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Enlazamé

domingo, 5 de diciembre de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 13

Capítulo 13


El secuestro [Parte 2]




    Gruñió de nuevo y empezó a buscar a los demás. Cuando estaba llegando a la puerta del comedor, salió una chica de una habitación. Tendría unos dieciocho años. Tenía el pelo cobrizo. Sus cejas rectas, nariz algo respingona, su boca pequeña con los labios suaves y carnosos... Él clavó sus ojos en los de ella. Esos ojos marrones con los destellos dorados que tanto le gustaban. Él se sentía feliz y triste, seguro y asustado, amado y abandonado... Todo a la vez. Reprimió un sollozo y fue hacia la chica. Ella se quedó quieta. Parecía que no le tenía miedo. Sus lágrimas caían por sus mejillas tras las gafas de sol. Mientras lloraba la miraba. Parecía que ella no le había reconocido. Reprimió de nuevo otro sollozo y rápidamente se tiró sobre ella. Cayeron al suelo juntos. Al final él quedó encima de ella.

    - ¡Mátame! -dijo ella con odio mientras intentaba quitárselo de encima- ¡Hazlo ya!
    - No -musitó él- nunca te mataré. No a ti
    - ¿Qué? -preguntó ella asombrada. Tanto que se quedo petrificada
    - Irene -musitó muy sonrojado- la verdad se descubre con el tiempo. Si quieres descubrirla ven conmigo. Te la mostraré
    - ¡No! -gritó ella decidida- ¡Antes muerta!

    No pudo pronunciar una palabra más pues él había juntado los labios con ella. Sus labios se movieron al unísono. Los labios de ella se abrieron a los de él. Entonces éste le atrapó el labio inferior entre sus dientes. La cogió por la nuca con una mano mientras la otra se enredaba en los cabellos de ella. Ambos jadeaban. Sus lenguas se había enredado. Las manos de ella estaban en la espalda de él. La acariciaba de arriba a abajo. Entonces él se dio cuenta. No se estaba dejando besar. Tampoco había recordado nada. Estaba buscando la pistola. La apartó bruscamente mientras las lágrimas regresaban a sus ojos. Ella se asustó un poco y se levantó. Él la imitó. Entonces sacó la pistola y le disparó un dardo. Cerró sus ojos cuando lo hizo. Después oyó el golpe sordo de su cuerpo. Empezó a sollozar mientras la cogía. Lo hizo delicadamente. Mientras caminaba por los pasillos la miraba. Recordaba también. Llegó hasta donde estaban los otros. La dejó delicadamente, no sin antes besar sus labios dulcemente una vez más. Empezó a vagar por el internado mientras pensaba. Sin darse cuenta llegó hasta la puerta de un baño. La abrió y fue hacia los lavabos. Se limpió la cara. Después miró por todo el baño. Parecía que no había nadie, pero entonces alguien corría hacia la puerta. Él le disparó. Le dio en el brazo. El chico cayó. Él se acercó al chico. Era un chico de unos dieciocho años. Era moreno. Sus ojos eran de color marrón. Era alto, delgado y estaba fibrado. Él le cogió, aunque le costó unos minutos hacerlo. Salió del baño. En el momento en el que cerró la puerta le pareció oír un sollozo. Volvería después, pensó. Le llevó hasta donde estaban los demás. Aliviado le soltó junto a Irene. La miró embelesado durante un instante. Entonces volvió sigilosamente a aquel baño, aunque no supo nunca como llegó tan rápido. Allí empezó a abrir todas las duchas. En la última encontró a otro chico. Tendría unos dieciocho también. Era rubio y sus ojos eran de color azul. Tenía los ojos algo grandes y su nariz era recta. Era alto, delgado y estaban tan fibrado como el otro. Las lágrimas caían por sus mejillas. Mientras él le miraba, Blad se levantó y se lanzó contra él. Forcejearon durante unos segundos, hasta que él le disparó un dardo. Blad cayó sobre el suelo. Difícilmente él le levantó, al igual que a Aitor, y le llevó junto a los demás. Entonces escuchó un murmullo. Éste procedía de una habitación. Sigilosamente se acercó a la puerta. Puso la oreja contra la puerta. Escuchó algunas frases

