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Enlazamé

sábado, 30 de octubre de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 11

Collegio D'Amore

Capítulo 11

El grito

    - ¿Por qué no me contestáis?
    - Porque seguramente somos el negocio de tu padre -dijo Stefan
    - ¿Qué? -Chris les miró muy asustado- Me dijisteis que no me haríais daño
    - Y no pensamos hacerte daño -le dijo Annia dulcemente- No vamos a permitir que te hagan daño
    - Solo sois tres. Además me harán daño o me utilizaran -Stefan y Damon se miraron sorprendidos- No soy tonto -añadió fríamente- Vosotros solo queréis utilizarme.
    - Eso no es verdad -repuso Annia algo irritada- Si quisieramos utilizarte estaríamos todos aquí para sacártelo ¿sabes?
    - ¿Por qué hay guardias en mi puerta?
    - Porque ellos podrían venir a por ti
    - Oh -Chris se ruborizó- Lo siento
    - No pasa nada -le dijo Annia algo fría
    - Lo siento -volvió a repetir
    - Deberías descansar un poco Chris -le dijo Stefan
    - Claro

    En ese momento se acabó la conversación. Annia y Stefan se levantaron de la cama rápidamente y fueron hacia la puerta. Damon les siguió. Chris puso la cabeza sobre la almohada. Parecía algo cansado. Los tres salieron por la puerta. En el pasillo estaban Luca, que parecía algo avergonzado, y Olly. Olly miró a los tres cuando salieron. Parecía que ellos habían dejado de hablar por los tres. Ni Stefan ni Annia se dieron cuenta, pero Damon sí lo hizo. Les miró duramente alzando una ceja. Entonces Olly suspiró y empezó a hablar.

    - Formamos una asamblea y votamos -les explicó
    - ¿Sobre qué? -preguntó inocentemente Annia
    - Sobre si el niño debe quedarse o no.
    - ¡No podéis hacer eso!
    - La mayoría nos inclinamos por el no
    - ¿Y el motivo es? -preguntó Stefan
    - Suponen que los hombres de negro vendrán a buscarles -dijo fríamente Damon- Quieren echarlo aunque saben que lo mataran en cuanto ponga un pie en los terrenos ¿verdad?
    - Sí -respondió Olly algo avergonzada- Seguramente vendrán y si entran nos matarán. Además seguramente dejen de darnos comida y agua
    - Eso es de cobardes -dijo Stefan- Además nosotros tres no votamos.
    - Por eso vine
    - Los tres votamos por el sí -dijo Annia
    - Entonces hay un pequeño problema
    - ¿Cuál?
    - Quedamos empatados
    - ¿Qué hacemos entonces? -preguntó Damon- Yo no pienso dejar que maten al chico.
    - Además yo prometí que lo cuidaría -añadió Annia
    - Supongo que se tendrá que quedar
    - Es la mejor decisión, Olly -le dijo Stefan
    - Tened cuidado. Vigilad por la ventana.
    - Eso haremos. Adiós
    - Adiós chicos. Max ¿vienes conmigo?
    - Claro -dijo él. Parecía que no quería quedarse ni un segundo más ahí

    Mientras, los demás esperaban en el comedor. Jenny estaba muy enfadada. Muchos de sus compañeros habían votado por echar al chico de allí. Una solución de cobardes pensaba. Kate la miraba desde la otra punta. Acababan de pelear. Kate tenía miedo de que les mataran por esconder al chico. Entonces empezó a convencer a los demás, solo algunos apoyaron a Jenny. Si Annia, Damon o Stefan votaban por el no, el chico tendría que irse. Jenny suspiró. Después se levantó y fue hacia la puerta del comedor cuando alguien la cogió por el brazo para que parara. Se giró. Era Aitor. Jenny le puso mala cara. Aitor había votado por el no. Éste suspiró y la soltó. Salió del comedor cuando escuchó unos pasos tras ella. Era Kate. Jenny le puso mala cara a ella también. Kate la miró fijamente.

    - Es lo más seguro -dijo- No puedes culparnos
    - ¡También es lo más cobarde!
    - Lo sabemos
    - Claro, lo más fácil es dejar que el niño muera ¿no?
    - Nosotros no queremos eso Jenny
    - ¿Seguro?. Solo os digo una cosa. Si se va el niño yo voy con él

     En ese momento, Olly volvió. Tras ella estaban Damon, Max y Stefan. Jenny se quedó petrificada. Éstos últimos tenían mala cara. Jenny miró a su hermana. Olly le aguantó la mirada unos cuantos segundos, enseguida parpadeó y volvió a entrar en el comedor. Jenny paró a Stefan.

    - ¿Qué pasó?
    - Quedamos empatados
    - ¿Entonces?
    - No sabemos que pasará. Será mejor que entremos. Annia está vigilando por una de las ventanas.

