí ¿y tú?
- Hace tiempo que las mentiras de Débora dejaron de dolerme
- En realidad no todo es mentira
- ¿Qué?
- Te contaré todo lo que pasó si me prometes que no te irás hasta que termine
- Te lo prometo
- Mi padre tenía celos de tu padre -Ella asintió- y quería hacerse con la empresa. Como a tu padre le preocupaba la naturaleza, el decidió destruirla. Para conseguir la empresa necesitaba dinero y para ello intentó amenazar al de contabilidad. Dimitió y mi padre estaba seguro de que el puesto te lo iban a dar a ti. Un día, estaba con Débora en un parque y se acercó a decirmelo. Ella lo escuchó y quería colaborar. Mi padre me mandó a enamorarte. Empezé en el coche y después con la escena de la biblioteca. La montamos entre Débora y yo. Pablo no sabía nada. Después intenté enamorarte en la casa y lo conseguí. Solo hubo un contratiempo -Tras decir esto Elena le pegó una bofetada en la mejilla y salió corriendo.

Marcos intentó ir tras ella, pero los del hospital no le dejaron. Le dieron el alta ese mismo día a las tres de la tarde. Desùés de salir del hospital tuvo que ir a comisaría a declarar. Después del interrogatorio salió y fue a su casa. Allí le esperaba su madre. Su madre se llamaba Pilar. Era morena de ojos marrón chocolate. Era alta y delgada. Antes de que ella le dijera nada, Marcos buscó las llaves de su coche. Las cogió, salió de su casa y cogió el coche que estaba aparcado frente a su casa.
Se dirigía hacia la mansión, pero algo que vió lo detuvo. Mientras pasaba por un callejón vió a dos chicos dándole una paliza a otro. Otro que conocía. Era Iván. Marcos salió del coche y ayudó a Iván. Cuando vieron a Marcos los dos chicos huyeron. Marcos llevó a Iván al hospital. Después salió de nuevo a la mansión. Miró su reloj. Eran las ocho. Cogió el coche y fue rápidamente a la mansión. Llegó a las ocho y media. Buscó a Elena por toda la casa, pero no estaba. Eran las nueve. Se le ocurrió que a lo mejor estaba en el lago. Marcos corrió por todo el bosque hasta que lo encontró. Elena estaba allí. Estaba llorando. Marcos se acercó a ella y la abrazó. Elena intentó apartarse, pero Marcos se tensó y no pudo.

- El contratiempo no fue tu embarazo -le susurró Marcos a Elena en el oído- fue que me enamoré perdidamente de ti.
- ¿Eso es cierto? -preguntó Elena clavando sus ojos verdes en los marrones de él- ¿No me mientes?
- Crees que estaría aquí si no te quisiera
- No
- ¿Entonces?
- Has tardado mucho
- Ayudé a Iván le estaban dando una paliza
- ¿Entonces nos quieres? -Marcos pensó que el plural se refería al niño
- Por supuesto -le contestó. Después se besaron en su lago. En el lago del amor.
- ¿Por qué te pusiste delante de la bala?
- Porque por amor se hacen grandes locuras

Capítulo 9

Quince años después, Elena y Marcos seguían viviendo en aquella mansión. Pero ahora estaban acompañados. Acompañados de dos niños encantadores. De sus mellizos. Él se llamaba Samuel. Era rubio de ojos marrón chocolate. Era delgado, alto e iba al gimnasio como su padre. Tenía el pelo corto y despuntado. Parecía un Marcos en miniatura. Ella se llamaba Susana. Era morena de ojos grises. Era delgada y baja. Como a su madre le encantaba leer. Ambos eran simpáticos y divertidos, aunque Samuel era mucho más tímido que Susana. Vivían en la mansión desde que nacieron, exepto en época escolar. Entonces vivían en la casa de los padres de Marcos desde que Pilar murió. En la casa también vivían Pablo, Débora y su hija Cata. Desde que Debora salió de la cárcel (estuvo dos años por ayudar a Mario), estuvo mucho mejor. Era como había sido la ex-amiga de Elena. Ambas se reconciliaron. Cata tenía trece años. Era rubia de ojos grises. Era delgada y alta. Era guapísima. Era simpática, divertida y buena persona. Pablo, Débora y Cata vivían en la casa todo el año y deseaban que llegara la época escolar para que fueran a vivir con ellos Elena, Marcos, Samuel y Susana. Los padres de Elena llevaban ahora la empresa. Quince años después seguían manteniendola a flote. Elena se seguía ocupando de la contabilidad (desde casa en verano) y Marcos trabajaba de director de marketing en la empresa, así que tenía que ir frecuentemente, menos en vacaciones, que las solía tomar en los meses de Julio, Agosto y Septiembre. Iván ahora tenía 31 años. Se había casado con una chica que conoció en Italia. Tenía un hijo, llamado Mario. Su hijo era él en miniatura. Era moreno de ojos negros. Era alto y delgado. Tenía el pelo algo largo. Tenía algunas pecas en la cara. Además era simpático y el mejor amigo de Samuel. Por fin, después de tantísmo tiempo, todos eran felices. Totalmente felices. Sus vidas se cruzaron gracias a Mario, aunque él tenía malos fines, todo se conviertió en paz y armonía. Todos pensaban que todo lo bueno que tenían ahora era por todo lo malo que les había pasado.

