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Enlazamé

domingo, 28 de noviembre de 2010

Growing love. Capítulo 7

    Stefan esperó a Elena en el pie de las escaleras. Extendió su mano derecha. Elena se la cogió sonriendo. Juntos subieron las escaleras. Llegaron rápidamente al pasillo. Stefan la llevó hasta la puerta de la habitación de Damon. Allí le soltó la mano y abrió la puerta. La habitación era como el propio Damon. Oscura, pero con un aire romántico, estilosa y algo seductora. Elena se acercó rápidamente a la cama de dosel sobre la que estaba acostado. Stefan le había quitado la camisa y su pecho estaba cubierto de vendas. Elena le acarició la cara dulcemente. Damon abrió los ojos sobresaltado. Al ver la ternura y el amor en los ojos de Elena se tranquilizó. Elena le sonrió dulcemente. Le abrazo con cuidado.

    - Lo siento -dijo ella- fue todo culpa mía
    - No lo sientas. Además Katherine solamente quiere jugar
    - Entramos en su juego ¿verdad?
    - Exacto. Al menos ahora no nos molestará...
    - ¿Cómo? -le interrumpió Elena- ¡Es Katherine!
    - No nos molestará por el momento. Hicimos lo que ella quería
    - ¿Y cómo sigue ahora el juego?
    - Ella lo decidirá -terció una voz desde la puerta. Era Stefan- Puede venir, puede matarnos, puede convertir o torturar a un ser querido... Si entras en su juego puedes salir muy mal parado. Al menos sabéis que primero me matará a mí.
    - ¿Por qué? -preguntó Damon- ¿Qué hiciste?
    - La dejé
    - Uff... no hay nada peor que Katherine despechada -hicieron una mueca- Te daría un gran abrazo si pudiera moverme

    Stefan soltó una carcajada. Damon le imitó. Elena miró a ambos. Por fin habían vuelto a llevarse medianamente bien. Por fin se comportaban como verdaderos hermanos. Entonces se oyó un ruido en la ventana. Una pequeña piedra había cascado el cristal. Elena se acercó a la ventana. Damon y Stefan empezaron a protestar. Entonces el cristal se rompió. Stefan protegió a Elena de los cristales. Entró alguien. Ella miró por encima del hombro de Stefan. La persona que acababa de entrar era... era Lexi. Alta, esbelta y guapísima, como siempre. Los tres se quedaron petrificados al verla. ¿Sería un peón de Katherine o estaría de su parte?. Antes de que se dieran cuenta, Stefan y Elena estaban siendo abrazados por ella. Ambos estaban muy sorprendidos. La mandíbula de Stefan colgaba libremente. Lexi, que no se dio cuenta de nada, se acercó a la cama de dosel sobre la que estaba Damon.

    - No te pregunto que te pasó -dijo Lexi- seguro que te lo merecías
    - Me salvó la vida -susurró Elena
    - Dos veces -añadió Stefan
    - ¿Y tú donde estabas para que la salvara él? -preguntó Lexi- ¡Es tu novia!
    - La primera vez... atacándola. La segunda aquí, en casa, recuperándome
    - ¡¿Qué?!
    - Katherine -terció Damon con voz débil
    - ¿Ha vuelto? -Stefan asintió- Y tú volviste como un perrito faldero tras 145 años ¿verdad?

    Stefan se sonrojó levemente. Lexi puso los ojos en blanco y abrazó de nuevo a su mejor amigo. Después cogió la mano izquierda de Stefan y ambos salieron de la habitación. Elena abrió una botella de Gin Tonic y la mezcló con algo de sangre 0-, su mismo tipo de sangre, la favorita de Damon. El olor a alcohol inundó la habitación rápidamente. Elena le puso el vaso en los labios de Damon. Él los abrió lentamente, cuando lo hizo ella dejó caer el extraño contenido en su interior. Él lo aceptó gustosamente. Elena le rellenó el vaso de nuevo. Lo vertió en el interior de Damon. Éste abrió los ojos de nuevo. Miró a Elena. Ésta se levantó y dejó ambas botellas y el vaso en la mesa de las que la había cogido, estaba en el centro de la habitación. Después se sentó en la cama junto a Damon. Le cogió la mano y entrelazó sus dedos. Damon se volvió a dormir rápidamente. Elena miraba a Damon, casi embelesada. Pensaba darle una oportunidad... si se lo pedía claro. Elena, sin soltar la mano de Damon, se metió en la cama junto a él y puso su cabeza encima de su pecho. Parecía que ya no le dolía tanto. Minutos después, pese a no estar muy cansada, cerró los ojos y cayó en los brazos de Morfeo...

