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Enlazamé

viernes, 26 de febrero de 2010

THe lion and the lamb. Capitulo 3

Alice cogió la carta y la abrió. Decía que para disimular en el pueblo italiano debían parecer una familia. Que no podrían usar sus ropas ni podían gastarse el dinero en un día y, además también decía que debían trabajar y que no envejecerían así que debían mudarse cada cinco años del lugar...


90 AÑOS DESPUÉS

AÑO 2010

Los Castillo (el apellido elegido por los reyes Carlisle y Esme) ya habían perdido la esperanza. Había estadp trabajando los últimos 90 años. No envejecían y no podían pasar más de cinco años en un pueblo. Edward aún no había encontrado su alma gemela. Cada uno de los noventa años pasados lo habían vuelto más bondadoso. Ya no trataba a los criados como a escoria (como ocurrió en los primeros diez años). Viajron por todo el mundo. Hicieron caso a Irina y siempre se llevaron el espejo. Durante 1945 tuvieron suerte en las finanzas y todavía les quedaba dinero de aquellos días...

Edward y su familia pasaron desde los años 2004 a 2009 en España. Estuvieron trabajando como de costumbre. Cada uno tenía una profesión que les llenaba. Carlisle era pediatra, Esme era veterinaria, Alice era profesora, Jasper era neurocirujano, Emmett era diseñador gráfico, Rose era modelo y Edward era actor. Les apenó mucho dejar España pues era el país que más les había gustado. Llegó el momento de mudarse y apareció Irina (esta se hacía pasar por sobrina de Carlisle y prima de Edward, Rose, Alice, Jasper y Emmett caundo aparecia lo que ocurria frecuentemente pues les había cogido mucho cariño a los Castillo. Una vez dijo que hasta le apenaba haberlos transformado). Esta les dijo que en Forks se habrían olvidado de la leyenda. Que volvieran allí. Asintieron. De nuevo formaron el círculo y se cogieron las manos.
Cuando abrieron los ojos estaban en Forks. Compreon una casa y cada uno retomó su profesión. Esme abrió una clínica veterinaria cerca de su casa y Edward decidió volver a hacer una carrera. Ya era licenciado en medicina, magisterio y arte dramático, así que empezó a estudiar Literatura inglesa.

El día del centésimo octavo cumpleaños de Edward una joven chica se mudó a Forks. Su nombre era Isabella Rey. Su padre ,Carlos, era el jefe de policía de Forks. Su madre ,Claudia, era abogada y viajaba mucho. El hermano de Bella ,como preferían que le llamaran, se llamaba Ben y era la única enemistad de Edward (bueno él y su grupo). Estos aún creían en la leyenda de la familia de Edward.
Cuando Bella llegó a la universidad para estudiar Literatura inglesa la recibieron con los brazos abiertos, sobre todo Gonzalo y Andrés (los dos mejores amigos de Ben). En Forks trataban a Bella como a una celebridad pues Forks era un pueblo muy pequeño y todos se conocían y cualquier cosa fuera de lo común era una risa de aire fresco para los habitantes del pueblo. A ella lo de la popularidad no le sentaba muy bien, pues a ella le gustaba la tranquilidad., pero esto para ella en Forks era imposible. El primer día ya se había hecho con un perrito faldero llamado Victor y que las pijas con Jessica a la cabeza no la dejaran en paz en ningún momento. Le preguntaban como era Italia (donde vivía con sus abuelos hasta que murieron) y cosas así.

A la hora de irse a casa Victor quiso acompañarla, pero Bella dijo que iba antes a la comisaría algo que era mentira por supuesto. Fue a su casa por un camino distinto del de Victor (vivía una manzana más abajo) y paseando se encontró con una magnífica casa. En el jardín estaban tres chicos jugando al baloncesto mientras dos chicas los miraban. Bella se quedó mirando mucho rato a los chicos, sobre todo al moreno de ojos verdes. Una de las chicas, morena y de ojos marrones, la miró sorprendida y le comentó algo a la rubia que estaba a su lado. Esta la miró sorprendida. Después Bella, roja de la verguenza, se fue corriendo a su casa.