Un día, Elena les contó toda su historia a sus hijos, a Cata y a Mario, mientras hacía el almuerzo para todos, ya que iban a hacer una especie de "comida familiar". Todos habían llegado ya y Marcos les estaba entreteniendo un poco. Mientras le contaba la historia a los niños, ellos la vivía como si fuese la suya propia.

- No entiendo algo -dijo Susana- ¿Por qué hay algunos cambios bruscos en la historia? No se como lo de la bala
- Porque por amor se hacen grandes locuras -le contestó Elena acordandose del día del lago
- Hey esa frase es mía -dijo Marcos mientras entraba en la cocina- ¿Recuerdas ese día?
- Por supuesto. Lo recuerdo muy bien
- ¿De qué hablais? -preguntó Samuel algo molesto. No le gustaba que hablaran de algo que no conocía
- Del día en que nos reconciliamos tu madre y yo. ¿No os lo contó?
- Sí -respondió Cata- pero no dió muchos detalles
- Pues fue en la orilla del lago.
- ¿Qué lago? -preguntó Mario
- El lago de nuestra mansión. Un día cuando estemos allí os lo enseñaremos.
- ¿Será pronto?
- Mañana si lo deseas.

Al día siguiente, Marcos, Elena, Samuel, Susana, Pablo, Débora, Cata, Iván, Carolina (la mujer de Iván) y Mario fueron al lago. Allí Marcos y Elena le contaron la historia a los mayores mientras los peuqeños jugaban al pilla entre los árboles más cercanos. Después de contarles la historia, hicieron una pequeña merienda en la orilla.

- Mamá, papá ¿por qué no os casasteis? -le preguntó Susana a sus padres cuando terminó de merendar-
- No lo sé. No tuvimos mucho tiempo nunca entre el trabajo y vosotros
- ¿Os organizamos la boda? -preguntó Débora- Podeis casaros mañana. Solo traemos a un cura y ya.
- No os quería molest...
- No es ninguna molestia Elena
- Mañana va a ser el mejor día de tu vida

Al día siguiente, cuando Elena despertó no la dejaron en paz. Débora (que había organizado la boda en un tiempo record) empezó a peinar el largo pelo de Elena. Lo rizó un poco y le cortó las puntas. Después, la llevó a ver el vestido que había que le había elegido. El vestido era de color balnco con un escote palabra de honor. Tenía algunos volantes y la cola larga. Elena pensó que era precioso y le dio las gracias a Débora. Después Débora le dijo que celebrarían la boda en el lago y la llevó allí. El suelo estaba lleno de pétalos de rosas rojas y blancas. Débora también le dijo que había contratado a una orquesta. Elena estaba deseando que llegara la hora de la boda.

Al fin la hora llegó. Elena no podía creerselo cuando iba del brazo de Pablo hacia donde estaban Débora y Marcos. La música sonaba y los pétalos se movían bajo sus pies y bajo los asientos de los invitados. Cuando llegó junto a él, el cura empezó a hablar. Mientras el cura daba la misa, Marcos no podía parar de mirar a Elena. Estaba preciosa. Por fin llegó la parte esperada.
- ¿Quieres recibir a Elena., como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?
- Si quiero -respondió Marcos
- ¿Quieres recibir a Marcos., como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?
- Sí quiero
- El Señor confirme con su bondad este consentimiento vuestro que habéis manifestado ente la Iglesia y os otorgue su copiosa bendición. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
- Nunca no separaremos -susurró Marcos- No lo permitiré

Entonces ambos se dieron un beso que selló su amor.
FIN

Bueno tras el parón veraniego voy a subir unos cuentos relatos. Espero que os gusten ;)