    Damon y Max se miraban duramente sin hablarse. Stefan intentaba mediar entre ellos. Mientras Aitor se acercaba a Jenny. Ésta le vio e intentó irse, pero no pude. Aitor la había cogido de su brazo derecho. Se dio la vuelta. Aitor intentó disculparse. Le dijo que si fuera por él, el niño se podría quedar. Que había votado que no porque tenía miedo de que entraran y la matarán. Cuando esuchó esto, las lágrimas brotaron sin control desde los ojos de Jenny. Aitor la abrazó y la dejo llorar sobre su camisa. Jenny se disculpó por su comportamiento. Aitor le dijo al oído que si ella quería, él cambiaría su voto. Diría que había cambiado de opinión y entonces el niño podría quedarse. Jenny no le respondió inmediatamente, si no que siguió llorando sobre la camisa de Aitor. Levantó la cabeza y le miró. Había sinceridad en sus ojos. Jenny suspiró y negó con la cabeza. Antes de que terminara el movimiento todos se había quedado petrificados. Un grito rompió el silencio del internado. El grito venía de la planta de arriba y, allí solo habían tres personas. Emma, recuperándose del disparo del hombre de negro, Annia y Chris.

Growing love. Capítulo 4

 Buenos pues antes del capítulo os doy un regalito ;)





    Al día siguiente, Elena despertó muy descansada. Cuando despertó, Damon le estaba acariciando los cabellos. Éste al darse cuenta de que Elena ya no dormía paró inmediatamente. Elena bostezó. Se incorporó lentamente y abrazó a Damon, no sin antes darle las gracias por todo lo que estaba haciendo por ella. Él acarició la espalda de Elena antes de que ella se incorporara. Elena se estiró levemente y abrió el armario. Damon, gracias a su velocidad vampírica, se colocó tras ella.

    - Para hoy yo cogería el top negro con los shorts vaqueros
    - Sé escoger por mí misma, Damon
    - Es para que combine con mi ropa -dijo riendo
    - ¿Perdona? -dijo Elena dándose la vuelta. Tenía una ceja alzada
    - Nada
    - Te voy a decir una cosa -empezó Elena- Te ves...
    - ¿Cómo sexy, hermoso, seductor?
    - ¡Creído! -le recriminó ella riendo
    - Uno de mis pequeños defectos

    Ella soltó una carcajada y cogió la ropa que le había aconsejado Damon. Después cogió su ropa interior de los Lunes y salió de la habitación. Sonriendo fue hacia el baño. Cuando pasó por la puerta de la habitación de Jeremy pegó la oreja. Parecía que Anna se había ido ya. Justo cuando puso la mano en el pomo, alguien abrió la puerta de la habitación de Jenna. Era Alaric. Alaric Salzman. El profesor de historia de Elena. Con la boca abierta, Elena abrió la puerta del baño. Algo aturdida se empezó a desnudar. Al menos hasta que sintió una suave brisa en su cuello. Lentamente se dio la vuelta. Allí estaba Jenna. Aliviada, Elena le sonrió.

    - Sé que es algo incómodo -empezó Jenna- y que te parecerá una locura...
    - Esta bien Jenna -le respondió su sobrina- Me gusta que Alaric sea tu pareja. Es simpático y me gusta. ¿Por él llegaste tarde ayer?
    - En realidad no llegue ayer. Fue hace dos horas
    - Guau -dijo Elena riendo- ¿Dónde estuviste?
    - Bebiendo en el bar. Siempre lo hago con Damon, ya sabes el hermano de Stefan, como no estaba empecé a beber y Rick estaba en la barra... -Jenna se fijó en la solitaria lágrima que recorría la mejilla de Elena- ¿Qué pasó ayer?
    - Nada -dijo Elena dándose la vuelta y siguiendo con lo suyo- Solamente corté con Stefan.
    - Lo sie...
    - No pasa nada Jenna -dijo metiéndose en la ducha- Creo que Jeremy durmió poco anoche. Ve a despertarle.

    Elena se duchó rápidamente, pues sabía que Jeremy necesitaría el baño pronto. Suspirando se envolvió en una toalla. Encendió el secador y se secó el pelo. Después salió del baño. Justo en ese momento, Jeremy se acercaba bostezando. Tenía la parte de arriba de su pijama quitada y Elena supuso que Anna se la llenó de pintalabios y no quería que Jenna lo viera. Sonriendo se apartó y dejó entrar a su hermano. Fue hasta su habitación. Abrió la puerta y entró. Damon estaba tirado en la cama. Elena le miró frunciendo el ceño. Él desapareció un segundo después. Elena se quitó la toalla y se vistió rápidamente. Un segundo después de que se pusiera los shorts bien, Damon ya estaba allí con su habitual sonrisa en la cara. Elena puso los ojos en blanco y se acercó a su tocador. Empezó a maquillarse. Damon se puso tras ella.