    - Nos van a ir cogiendo uno a uno -decía una voz de chica- Es mejor que vayamos todos juntos
    - No sabemos cuantos son -dijo un chico- Pudimos con estos tres. Además, Irene mató a los dos que custodiaban los cuerpos de los demás. No podemos arriesgarnos
    - Si Irene no hubiera salido para salvarnos... -dijo de nuevo la chica- Podría matar a éste
    - No digas tonterías Kate -dijo la voz de otra chica- Mi prima solo mató a esos dos porque nos estaban intentando dar una paliza
    - Estoy de acuerdo con Olly, Kate -dijo el chico
    - Olly... Jake... por favor
    - Los demás ya se fueron Kate. Solo quedamos nosotros -dijo Jake- Somos cuatro desarmados y él tiene una pistola
    - Blad y Aitor pueden regresar...
    - Creo que no Olly -dijo la voz de otra chica
    - ¿No quieres que tu novio vuelva, Jenny? -preguntó Olly
    - ¡Claro que sí! ¡Lo mismo que tú con Blad!
    - Bajad la voz -dijo Kate- Podrían oírnos
    - Solamente creo que Aitor y Blad pelearan hasta que los cojan. Nada más -dijo Jenny. Entonces se escuchó un sollozo

    Ese era momento para actuar. Él abrió al puerta de una patada. Ellos le miraron petrificados. Sonriendo él cargó la pistola y fue disparando uno a uno. Empezó a transportar sus cuerpos. Primero el de una chica morena. Tenía los ojos de color marrón chocolate. Sus facciones eran delicadas. Era alta, guapísima y tenía unas buenas piernas. Después cogió a la chica rubia. Era muy parecida a la morena. Sus ojos exactamente iguales. También alta, guapísimafibrado que los otros dos. Le costó algo levantarlo, pero lo llevó más rápidamente que a los otros dos. Cuando terminó se secó el sudor de su frente y resopló. Aún le quedaba trabajo.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Growing love. Capítulo 7

    Stefan esperó a Elena en el pie de las escaleras. Extendió su mano derecha. Elena se la cogió sonriendo. Juntos subieron las escaleras. Llegaron rápidamente al pasillo. Stefan la llevó hasta la puerta de la habitación de Damon. Allí le soltó la mano y abrió la puerta. La habitación era como el propio Damon. Oscura, pero con un aire romántico, estilosa y algo seductora. Elena se acercó rápidamente a la cama de dosel sobre la que estaba acostado. Stefan le había quitado la camisa y su pecho estaba cubierto de vendas. Elena le acarició la cara dulcemente. Damon abrió los ojos sobresaltado. Al ver la ternura y el amor en los ojos de Elena se tranquilizó. Elena le sonrió dulcemente. Le abrazo con cuidado.

    - Lo siento -dijo ella- fue todo culpa mía
    - No lo sientas. Además Katherine solamente quiere jugar
    - Entramos en su juego ¿verdad?
    - Exacto. Al menos ahora no nos molestará...
    - ¿Cómo? -le interrumpió Elena- ¡Es Katherine!
    - No nos molestará por el momento. Hicimos lo que ella quería
    - ¿Y cómo sigue ahora el juego?
    - Ella lo decidirá -terció una voz desde la puerta. Era Stefan- Puede venir, puede matarnos, puede convertir o torturar a un ser querido... Si entras en su juego puedes salir muy mal parado. Al menos sabéis que primero me matará a mí.
    - ¿Por qué? -preguntó Damon- ¿Qué hiciste?
    - La dejé
    - Uff... no hay nada peor que Katherine despechada -hicieron una mueca- Te daría un gran abrazo si pudiera moverme

    Stefan soltó una carcajada. Damon le imitó. Elena miró a ambos. Por fin habían vuelto a llevarse medianamente bien. Por fin se comportaban como verdaderos hermanos. Entonces se oyó un ruido en la ventana. Una pequeña piedra había cascado el cristal. Elena se acercó a la ventana. Damon y Stefan empezaron a protestar. Entonces el cristal se rompió. Stefan protegió a Elena de los cristales. Entró alguien. Ella miró por encima del hombro de Stefan. La persona que acababa de entrar era... era Lexi. Alta, esbelta y guapísima, como siempre. Los tres se quedaron petrificados al verla. ¿Sería un peón de Katherine o estaría de su parte?. Antes de que se dieran cuenta, Stefan y Elena estaban siendo abrazados por ella. Ambos estaban muy sorprendidos. La mandíbula de Stefan colgaba libremente. Lexi, que no se dio cuenta de nada, se acercó a la cama de dosel sobre la que estaba Damon.