THe lion and the lamb. Capitulo 2

Edward abrió los ojos. Ya era por la mañana. No recordaba nada de lo que había pasado. Miró a su alrededor. El castillo de sus padres estaba en ruinas. Se podría caer en cualquier momento. Se incorporó y vió los cuerpos de sus padres, de su hermana y de sus criados. Carlisle y Esme estaban en el sitio exacto donde estaban la noche anterior, sin embargo eso no pasaba ni con Emmett, ni con Rose, ni con Alice, ni con Jasper. Parecía como si Emmett y Jasper se hubieran tirado para proteger a Rose y a Alice de los estallidos. Emmett tenía varios cortes en la mejilla y Jasper tenía una herida en la pierna. En el punto exacto donde había estado la bruja había un espejo de gran tamaño. Tenía una incripción en los margenes. Edward se acercó para verla mejor. Ponía: "La verdadera belleza se encuentra en el corazón. Aprendelo. El espejo mostrara tu verdadera belleza". Riéndose Edward miró al espejo. Al principio su reflejo mostraba su belleza física, pero al cabo de unos segundos apareció tras él la princesa india. Edward asustado se dió la vuelta. No había nadie. Miró al espejo de nuevo. La princesa le estaba soplando a su reflejo en la oreja. En ese instante su reflejo se transformó en un león. Tras eso la bruja sopló a su familia y a sus criados. Cada uno se convirtió en un animal. Su padre en un oso panda, su madre en una tigresa, su hermana en un pavo real, Emmett en un oso pardo, Alice en un gato y Jasper en un puma. Edward rió de nuevo, pero... no sonó como una risa sino como un rugido. Los demás despertaron por el rugido. Vieron a un león y comenzaron a gritar, pero no sonaban como gritos... Se miraron unos a otros. Parecían que se habían reconocido. Una risa les transportó a la realidad. Dentro del espejo se encontraba a bruja.

- Edward ¿dónde tienes ahora la belleza? -rio de nuevo- La única forma de que volvais a ser humanos es el motivo por el que mandaste a buscar a las princesas Carlisle -el oso panda se removió inquieto-. No soy tan cruel como vuestro querido Edward así que... -la bruja sacó una varita mágica del bolsillo y la agitó apuntando desde el espejo a los animales-. De día sereis humanos, pero de noche seréis bestias. No pongo tiempo al amor pues es algo impredecible. No rompáis el espejo pues os puede servir. Os visitaré regularmente en mi forma humana, si queréis claro y os recomiendo salir de aquí de inmediato pues la noticia recorrió ya todo el pueblo gracias a los criados que escaparon. Os recomiendo cambiar de país. No vayáis a casa de ningún conocido, puede llevarse una sorpresa a la hora de la cena. Yo misma puedo trasportar a vuestras pertenencias y a vosotros conmigo a un nuevo país...

- Aceptamos princesa -la bruja rió- ¿Cómo la podemos llamar?
- Carlisle me podeis llamar Irina. Os doy diez minutos.

Dicho esto Irina agitó la varita y se desvaneció del espejo. Después todos corrieron a recoger sus pertenencias y las pusieron en unos sacos que encontraron en la cocina. A los diez minutos llamaron a la puerta de la sala. Emmett abrió y apareció Irina con su verdadero aspecto. Era guapa. Tenía los ojos de color marrón al igual que su pelo. Si Edward no supiera que era la bruja que les había transformado hubiera intentado ligar con ella. Irina rió. Parecía que también sabía leer los pensamientos. Edward frunció el ceño.

- ¿Os llevaréis el espejo? -Carlisle asintió- ¿Adónde os llevo?
- A Italia. Allí tenemos una residencia que nunca usamos. Diremos que nos la vendieron los reyes de Forks.
- Bien cogeos las manos y haced un círculo. No os olvideis de cerrar los ojos

Se cogieron las manos e hicieron un círculo. Irina agitó la varita y dijo algo que nadie escuchó. En ese momento cerraron los ojos. Cuando los abrieron estaban en su residencia italiana. Se soltaron las manos y Edward suspiró. Cayó una carta desde el techo. Era de Irina.