    - Yo creo que estas guapa sin eso
    - ¿Eso es un cumplido? -susurró Elena mientras seguía- Sería el primero que me haces
    - Eso es mentira -dijo él frunciendo el ceño- Por cierto debes peinarte
    - Avisame cuando salga Jeremy del baño
    - Vale -dijo Damon mientras seguía mirando a Elena. Tras unos minutos Elena terminó de maquillarse- Ya

    Elena salió rápidamente de su habitación, no sin antes coger la toalla. Jeremy no había dado ni un paso aún. Estaba envuelto con una toalla mientras se secaba con otra. Entró en el baño y se peinó rápidamente. Después bajó las escaleras y puso la toalla en la lavadora. En la cocina, Jenna estaba algo atareada preparando café, tostadas y zumo. Elena miró su reloj. En veinte minutos debía estar en clase, por lo que cogió una tostada y salió apresuradamente de la casa. Abrió la puerta del piloto. Damon ya estaba sentado en el asiento de copiloto. Había ido hasta su casa y se había cambiado de ropa. Se había puesto un polo negro de Calvin Klein y otros vaqueros. Sonriendo, Elena se sentó en el coche. Después se puso el cinturón y finalmente arrancó su Turbo 911.

    Llegó quince minutos después al aparcamiento del instituto. Aparcó y bajó lentamente del coche. Damon la imitó. No dio ni un paso cuando se arrodilló. Se tocaba la frente. Parecía que sentía un gran dolor. No había nadie en el aparcamiento. Nadie excepto Bonnie. Elena miró a sus ojos y ella paró. Ella se arrodilló junto a Damon, quien la abrazó como pudo. Ella le ayudó a incorporase y fue hasta donde estaba Bonnie. Antes de que Elena pudiera abrir la boca, Bonnie habló.

    - Tu Stefan me atacó anoche y seguramente éste -dijo señalando a Damon- estaba compinchado
    - Ya no es mío -dijo Elena fríamente- Y "éste" me salvó al vida anoche cuando Stefan intentó matarme
    - ¿Qué?
    - Ayer descubrí a Stefan con Katherine. Se habían liado y supongo que también acostado. Corté con Stefan e intentó matarme. Me mordió. Damon me salvó
Bonnie. Entonces Damon pudo levantar la cabeza- Lo siento Damon. Nunca lo hubiera imaginado
    - Supongo que eso era un insulto -dijo Damon con una sonrisa
    - Yo no me lo trago -dijo Bonnie alzando una ceja
    - Entonces peor para ti -terció Elena- Damon si te necesito te llamaré
    - Un grito y estaré aquí
    - Gracias Damon
    - No me las des aún

    Damon desapareció un segundo después. Elena miró de nuevo a Bonnie. Ésta sonrió levemente y ambas fueron juntas hacia su primera clase. Historia con Alaric Salzman. Mientras caminaban por los pasillos se encontraron con varios conocidos. Entre ellos estaba Matt, que le dedicó una excepcional sonrisa a Bonnie. Elena decidió no preguntarle por el momento. Cuando llegaron a la clase de Alaric, alguien salía por la puerta.

jueves, 7 de octubre de 2010

Growing Love. Capítulo 3

Bueno este capítulo va dedicado a Ro ^,..,^ El de Collegio D'Amore también pero se me olvidó ponerlo >.<

Growing Love. Capítulo 3


    En ese momento en el hospital, Matt y Bonnie entrelazaban sus dedos. Ambos estaban sentados en dos sillas del hospital. Tyler se acababa de marchar y ambos se sentían solos y desamparados. Bonnie apoyó su cabeza en el hombro de Matt. Las lágrimas de éste caían en su regazo. En ese momento estaban operando a Caroline. Si todo salía bien viviría. Si todo se complicaba moriría. Tenían el cincuenta por ciento de posibilidades de ver a Caroline otra vez. A eso de las cuatro de la madrugada, Liz, la madre de Caroline, volvió acompañada de una chica. La chica tendría unos diecisiete años. Era rubia y sus ojos eran de color azul. Era alta y guapísima. En ese momento estaba llorando. Liz dejó a la chica en una silla junto a Matt y Bonnie y fue a hablar con una enfermera.

    - ¿Quién eres? -le preguntó Bonnie mientras se secaba las lágrimas
    - Soy Marie -Ella les miró- ¿No os habló Caroline de mí?
    - ¿Eres familiar suyo? -terció Matt
    - Soy su novia -Matt la miró aturdido y Bonnie miró con furia a Marie
    - Si venga -empezó Matt- estás de coña ¿no? Porque no tiene ni puta gracia tía
    - ¿Creeis que os estoy tomando el pelo? -dijo Marie mientras se levantaba- Ya claro. Pues que sepais que nos queremos.
    - Invoketotheforcesoflightforthathelpmecalmtranquillitysaidthetruth -murmuró Bonnie sin que nadie la oyera. El hechizo hizo que Marie se calmara
    - ¿Dijiste algo Bonnie? -le preguntó Matt
    - Pensaba en voz alta -Entonces miró a Marie- ¿Es cierto lo que dices?
    - Claro que si -respondió ella- ¿Por qué no os lo creeis?
    - Porque yo soy su novio -dijo Matt incrédulo
    - Le creo Matt -terció Bonnie- Y no pongas esa cara