    Mientras, en el instituto, Bonnie y Matt caminaban por los pasillos. Bonnie había fingido una enfermedad en la clase de Filosofía y supuestamente Matt la acompañaba a enfermería. En realidad, estaban buscando a Elena. Matt había visto unas gotas de sangre en la clase anterior. Estaba seguro de que algo había pasado con Elena, por lo que se lo dijo a Bonnie. Ella le creyó inmediatamente. La buscaron en la hora de la comida. No la encontraron. En ese momento habían salido a buscarles de nuevo. No estaba ni en los baños, ni en el patio, ni en el aparcamiento... Además Bonnie se había fijado en que el coche de Elena no estaba allí. Al que si vieron fue a Stefan. Estaba muy pálido y parecía temeroso. Como si esperara algo... o a alguien. Iba junto a una chica rubia, alta, esbelta y muy guapa. Ella no era alumna del instituto, por lo que ni Bonnie ni Matt la conocían. Se cruzaron dos veces con ellos. La primera vez fue junto a la clase de Alaric cuando Matt y Bonnie fueron a mirar la sangre de nuevo antes de que llegaran los alumnos o el propio Alaric. La segunda vez fue junto a los baños minutos después. No encontraron a Elena, por lo que Bonnie fue hacia la enfermería y Matt volvió a la clase. Terminó la hora. Ni Matt ni Bonnie tenían más clases, por lo que éste último fue a buscarla a la enfermería. Bonnie, que se sabía gracias a Elena el horario de Stefan, sabía que tampoco. Matt y ella acordaron abordarlo antes de que se fuera. Buscaron por todos sitios. Finalmente le encontraron...

Collegio D'Amore. Capítulo 12

Capítulo 12


El secuestro [Parte 1]


    Damon y Stefan fueron los primeros en reaccionar. Corrieron hacia el vestíbulo. Cuando iban a subir las escaleras, la puerta principal se abrió de par en par. Tras ella, cinco hombres de negro les miraban con odio. Antes de que pudieran dar un solo paso, los hombres de negro dispararon a ambos. Stefan reaccionó e intentó proteger a su hermano. Por lo que recibió los dos disparos. Uno le dio en el pecho y el otro en la pierna derecha. Antes de caer, Stefan se miró su pecho y su pierna derecha. Le acababan de disparar dardos tranquilizantes. Después cayó por las escaleras sin poder evitarlo a los brazos de Morfeo.

    Damon seguía petrificado. Uno de los hombres de negro le disparó un dardo mientras sonreía ampliamente. Damon rodó un tramo de las escaleras y cayó sobre su hermano. Tres hombres de negro salieron corriendo. Los dos restantes se quedaron junto a la puerta para que nadie escapara. Uno de los tres hombres de negro fue a la planta de arriba. Justo cuando puso el pie en el pasillo de las habitaciones, una chica salía de allí. Esa chica era Annia. Ésta pensó en gritar. Cuando estuvo apunto de hacerlo, el hombre de negro se abalanzó sobre ella. Mientras él la golpeaba, ella se defendía como podía. Finalmente, Annia logró morder su cuello. El hombre de negro, enfadado, empezó a golpearla brutalmente. Annia quedó inconsciente. El hombre le clavó uno de los dardos y la llevó al pie de las escaleras. Allí ya estaban atados Stefan y Damon. Cuando terminó de atarla subió de nuevo. Empezó a registrar todas las habitaciones, hasta que finalmente en una encontró a una chica. Esa chica era Emma. Ésta gritó. Algo que no le sirvió de nada, pues estaba sola en la planta de arriba. El hombre se fijó en que no se podía mover.