    - No te pregunto que te pasó -dijo Lexi- seguro que te lo merecías
    - Me salvó la vida -susurró Elena
    - Dos veces -añadió Stefan
    - ¿Y tú donde estabas para que la salvara él? -preguntó Lexi- ¡Es tu novia!
    - La primera vez... atacándola. La segunda aquí, en casa, recuperándome
    - ¡¿Qué?!
    - Katherine -terció Damon con voz débil
    - ¿Ha vuelto? -Stefan asintió- Y tú volviste como un perrito faldero tras 145 años ¿verdad?

    Stefan se sonrojó levemente. Lexi puso los ojos en blanco y abrazó de nuevo a su mejor amigo. Después cogió la mano izquierda de Stefan y ambos salieron de la habitación. Elena abrió una botella de Gin Tonic y la mezcló con algo de sangre 0-, su mismo tipo de sangre, la favorita de Damon. El olor a alcohol inundó la habitación rápidamente. Elena le puso el vaso en los labios de Damon. Él los abrió lentamente, cuando lo hizo ella dejó caer el extraño contenido en su interior. Él lo aceptó gustosamente. Elena le rellenó el vaso de nuevo. Lo vertió en el interior de Damon. Éste abrió los ojos de nuevo. Miró a Elena. Ésta se levantó y dejó ambas botellas y el vaso en la mesa de las que la había cogido, estaba en el centro de la habitación. Después se sentó en la cama junto a Damon. Le cogió la mano y entrelazó sus dedos. Damon se volvió a dormir rápidamente. Elena miraba a Damon, casi embelesada. Pensaba darle una oportunidad... si se lo pedía claro. Elena, sin soltar la mano de Damon, se metió en la cama junto a él y puso su cabeza encima de su pecho. Parecía que ya no le dolía tanto. Minutos después, pese a no estar muy cansada, cerró los ojos y cayó en los brazos de Morfeo...

    Mientras, en el instituto, Bonnie y Matt caminaban por los pasillos. Bonnie había fingido una enfermedad en la clase de Filosofía y supuestamente Matt la acompañaba a enfermería. En realidad, estaban buscando a Elena. Matt había visto unas gotas de sangre en la clase anterior. Estaba seguro de que algo había pasado con Elena, por lo que se lo dijo a Bonnie. Ella le creyó inmediatamente. La buscaron en la hora de la comida. No la encontraron. En ese momento habían salido a buscarles de nuevo. No estaba ni en los baños, ni en el patio, ni en el aparcamiento... Además Bonnie se había fijado en que el coche de Elena no estaba allí. Al que si vieron fue a Stefan. Estaba muy pálido y parecía temeroso. Como si esperara algo... o a alguien. Iba junto a una chica rubia, alta, esbelta y muy guapa. Ella no era alumna del instituto, por lo que ni Bonnie ni Matt la conocían. Se cruzaron dos veces con ellos. La primera vez fue junto a la clase de Alaric cuando Matt y Bonnie fueron a mirar la sangre de nuevo antes de que llegaran los alumnos o el propio Alaric. La segunda vez fue junto a los baños minutos después. No encontraron a Elena, por lo que Bonnie fue hacia la enfermería y Matt volvió a la clase. Terminó la hora. Ni Matt ni Bonnie tenían más clases, por lo que éste último fue a buscarla a la enfermería. Bonnie, que se sabía gracias a Elena el horario de Stefan, sabía que tampoco. Matt y ella acordaron abordarlo antes de que se fuera. Buscaron por todos sitios. Finalmente le encontraron...

Collegio D'Amore. Capítulo 12

Capítulo 12


El secuestro [Parte 1]


    Damon y Stefan fueron los primeros en reaccionar. Corrieron hacia el vestíbulo. Cuando iban a subir las escaleras, la puerta principal se abrió de par en par. Tras ella, cinco hombres de negro les miraban con odio. Antes de que pudieran dar un solo paso, los hombres de negro dispararon a ambos. Stefan reaccionó e intentó proteger a su hermano. Por lo que recibió los dos disparos. Uno le dio en el pecho y el otro en la pierna derecha. Antes de caer, Stefan se miró su pecho y su pierna derecha. Le acababan de disparar dardos tranquilizantes. Después cayó por las escaleras sin poder evitarlo a los brazos de Morfeo.