    Antes de que Matt pudiera decir una palabra, alguien apareció. Era Liz. La enfermera le acababa de informar que la operación había sido un éxito. Estaban tan felices, los cuatro, que no pudieron decir nada más. Unos minutos después Bonnie bostezó y dijo que iba a casa a dormir. Inmediatamente Matt se levantó y dijo que la acompañaban. Salieron del hospital. Mientras caminaban por la calle, Matt abrazaba a Bonnie por los hombros. Bonnie suspiró. En ese momento caminaban junto a un parque. Entonces oyeron un grito. Matt y Bonnie se miraron sorprendidos. Oyeron un gruñido también. Ambos salieron corriendo. Entonces algo les atacó. Bonnie dio vueltas por la arena del parque y consiguió salvarse, pero Matt no. Algo estaba encima de él. Era...era... Elena.

    - ¡Elena! -gritó Bonnie mientras se lanzaba sobre ella- ¡Para!
    - No soy Elena asquerosa humana. Soy Katherine -dijo Katherine antes de lanzarse sobre el cuello de Bonnie. Ella empezó a murmurar un hechizo. De pronto el cuerpo de Bonnie se incendió
    - Alejaté de ella -dijo una voz muy conocida por todos desde un árbol cercano. Era Stefan- Es una bruja, Katherine

    Un segundo después, Katherine y Stefan ya no estaban. Bonnie se acercó corriendo a Matt. Katherine no le había echo perder mucha sangre. Bonnie suspiró y zarandeó a Matt. Este se despertó sobresaltado. Le dolía todo el cuerpo. Se quejó un poco y se levantó, aunque le costó mucho. Se apoyó en Bonnie y ambos empezaron a andar de nuevo.

    - Vamos a casa de mi abuela -dijo Bonnie- Allí estaremos a salvo.
    - ¿Por qué nos atacaron esos dos?
    - Cuando llegemos a la casa de mi abuela te lo explico todo
    - Vale -murmuró con un hilo de voz- cuando me dejes allí pásate por mi casa y cogeme algo de ropa
    - Vale

    Unos diez minutos después ya estaban en la casa de la abuela de Bonnie. Bueno después de la muerte de la abuela, la casa era de Bonnie. Eso es lo que decía el testamento. La casa estaba escasamente decorada. Solo estaba lo inprescindible. Bonnie llevó a Matt al estrambótico sofá del salón. Le ayudó a acostarse. Matt antes de cerrar los ojos le dio las llaves de su casa a Bonnie. Antes de irse, ella le dijo a Matt que no dejara entrar a nadie. Ni siquiera a un conocido como Stefan. Matt asintió con un hilo de voz. Bonnie suspiró y salió por la puerta de la casa. Lo que encontró allí ya lo esperaba. Katherine y Elena estaban apoyados en la valla de la casa con una sonrisa en los labios. Bonnie suspiró de nuevo y se concentró con todas sus fuerzas. Primero sobre la mente de Stefan. Éste empezó a gritar mientras Katherine intentaba calmarle. Cuando consideró que estaba suficientemente débil le paralizó. Después intentó repetir el procedimiento con Katherine. Era demasiado fuerte. No podía hacer nada excepto... Rápidamente cogió una flor del jardín de su casa. Verbena. Estaba camuflada por un hechizo. Bonnie se metió la flor en la boca justo a tiempo. Katherine se había acercado por su espalda y sus colmillos mordían con fuerza su cuello. Al instante, Katherine cayó desplomada a su lado. Bonnie suspiró de nuevo. Se concentró con fuerza en su herida. Ésta desapareció. Cruzó el jardín y al pasar la verja miró a Stefan, al que aun no se le habían pasado los efectos de sus hechizos.

    - Incluso en la muerte tu corazón es puro, Stefan -le dijo Bonnie. Stefan

    Dicho esto Bonnie empezó a correr hacia la casa de Matt. Sabía que Stefan podía entrar ahí, pero no Katherine. Llegó cinco minutos después con algo de flato. Agarrándose las costillas, abrió la puerta. Entró en la casa. Rápidamente subió las escaleras y fue hasta la habitación de Matt. Allí estaba todo muy desordenado. Había ropa por todo el suelo, encima de la cama, junto al ordenador, etc. Picoteándola fue hasta el armario y lo abrió. Estaba medio vacío. De allí cogió algunos vaqueros y camisetas. Después abrió un cajón y saco calcetines y ropa interior. Cogió una mochila, que estaba en el suelo, y metió todo ahí. Se colgó solamente una asa. Salió de la habitación de Matt y corrió escaleras abajo. Abrió la puerta de la casa. Nadie. Había esperado al menos a Stefan. Cerró al puerta con llave. Después, corrió de nuevo por las calles. Cuando iba llegando por una milésima de segundo vio a alguien, seguramente Stefan, que cogía el cuerpo de Katherine. Abrió la verja. Pisó la tierra del camino y caminó hacia la casa. Abrió la puerta y la cerró tras ella. Matt seguía en el sofá. Unos ronquidos leves le indicaban a Bonnie que estaba durmiendo. Sonriendo se acercó a Matt y se tiró sobre él delicadamente. Apoyó la cabeza en su pecho y cayó a los brazos de Morfeo.