    - Parece que te salvaron ¿no? - preguntó él con un fuerte acento alemán
    - ¿Qué dices?- le respondió ella muy asustada
    - No nos sirves -la miró fríamente mientras sacaba la pistola
    - Por favor... no me mate... haré lo que usted quiera... por favor -dijo ella entre sollozos

    Entonces el hombre de negro disparó. Sonrío ampliamente. Le gustaba hacerle creer a esa chica que la podría matar si él quisiera. Sin embargo no lo hizo por que intuyó que le podría servir. La cogió bruscamente. Fue hacia el umbral de la puerta. Fue a traspasarlo, pero alguien se lo impidió. Era un chico pequeño. Su pelo era de color cobrizo. El hombre sonrió leve y le apartó delicadamente. Después fue hacia las escaleras de nuevo. Parecía que los demás estaban teniendo dificultades para atrapar a los demás, pues solo estaban los que él había capturado, aparte de los dos hermanos. Dejó a la chica junto a los demás y fue hacia uno de los pasillos de la planta baja. Puso su oreja en todas las puertas esperando oír un susurro. Finalmente lo consiguió. Abrió la puerta lentamente. Era un cuarto muy pequeño. Dentro solo había dos lavadoras y una secadora, aparte de un chico. Tendría unos diecinueve años mas o menos. Era moreno. Sus ojos eran de color marrón, casi tan negro como su pelo. Llevaba una barba de varios días. Sus ojos mostraban desesperación. Sonriendo le lanzó un dardo tranquilizante. El chico lo esquivó ágilmente. Gruñiendo, el hombre de negro le hizó un placaje y le dejó tirado en el suelo. Después, le durmió con el dardo. El hombre de negro frució el ceño. ¿El chico estaba hablando solo?. Habría jurado que acababa de escuchar un susurro. Entonces oyó un crujido a su espalda. Se dio la vuelta rápidamente. Una chica estaba corriendo por el pasillo. Tendría unos diecinueve años. Mas o menos igual que el chico que acababa de atrapar. El hombre de negro se lanzó contra ella. Era morena y sus ojos eran de un color azul verdoso. Su pelo era largo. Sus labios carnosos. Era bastante guapa. El hombre de negro la tiró contra el suelo. Ella sollozaba inaudiblemente.

    - Por favor no le mate -dijo ella mientras clavaba sus ojos en los de él
    - Dame una buena razón pequeña -contestó de forma burlesca
    - Le quiero -el hombre de negro sonrió- No mate a mi Iker por f... ¡Ah!

    No pude decir una palabra más, pues el hombre de negro le acababa de clavar un dardo en su pierna derecha. Sonriendo, el hombre de negro se levantó y la cogió. La llevó junto a los demás. Los otros inútiles no habían cogido a nadie. Los dos que custodiaban a los que él había llegado le miraron. Después dijeron que los demás estaban vigilando la entrada por si se escapaba alguno. "¡Inútiles!" exclamó antes de ir a recoger a Iker. Llegó allí rápidamente. Lo cogió. Se dio cuenta de que al caer se había dado un golpe en la cabeza. Tenía muy mala pinta. Lo llevó rápidamente con los de la puerta. Cuando llegó vio que ambos estaban inconscientes. Él soltó un gruñido y dejó a Iker en el suelo. Junto a Sara. Sacó la cabeza por las puertas de robles. Un hombre de negro estaba rondando por allí

    - ¡Tú! -masculló él- No salió nadie ¿verdad?
    - No salió nadie, señor -respondió el otro

    Gruño de nuevo y cerró la puerta cuando metió la cabeza de nuevo. Miró a su alrededor. Nada. Ni nadie. Miró los cuerpos de los hombres de negro. Aterrorizado vio como ambos tenían clavados cuchillos en el corazón. Le intentó encontrar el pulso a ambos. Ninguno tenía. Gruño esta vez más fuerte. Cogió sus cuerpos y los tiró fuera del internado, alarmando al guardia. Cerró la puerta de nuevo