    Damon seguía petrificado. Uno de los hombres de negro le disparó un dardo mientras sonreía ampliamente. Damon rodó un tramo de las escaleras y cayó sobre su hermano. Tres hombres de negro salieron corriendo. Los dos restantes se quedaron junto a la puerta para que nadie escapara. Uno de los tres hombres de negro fue a la planta de arriba. Justo cuando puso el pie en el pasillo de las habitaciones, una chica salía de allí. Esa chica era Annia. Ésta pensó en gritar. Cuando estuvo apunto de hacerlo, el hombre de negro se abalanzó sobre ella. Mientras él la golpeaba, ella se defendía como podía. Finalmente, Annia logró morder su cuello. El hombre de negro, enfadado, empezó a golpearla brutalmente. Annia quedó inconsciente. El hombre le clavó uno de los dardos y la llevó al pie de las escaleras. Allí ya estaban atados Stefan y Damon. Cuando terminó de atarla subió de nuevo. Empezó a registrar todas las habitaciones, hasta que finalmente en una encontró a una chica. Esa chica era Emma. Ésta gritó. Algo que no le sirvió de nada, pues estaba sola en la planta de arriba. El hombre se fijó en que no se podía mover.

    - Parece que te salvaron ¿no? - preguntó él con un fuerte acento alemán
    - ¿Qué dices?- le respondió ella muy asustada
    - No nos sirves -la miró fríamente mientras sacaba la pistola
    - Por favor... no me mate... haré lo que usted quiera... por favor -dijo ella entre sollozos

    Entonces el hombre de negro disparó. Sonrío ampliamente. Le gustaba hacerle creer a esa chica que la podría matar si él quisiera. Sin embargo no lo hizo por que intuyó que le podría servir. La cogió bruscamente. Fue hacia el umbral de la puerta. Fue a traspasarlo, pero alguien se lo impidió. Era un chico pequeño. Su pelo era de color cobrizo. El hombre sonrió leve y le apartó delicadamente. Después fue hacia las escaleras de nuevo. Parecía que los demás estaban teniendo dificultades para atrapar a los demás, pues solo estaban los que él había capturado, aparte de los dos hermanos. Dejó a la chica junto a los demás y fue hacia uno de los pasillos de la planta baja. Puso su oreja en todas las puertas esperando oír un susurro. Finalmente lo consiguió. Abrió la puerta lentamente. Era un cuarto muy pequeño. Dentro solo había dos lavadoras y una secadora, aparte de un chico. Tendría unos diecinueve años mas o menos. Era moreno. Sus ojos eran de color marrón, casi tan negro como su pelo. Llevaba una barba de varios días. Sus ojos mostraban desesperación. Sonriendo le lanzó un dardo tranquilizante. El chico lo esquivó ágilmente. Gruñiendo, el hombre de negro le hizó un placaje y le dejó tirado en el suelo. Después, le durmió con el dardo. El hombre de negro frució el ceño. ¿El chico estaba hablando solo?. Habría jurado que acababa de escuchar un susurro. Entonces oyó un crujido a su espalda. Se dio la vuelta rápidamente. Una chica estaba corriendo por el pasillo. Tendría unos diecinueve años. Mas o menos igual que el chico que acababa de atrapar. El hombre de negro se lanzó contra ella. Era morena y sus ojos eran de un color azul verdoso. Su pelo era largo. Sus labios carnosos. Era bastante guapa. El hombre de negro la tiró contra el suelo. Ella sollozaba inaudiblemente.

    - Por favor no le mate -dijo ella mientras clavaba sus ojos en los de él
    - Dame una buena razón pequeña -contestó de forma burlesca
    - Le quiero -el hombre de negro sonrió- No mate a mi Iker por f... ¡Ah!