THe lion and the lamb. Capitulo 1

Hace mucho tiempo en la región de Forks vivía un joven principe llamado Edward. Era moreno, de ojos verdes y de unos dieciocho años. Era guapo y las princesas de todo el mundo intentaban conquistarlo empleando todos sus encantos. Lo que ellas no sabían era que el principe era consentido, déspota y malvado. Trataba a sus padres, llamados Carlisle y Esme, como a esclavos, aunque peor trataba a sus criados de confianza, llamado Emmett, Jasper y Alice. Hasta su hermana, llamada Rosalie, que era caprichosa y consentida le reprochaba esta actitud. El cada vez que le recriminaban algo reía y pasaba de todos. Sus padres estaban intentando que su hijo cambiara un poco, que se arrepintiera y sólo se les ocurría una solución: el amor. Por esto el rey Carlisle mandó a todos sus súbditos a países lejanos para buscar a princesas. Esto ocurrió un mes antes de Navidad. El plan del rey era que en el baile anual de Navidad Edward se enamorara de una de las cientos de princesas que acudirían al baile y que, al estar enamorado los efectos del amor suavizarán su carácter.

El 24 de diciembre las princesas llegaron al castillo del rey Carlisle en carruajes con fantásticos caballos blanco. Todas...menos una. Esta era la princesa india. Esta princesa llegó en elefante y tapada con un velo. Solo se le veían los ojos. También llegaron algunos pretendientes para Rosalie. Desde la ventana de su habitación miraba extrañado a las personas que llevaban y se preguntaba quiénes serían. En aquel momento su padre entró en la habitación y le comunicó que eran invitados suyos y que hiciera todo por agradarles. Dicho esto se fue con su mujer. Por la noche cenaron todos juntos. Edward se dió cuenta de que eran pretendientas para él y para su hermana. Edward se mofaba de los pretendientes pues sabía de buena mano que su hermana estaba perdidamente enamorada de uno de los criados de confianza. En cuanto a sus pretendientas... para ser sinceros las trataba como a esclavas y le interesaba solo el dinero de los padres de ellas. Las princesas no esperaban que Edward el magnífico fuera así. Todas al escuchar sus insultos agachaban la cabeza. Todas menos la princesa india. Esta todavía tapada por el velo le reprochó esta actitud. Edward se levantó de la mesa y le arrancó el velo de la cara diciendo que el velo no le gustaba. Que era hortera y feo. Río cuando vió la cara poco agraciada de la princesa y no dudó en llamarla fea. Ella sonriendo por todo momento le dijo que la verdadera belleza es la del interior del corazón. A esto algunas princesas asintieron. Edward rió de nuevo y le dijo que si de verdad era capaz de apreciar la belleza no diría esas cosas. Después de esto la princesa india enfadada salió de la habitación mientras Edward desproticaba sobre ella. Diciendole cosas como "bruja", "fea y "asquerosa parásita a la que solo le importa el dinero". La princesa salió dando un portazo. Justo después del ruido sonó un estallido tras la puerta. El rey Carlisle mandó a uno de sus criados (Emmett) a que abriera la puerta. Detrás de ella se encontraba una joven bellísima. Rubia, de ojos azules y rostro angelical. Edward embelesado por la joven fue a pedirle un baile. La joven sonrió y le dijo que solo sabía apreciar la belleza exterior y no la del corazón que era la realmente importante. Dicho esto la joven desapareció. En el punto exacto donde había estado estaba de nuevo la princesa india. Las princesas gritaron y se fueron despavoridas juntos con los pretendientes de Rosalie. En la sala solo quedaron la familia real y los criados de confianza la bruja gritó "La verdadera belleza es la del corazón". Entonces las luces se apagaron y ella se convirtió en un denso humo negro. Después de esto se produjeron siete estallidos...

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