    - ¡Salid, pequeños, salid. Os daré un paliza tan grande que desearíais no haber nacido nunca!

viernes, 19 de noviembre de 2010

Growing love. Capítulo 6

 Capitulo dedicados a las Stefanitas de Vd ;)

    Katherine rió al ver la cara de la pobre Elena. Elena la miró muy mal. Katherine, aún riendo, no apartó la mirada de Elena. Ésta si la apartó rápidamente. Los ojos -sus ojos- de Katherine emitían un brillo maléfico. Ese brillo podría aparecer alguna vez en sus ojos... Se estremeció. Después miró a su madre, a Isobel. Ella no le devolvió la mirada. Finalmente, Elena miró a Lee. Ella se sentía traicionada. Lee miraba fijamente a Damon. Le miraba con repugnancia. Damon se había colocado delante de ella sin que se diera cuenta. Tenía una postura defensiva. La estaba protegiendo.

    - ¿Qué planeas? -le preguntó Elena a Katherine por encima del hombro izquierdo de Damon
    - Solamente quiero hablar con un viejo amigo
    - Mentira -susurró Damon- no es lo que buscas
    - Sabes que me gusta jugar Damon -Katherine rió- no te diré lo que planeo... a menos que...
    - ¿Por qué estás aquí? -dijo Damon ignorandola
    - No te lo diré
    - ¿Y que haces aquí?
    - Jugar con mi almuerzo

    Damon gruñió a Katherine. Ésta rió de nuevo. Empezó a dar vueltas. Estaba buscando un punto débil en la defensa de Damon. La estaba acechando. Lee estaba preparado para atacar. Seguía mirando a Damon fijamente. Isobel, sin embargo, no se había movido. Miraba al suelo y a su hija alternativamente. Nunca miraba mucho a Elena. Parecía que su imagen le quemaba los ojos. Damon miraba alternativamente a Katherine y a Lee. Mucho más a ella, por supuesto. Un segundo después de que Elena se fijara en todo eso, Katherine fue hacia una mesa, a velocidad humana, y le arrancó una pata. La tiró contra el punto débil de la defensa de Damon. Contra Elena. Pocos segundos después, Elena salía con Damon por la ventana. Él la llevaba en volandas. Cayeron suavemente en los jardines. Damon, a velocidad vampírica, fue junto al coche de Elena. La metió dentro y se metió él después. Entonces, Elena se fijó en que la pata de la mesa traspasaba la camisa de Damon. No había tocado por un pelo su corazón.

    - No te preocupes -dijo él tranquilizandola
    - ¿Qué no me preocupe? -preguntó- ¡Casi te matan!
    - Falló
    - Por muy poco
    - Falló aposta. Si hubiera querido matarnos ya lo habría echo, pero de momento no estamos a salvo. Vamos a mi casa
    - Pero...
    - Sin peros -dijo Damon fríamente

    Elena arrancó el coche con el ceño fruncido. No le gustaba que le dieran órdenes, pero Damon parecía necesitarlo de verdad. Condujo por todo el pueblo a mayor velocidad de la permitida. Mientras conducía por la carretera que llevaba a casa de los Salvatore, miraba por la ventanilla. Esperaba ver a Katherine, a Isobel, a Lee o... a Stefan. Aunque estuviera con Katherine. Ella necesitaba verlo. Elena suspiró. Parecía que Damon lo había comprendido, pues había fruncido el ceño mientras la miraba. Elena pisó el acelerador aún más. Minutos después, su coche ya estaba aparcado en el garaje de los hermanos Salvatore. Al salir, Damon se tambaleó un poco. Elena fue rápidamente junto a él. Dejó que él se apoyara en ella. Caminaron por el garaje lentamente. Por fin llegaron a la puerta que comunicaba con el salón. Elena giró el pomo lentamente y abrió la puerta. Tras el umbral no había nadie. Un segundo después si había alguien. Era... era Stefan. Ni siquiera se molestó en preguntarle que hacía allí a Elena cuando vio a Damon. Inmediatamente apartó a Elena, sin apenas tocarla, y cogió a Damon. Gracias a su velocidad vampírica se lo llevó rápidamente. Mientras Elena entró al salón. Alguien carraspeó. Stefan acababa de entrar de nuevo. En su mano llevaba la pata de la mesa que Katherine tiró contra ella.