Collegio D'Amore. Capítulo 10

Capítulo 10

El tiempo llega a su fin




    Damon, Stefan y Annia llegaron unos minutos después a la habitación de Jake. En la puerta había un chico de dieciocho años. Era moreno y sus ojos eran de color gris. No era muy alto, pero tampoco era bajo. Estaba fibrado. Solía llevar el pelo despeinado y casi siempre iba con una chaqueta negra. En ese momento estaba fumando un cigarrillo. Su nombre era Luca. Cuando vio a Damon, a Stefan y a Annia, dejo de fumar y se acercó a ellos algo preocupado.

    - ¿Qué hacéis aquí? -preguntó
    - Venimos a ver al chico -contestó Annia- Es urgente
    - Ahora está durmiendo -dijo Luca- Costó mucho tranquilizarlo
    - Necesitamos hablar con él
    - No podéis Damon
    - Quieres decir que no debemos ¿no? -dijo Stefan sonriendo- Aunque Annia no participe sería un uno contra dos
    - ¿Estás diciendo lo que yo creo que estás diciendo?
    - Exactamente, así que apartaté

    Tras la oportuna intervención de Stefan, Luca se apartó a regañadientes de la puerta de su habitación. La ventana estaba abierta y las cortinas corridas. La luz entraba abundantemente en la habitación, por lo que las paredes de color celeste se veían aún más claras. La habitación parecía que se había ordenado rápidamente, pues aún había algo de ropa debajo de las camas. En la cama sobrante de esa habitación, la que estaba junto a la ventana, estaba aquel chico. Los tres se acercaron lentamente temiendo despertarlo. Parecía que el chico empezó a tener una pesadilla pues se movía inquieto en la cama. Damon se acercó más rápidamente que los demás y se sentó cuidadosamente en el borde de la cama. Stefan y Annia esperaban de pie. Parecía que estaba a punto de despertarse. Y así lo hizo. Unos segundos después despertaba sobresaltado, pero aún se sobresaltó más cuando vio a Damon, a Stefan y a Annia.

    - Tranquilo -le dijo Annia para tranquilizarlo- No te haremos daño. ¿Cómo te llamas?
    - Chris -respondió el chico- Chris Von Neuschwanstein
    - ¿Por qué te maltrataron? -preguntó Damon mientras le miraba fijamente
    - Porque mi padre murió
    - ¿Quién es tu padre?
    - Dean Von Neuschwanstein
    - ¿Qué tiene que ver él con ellos?
    - Para el interrogatorio Damon -dijo Stefan al ver la cara del pequeño- Por favor
    - Claro. Lo siento si te molestaron mis preguntas Chris
    - No pasa nada
    - ¿Tienes hambre Chris? -le preguntó Annia mientras se sentaba al otro lado de la cama
    - Algo -respondió Chris algo sonrojado
    - Voy a buscarte algo de comer -dijo Damon levantándose mientras miraba a Stefan con las cejas alzadas- Vuelvo enseguida

    Damon salió de la habitación lentamente. Luca aún seguía fuera. Damon le miró duramente. Después fue a la cocina rápidamente. Allí se encontró con Jenny y Olly que de nuevo peleaban. Mientras se acercaba a ellas, Damon las miraba duramente. Al parecer estaban algo intimidadas por la mirada de Damon, pues se pidieron disculpas inmediatamente. Damon les sonrió lo que hizo que se relajaran. Después les pidió algo para darle al niño. Ellas le dieron un plato de arroz sobrante y una pequeña botella de agua recién salida del frigorífico. Damon les sonrió de nuevo cuando le dieron la comida y los cubiertos encima de una bandeja. Después salió de la cocina con paso ligero. Llegó unos minutos después a la habitación de Jake. Esta vez Luca no estaba solo. También estaba allí Irene. Damon le sonrió cuando pasó junto a ella y de nuevo miró duramente a Luca. Eran amigos desde hacía mucho tiempo, pero nunca había tenido esa actitud con él. Entró a la habitación. En ese momento, Annia abrazaba a Chris por los hombros mientras le prometía que si salían de allí, ella le cuidaría. Stefan estaba también sentado en la cama, justo donde había estado Damon antes. Damon, algo confundido, dejó la bandeja en la mesilla de noche. Se sentó junto a su hermano y abrió la boca para preguntar que pasaba.