    - Lo siento -dijo antes de que Elena dijera algo- por todo
    - ¿Debería aceptar tus disculpas?
    - Dejé a Katherine -Stefan miró a Elena- casi me mata. Se puso furiosa. Por eso fue a buscarte. Por cierto, no te digo esto para que volvamos
    - ¿Entonces?
    - Lo dije para que lo supieras. Para que cuando Damon o tú necesiteis ayuda estaré ahí
    - Gracias Stefan
    - Fuí un imbécil -dijo- sabía que tenía que conocerte. Solamente necesitaba conocerte para saber si superé lo de Katherine
    - Lo hiciste Stefan. Yo lo sé -Elena se acercó a Stefan y le abrazó
    - No te merezco ni como amiga -Las lágrimas de Stefan cayeron sobre el cabello de Elena- Y mucho menos como novia
    - ¿Entonces quién me merece?
    - Sabes que está enamorado de ti -Elena se sonrojó- y que besó a Katherine pensando que eras tú. Damon nunca quiso a nadie, excepto a Katherine. Te abrió su corazón, por favor no lo rompas como hizo ella. Como hizo Katherine.
    - La única diferencia entre nosotras es que ella es una gran perra y yo no.
    - Ahora lo sé -dijo Stefan mirando a Elena a los ojos- Estaba liada con Lee también
    - ¿Y qué pasó con Lexi?
    - Intento encontrarla
    - Lo harás
    - ¿Cómo estás tan segura?
    - Una vez sentí celos de Lexi...
    - ¡Era solo una amiga, Elena! -la interrumpió Stefan
    - ...y no creo que tuviera motivos
    - Exacto
    - Pero creo que te gusta -Stefan se sorprendió al sentir como se sonrojaba- aunque siempre estuviste...
Damon lo pudo olvidar cuando te conoció, pero yo...
    - Tú también lo hiciste, Stefan. Tú me amaste. No por mi aspecto, sino por mi corazón -Stefna sonrió levemente
    - ¿Quieres ver a Damon? -Elena asintió- ven conmigo

domingo, 7 de noviembre de 2010

Growing love. Capítulo 5

    Entonces Elena entendió el "no me las des todavía" de Damon. Era Stefan. Él clavó sus ojos en el cuello de Elena. Ella intentó entrar a la clase, pero algo se lo impidió. Stefan la tenía cogida del brazo. Le apretaba tan fuerte como el día anterior. Entonces Bonnie compuso en su cara una sonrisa macabra y miró a Stefan. Elena se fijó en la gotas de sudor que había en la frente de Bonnie. Unos segundos después, Stefan soltó una carcajada y soltó el brazo de Elena. Bonnie parecíe ligeramente sorprendida. Stefan entró en la clase seguido por Bonnie y Elena. Cada uno se sentó en su sitio correspondiente. Minutos después, entró Alaric. Parecía más feliz que de costumbre. Parecía que nadie, excepto Elena, lo notaba. Elena no atendía la clase de Alaric. Hablaba de Primera Guerra Mundial. Elena para distraerse un poco miró por la ventana. Por ella veía el cielo azul, los pájaritos que cantaban en las copas de los árboles, los que volaban por el cielo... Libres. Elena sacudió la cabeza y miró de nuevo. Allí había algo que no estaba antes. Era Isobel. Elena estubo segura de que Alaric también lo había visto, pues perdió el hilo de lo que estaba diciendo. Alaric intercambió una mirada con Elena unos minutos después. Estaba pálido. Elena supuso que estaba pensando en la misma persona que ella. Jenna. Las tres horas se le pasaron muy lentamente a Elena. Cuando por fin terminaron fue al sitio de Bonnie. Antes de que llegara Stefan la tenía nuevamente cogida del brazo. Elena miró a su alrededor. Todos se habían ido, excepto Bonnie. Ésta tenía de nuevo gotas de sudor en su frente.