    - Su madre también murió -dijo Stefan antes de que Damon hablara- su nombre era Elisabeth Von Neuschwanstein
    - Mi hermano mayor también -intervino Chris con un hilo de voz- Su nombre era Paul. Creo que le conocéis
    - ¿Qué? -preguntó Damon
    - El os trajo la comida el primer día. Según tengo entendido después le matar... -se le quebró la voz
    - ¿Cómo?
    - P-pues e-eso -Chris empezó a llorar. Annia le abrazó y le dejó que llorara sobre ella
    - No te preocupes. Tú estás a salvo -decía una y otra vez Annia para calmarlo mientras miraba con reproche a Damon
    - ¿Por qué les mataron? -preguntó Stefan cuando Chris se calmó
    - Por su dinero
    - ¿Tenía mucho?
    - Mucho. Pero tenía un nuevo negocio que le daría aún más. Él y Alexander eran los cabecillas.
    - ¿Qué negocio?
    - Creo que era algo sobre un internado. Muy parecido a este según creo. Por cierto... ¿Qué hacéis aquí?. ¿Por qué no estáis en vuestras casas?

    Ninguno de los tres le contestaron. Damon miró a su hermano y a Annia. Sabía que los tres estaban pensando lo mismo.  Ya tenían una pista y dentro de poco estarían en sus casas. Chris miraba a Annia y ella le miraba a él. Los tres seguramente también pensaban en sacar al chico algo de información. Seguramente sabría mucho sobre "los hombres de negro" pues su hermano era uno de ellos y su padre el cabecilla. Entonces a Damon

domingo, 3 de octubre de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 9

Capítulo 9






Doctora







Tras el umbral de la puerta había un niño pequeño. Tendría unos trece años. Tenía el pelo de color cobrizo. Sus ojos eran de color marrón. Sus cejas eran rectas, sus ojos eran algo pequeños, su nariz era algo respingona y su boca era pequeña. Estaba muy pálido y parecía que iba a desmayarse. Su cara estaba llena de cicatrices y de sangre. Su ropa estaba destrozada y a través de ella se dejaban ver numerosos golpes y hematomas. Stefan, Damon, Edward, Jacob y Aitor se quedaron helados cuando le vieron. Damon fue a ayudarlo a entrar inmediatamente. Justo cuando llegó a su lado, se oyó un disparo. Damon cogió al chico en volandas y lo llevó dentro, mientras los demás cerraron la puerta. La bala no le había dado al chico. Parecía que el franco tirador había fallado. Damon soltó al chico en el suelo y miró hacia el vestíbulo. La bala no había fallado. Le había dado a una chica. La chica tenía dieciocho años. Tenía el pelo de color negro y los ojos de color marrón. Era muy guapa. Su nombre era Emma. Había recibido el disparo en el estómago. Damon la miró. Ella tenía lágrimas en los ojos. Estaba intentando taponarse la herida con sus manos. Damon fue corriendo hacia ella.



- Emma -murmuró él cuando llegó junto a ella

- Damon - le respondió entrecortadamente

- Quedaté tranquila. Te pondrás bien -Los demás estaban en estado de shock- ¡Ayudadla!



La gente pareció reaccionar. Algunos salieron corriendo para buscar a las otras personas, otros cogieron al niño pequeño y lo llevaron a un lugar seguro. Los que quedaban, entre ellos Damon, cogieron a Emma y la llevaron al cuarto que compartía con Jenny y sus otras amigas. La llevaron rápidamente a su cuarto. No sabían que hacer. Emma estaba perdiendo mucha sangre. Entonces llegó Jenny. Le dijo a los demás que se fueran, excepto a Damon.



- ¿Quieres salvarla? -le preguntó Jenny

- Sí

- Entonces ve a buscar una sábana limpia, unas pinzas, aguja e hilo



Damon la miró como si estuviera loca, pero asintió y salió de la habitación. Allí estaban todos, excepto Stefan y Olly. Damon fue hacia una chica de diecisiete años. Era rubia y tenía los ojos de color azul. Era bajita, muy guapa y su piel era blanquecina. Su nombre era Annia y era la mejor amiga de Damon. Inmediatamente le pidió ayuda. Cuando Annia se dió cuenta de lo que pedía, le dijo a Damon que fuera a lavandería a buscar sábanas limpias. Damon asintió y corrió hacia allí. Llegó unos minutos después. En la cesta de la ropa limpia había sábanas. Cogió una y fue corriendo hacia la habitación de Emma. Allí seguían estando los mismos, incluida Annia. Ésta llevaba en sus brazos unas pinzas para depilar, aguja e hilo. Annia le dijo a Damon que era lo único que había encontrado. Damon asintió de nuevo y ambos entraron corriendo en la habitación. Jenny estaba intentando detener la hemorragia. Cuando los vió pareció muy aliviada. Damon le llevó las cosas y se las dejó a su lado. Jenny le dió las gracias y le dijo que podía irse. Damon intentó discutir con Jenny, pero después de que ella le dijera que en ese momento estaba poniendo en peligro la vida de Emma, Damon salió de la habitación seguido por Annia. Cuando salió, Stefan estaba allí. Stefan clavó sus ojos en los de su hermano y lo abrazó.



Una hora después, Jenny salió de la habitación. Buscó con la mirada a Damon y le sonrió. Le hizo señas para que entrara en la habitación. Damon entró corriendo. Emma estaba en su cama dormida. Emma tenía una pequeña cicatriz en el estómago pero por lo demás había salido ilesa. A su lado estaba la sábana con algo de sangre. No mucha. La aguja y el hilo estaban en la mesita de noche. Junto a ellos estaba la bala. Parecía que no le había dado a ningún órgano. Damon se acercó lenta y sigilosamente para no despertarla. Se sentó en la cama junto a ella y le dio un beso en la frente. Un rato después, abrió los ojos. Miró a su alrededor. Parecía desconcertada. Entonces vio a Damon y su cara cambió. Se relajó y se acurrucó en su pecho.



- ¿Dónde estoy? -preguntó ella

- En tu habitación

- ¿Qué me pasó?

- Te dispararon y Jenny te salvó

- ¿Quién lo hizo?

- Un "hombre de negro"

- ¿Por qué?

- No lo sabemos. Por cierto ¿no haces muchas preguntas estando en estado de shock?

- No estoy en estado de shock

- Deberías estarlo

- ¿Por qué?

- Casi que te matan

- Pero no lo hicieron -clavó sus ojos en los de Damon- y no lo harán

- ¿Cómo estás tan segura? -preguntó Damon mirándola y frunciendo el ceño

- Porque no permitiré que nada me separe de ti



Emma se acurrucó en el pecho de Damon de nuevo. Él le beso sus cabellos y la abrazó. Parecía que tras horas de tristeza por fin había llegado la felicidad. En ese momento llamaron a la puerta. Era Sara, la mejor amiga de Emma. Sara era una chica de diecinueve años recién cumplidos. Era morena y sus ojos eran de color azul verdoso. Su pelo era largo. Sus labios eran carnosos. Era muy guapa. Sara se acercó a ellos. Damon se levantó de la cama, no sin antes besar a Emma y se fue. Allí fuera le esperaba su hermano y Annia. Los demás ya se habían ido. Damon abrazó a ambos y fueron juntos hasta la habitación de Blad. Le preguntaron en qué habitación estaba el chico. Le dijo que estaban en la habitación de Jake. Fueron hacia allí. Seguramente sabría algo de los hombres de negro. Algo por lo que le intentaron asesinar.

Growing Love. Capítulo 2

Growing Love. Capítulo 2

Ella despertó horas después. Gimió levemente. Inmediatamente Damon se incorporó. Ella estaba algo mareada. Intentó incorporarse, pero inmediatamente cayó al suelo. Damon la cogió justo a tiempo. Elena le miró. Damon sonrió levemente y la abrazó. Elena se dejó abrazar. Después se aferró a Damon y empezó a llorar. Nunca hubiera pensado que Stefan le pusiera los cuernos, ni tampoco que quisiera matarla. Sollozando siguió llorando sobre la camiseta llena de grasa de Damon. El la dejo llorar. Con una mano la empujaba hacia él mientras que la otra le acariciaba el cabello. Unos minutos más tarda Elena dejó de llorar. Se apartó aun sollozando de Damon y se dio la vuelta. Damon la abrazó por detrás.




- Lo siento -dijo ella- Por mi culpa te peleaste con... -Elena descubrió que no podía pronunciar su nombre- con tu hermano. Además tuviste que estar a mi lado mucho tiempo. Seguro que ni siquiera te alimentaste.

- Tengo una reserva en la bodega -musitó Damon- Además me necesitas

- Puedo cuidarme sola

- No creo

- Estoy perfectamente capacitada...-empezó a decir ella, pero Damon le puso un dedo sobre sus labios

- No estás perfectamente capacitada para enfrentarte tu sola a mi hermano y a la zorra de mi ex -dijo Damon clavando sus ojos en los de Elena- Y no intentó hacer nada

- Lo sé -musitó Elena- Además tengo vervena

- Ya -dijo Damon sonriendo- Por cierto lo siento

- ¿Por? -preguntó Elena extrañada

- Por no matarle y por llenarte ese precioso vestido de grasa

- No pasa nada -dijo Elena mirando su vestido. Estaba lleno de grasa. Inservible- Lo iba a tirar

- Esperame en el sofá -dijo Damon sonriendo- Me voy a duchar. Si me necesitas pega un grito

- Claro

- Por cierto vendré de la ducha así que no asustes

- ¡Damon! -le reprimió ella riendose

- Ahora vuelvo -dijo guiñandole un ojo



Elena soltó una carcajada y fue hacia el sofá. Se acostó sobre él. Puso la cabeza en el cojín de la parte derecha y dejo que su pies sobresalieran por la parte izquierda. Bostezó. Se acomodó sobre el sofá. Cerró sus ojos. Empezó a pensar. Empezó a pensar en Stefan. En los días que habían pasado juntos. En esos momentos. Las lágrimas brotaron de sus ojos de nuevo. No se las secó. Siguió llorando. Después del llanto de unos minutos se durmió. Un instante después sintió como alguien acariciaba sus mejillas. Se despertó sobresaltada. Se tranquilizó cuando vio que era Damon quien le había quitado las lágrimas. Elena se levantó y se fijo en el sofá. Estaba lleno de grasa. Se volvió hacia Damon. No estaba allí. Oyó un crujido a su espalda. Se dio la vuelta de nuevo. El sofá estaba limpio. Abrió levemente la boca y se volvió de nuevo. Allí estaba Damon. Con un polo Armani y unos vaqueros.