    - Tenemos que hablar -le dijo él- Ahora
    - No
    - ¿Por qué?
    - ¡Porque no te quiero volver a ver en mi vida! -Elena clavó sus ojos en los de Stefan- ¿Entiendes?
    - No -dijo él apartando sus ojos de los de ella- Yo te quiero
    - ¿Por qué no lo pensaste antes?
    - Fue un error
    - Claro, por eso salvaste a Katherine ¿verdad? -terció Bonnie- Por eso quisiste matarnos a Matt y a mí
    - Fue otro error -dijo mirando a Bonnie- Por cierto deja de intentar atacarme. No conseguiras nada
    - ¿Por qué? -preguntó Elena. Miró a Bonnie. Ésta miraba una pulsera que llevaba Stefan
    - Por que Emily encantó esa pulsera para proteger a alguien de brujas -dijo Bonnie con un hilo de voz- Supongo que sería a Katherine
    - Bingo -dijo Stefan mientras miraba a Elena de nuevo- Elena por favor dejame hablar contigo
    - Primero deja a Katherine
    - La quiero -Elena veía el dolor de Stefan en sus ojos- y a ti también
    - Damon -murmuró Elena segura de que él la escucharía

    Un segundo después Elena volaba por los aires. Ésta sintió que no se hacía daño al caer. Miró a Bonnie. Estaba murmurando algo. Cuando se pudo incorporar corrió hacia ella. La cogió de un brazo y se la intentó llevar, pero no pudo. Elena no podía ver la pelea de los hermanos Salvatore, pues eran demasiado rápidos con los golpes. Brevemente se fijaba en alguna escena, como cuando el codo derecho de Stefan impactaba en el estómago de Damon o cuando el puño de Damon impactaba contra la nariz de Stefan. Fueron unos minutos angustiosos para Elena, pero al fin acabó la pelea. Stefan escapó por la ventana. Elena fue corriendo hacia Damon. Estaba lleno de sangre, de ambos, tenía cortes en la cara y la camisa medio desgarrada.
   
    - Me curaré rápido -dijo él al ver la cara de Elena- soy un vampiro ¿recuerdas?
    - Sí -dijo Elena con un hilo de voz
    - Me las va a pagar -murmuró Damon
    - ¡Ni se te ocurra ir a buscarle! -le gritó Elena- Tiene la protección de Katherine y también de Isobel
    - Lo sé. Isobel me entretuvo. Hubiera llegado mucho antes.
    - ¿Qué le pasó?
    - Está bien -dijo Bonnie. Elena la miró- Siento su presencia. Viene hacia aquí, y no sola

    Elena se fijó de nuevo en Damon. Ya tenía todas las heridas cicatrizadas. No se notaba que había tenido la pelea, excepto por la camisa destrozada. Antes de que Elena abriera la boca, él desapareció. Volvió unos diez segundos después con una camisa exactamente igual a la que le había destrozado Stefan. Damon, con ademán protector, se puso delante de Elena. Entonces la puerta se abrió. En su umbral estaban tres vampiros conocidos. A Elena se le salieron los ojos de sus órbitas cuando les vió. Katherine, exactamente igual que Elena hasta en la ropa, Isobel, también parecida a Elena y... Lee. Era totalmente imposible. O no, pensó Elena. Lee siempre había tenido celos de la relación de Lexy y Stefan, pero Elena estaba segura de que Lexy nunca se habría puesto de parte del nuevo Stefan. Sí, por culpa de Damon casi mataron a Lexy, fue una suerte que en ese momento encontraran a otro vampiro y dejaran a Lexy muy malherida. Elena recordaba como entre Stefan y Lee la cuidaban hasta que se puso bien. También recordaba su relación con ella. Como se habían echo buenas amigas...