- Poderes de vampiro -susurró él- Sorprendentes ¿no?

- Como tú -respondió ella riendo

- Por supuesto pequeña Elena -La miró a los ojos- Si quieres puedo hacer lo mismo contigo

- ¡Damon! -le reprendió ella haciendose la ofendida

- Me deberías conocer ya -dijo él riendo de nuevo



Elena puso los ojos en blanco y cruzó el salón a paso ligero. Entró en el garaje y fue a subirse en su coche. Abrió la puerta del conductor. Allí estaba Damon sentado sonriendo. Elena puso los ojos en blanco de nuevo y fue hasta el asiento del copiloto. Abrió la puerta mientras Damon cerraba la otra. Se sentó sobre un toalla que seguramente Damon había puesto allí. Él arrancó el coche. Mientras Elena miraba por la ventanilla. Aún no podía creer que Stefan le hubiera querido matar. Una lágrima recorrió su mejilla. Se la secó con la palma de la mano. La cara le quedó llena de algo de grasa. Bostezó y miró a Damon. Parecía concentrado en algo. Éste al darse cuenta de que Elena lo miraba giró la cabeza y le sonrió ampliamente.



- Te tengo que decir una cosa -comenzó él- creo que sé quien robó tu ropa

- ¿Katherine? -Damon asintió- Lo suponía

- Yo lo sabía antes de lo de él

- ¿Cómo lo sabías? -musitó Elena. Sabía que no quería conocer la respuesta

- La besé

- ¿Qué la besaste? -Elena miró a Damon algo decepcionada- ¿Por qué?

- Porque creía que eras tú -Damon apartó la mirada de Elena. Ésta al escucharlo se sonrojó levemente- Pensé que eras tú la que me correspondía el beso

- Aún amo a Stefan -murmuró Elena- Siempre fue Stefan

- Ya hemos llegado -dijo Damon- Estaré rondando por aqui por si aparecen



Damon aparcó junto a la casa de Elena. Ambos bajaron del coche. Elena fue junto a Damon y le miró a los ojos. Parecía que lo había herido y lo sentía mucho, pero no encontraba las palabras para decirselo. Besó la mejilla del vampiro y entró en su casa. Dentro estaban solo Jeremy y Anna. Elena les sonrió a ambos y subió las escaleras a paso ligero. Cruzó el pasillo corriendo y entró en su habitación. Buscó en el armario y colocó su pijama en la cama. Después fue hasta el baño y se duchó de nuevo para quitarse la grasa. Terminó rápidamente y salió de la ducha. Se envolvió con una toalla, mientras que con otra se secaba sus cabellos. Cruzó el pasillo. Entró de nuevo en su habitación. Allí dentro estaba Damon.



- Bonito cuerpo. La ventana del baño tenía vistas inmejorables -dijo Damon con una sonrisa

- ¡Damon! -le reprendió ella esta vez indignada de verdad- ¡¿Cómo pudiste?!

- Baja la voz que tu hermano te está intentando hacer tía -Elena abrió al boca sorprendida- Pon la oreja en la puerta de su habitación y lo comprobarás. Por cierto cerré los ojos -Añadió rápidamente guiñandole un ojo

- Eso espero -gruño Elena- Porque como me hayas visto te arranco los ojos

- Tienes carácter -dijo riendo- Por eso no lo hice

- Ahora vete

- ¿Me echas?

- De mi habitación -dijo ella poniendo los ojos en blanco- Me tengo que vestir

- ¡Pero si a mi no me importa! -Elena le miró duramente- Ok, estaré fuera. Si me necesitas pega un grito



Damon salió y Elena suspiró. Se quitó la toalla y se puso el pijama. Después abrió la puerta. Damon la esperaba apoyado en la pared. Al verla sonrió ampliamente. Elena le dio las toallas y le dijo que las metiera en la lavadora. Él la obedeció y un segundo después estaba junto a ella. Elena, antes de cerrar la puerta, oyó ruiditos "extraños" en el pasillo. Suspiró y cerró la puerta. Damon ya había entrado y estaba acostado en su cama. Elena se acostó junto a él. Empezó a bostezar. Apoyó la cabeza en el pecho de Damon, algo que le cogió por sorpresa a él, y empezó a dormir plácidamente.