    No pude decir una palabra más, pues el hombre de negro le acababa de clavar un dardo en su pierna derecha. Sonriendo, el hombre de negro se levantó y la cogió. La llevó junto a los demás. Los otros inútiles no habían cogido a nadie. Los dos que custodiaban a los que él había llegado le miraron. Después dijeron que los demás estaban vigilando la entrada por si se escapaba alguno. "¡Inútiles!" exclamó antes de ir a recoger a Iker. Llegó allí rápidamente. Lo cogió. Se dio cuenta de que al caer se había dado un golpe en la cabeza. Tenía muy mala pinta. Lo llevó rápidamente con los de la puerta. Cuando llegó vio que ambos estaban inconscientes. Él soltó un gruñido y dejó a Iker en el suelo. Junto a Sara. Sacó la cabeza por las puertas de robles. Un hombre de negro estaba rondando por allí

    - ¡Tú! -masculló él- No salió nadie ¿verdad?
    - No salió nadie, señor -respondió el otro

    Gruño de nuevo y cerró la puerta cuando metió la cabeza de nuevo. Miró a su alrededor. Nada. Ni nadie. Miró los cuerpos de los hombres de negro. Aterrorizado vio como ambos tenían clavados cuchillos en el corazón. Le intentó encontrar el pulso a ambos. Ninguno tenía. Gruño esta vez más fuerte. Cogió sus cuerpos y los tiró fuera del internado, alarmando al guardia. Cerró la puerta de nuevo

    - ¡Salid, pequeños, salid. Os daré un paliza tan grande que desearíais no haber nacido nunca!

viernes, 19 de noviembre de 2010

Growing love. Capítulo 6

 Capitulo dedicados a las Stefanitas de Vd ;)

    Katherine rió al ver la cara de la pobre Elena. Elena la miró muy mal. Katherine, aún riendo, no apartó la mirada de Elena. Ésta si la apartó rápidamente. Los ojos -sus ojos- de Katherine emitían un brillo maléfico. Ese brillo podría aparecer alguna vez en sus ojos... Se estremeció. Después miró a su madre, a Isobel. Ella no le devolvió la mirada. Finalmente, Elena miró a Lee. Ella se sentía traicionada. Lee miraba fijamente a Damon. Le miraba con repugnancia. Damon se había colocado delante de ella sin que se diera cuenta. Tenía una postura defensiva. La estaba protegiendo.

    - ¿Qué planeas? -le preguntó Elena a Katherine por encima del hombro izquierdo de Damon
    - Solamente quiero hablar con un viejo amigo
    - Mentira -susurró Damon- no es lo que buscas
    - Sabes que me gusta jugar Damon -Katherine rió- no te diré lo que planeo... a menos que...
    - ¿Por qué estás aquí? -dijo Damon ignorandola
    - No te lo diré
    - ¿Y que haces aquí?
    - Jugar con mi almuerzo

    Damon gruñió a Katherine. Ésta rió de nuevo. Empezó a dar vueltas. Estaba buscando un punto débil en la defensa de Damon. La estaba acechando. Lee estaba preparado para atacar. Seguía mirando a Damon fijamente. Isobel, sin embargo, no se había movido. Miraba al suelo y a su hija alternativamente. Nunca miraba mucho a Elena. Parecía que su imagen le quemaba los ojos. Damon miraba alternativamente a Katherine y a Lee. Mucho más a ella, por supuesto. Un segundo después de que Elena se fijara en todo eso, Katherine fue hacia una mesa, a velocidad humana, y le arrancó una pata. La tiró contra el punto débil de la defensa de Damon. Contra Elena. Pocos segundos después, Elena salía con Damon por la ventana. Él la llevaba en volandas. Cayeron suavemente en los jardines. Damon, a velocidad vampírica, fue junto al coche de Elena. La metió dentro y se metió él después. Entonces, Elena se fijó en que la pata de la mesa traspasaba la camisa de Damon. No había tocado por un pelo su corazón.

    - No te preocupes -dijo él tranquilizandola
    - ¿Qué no me preocupe? -preguntó- ¡Casi te matan!
    - Falló
    - Por muy poco
    - Falló aposta. Si hubiera querido matarnos ya lo habría echo, pero de momento no estamos a salvo. Vamos a mi casa
    - Pero...
    - Sin peros -dijo Damon fríamente

    Elena arrancó el coche con el ceño fruncido. No le gustaba que le dieran órdenes, pero Damon parecía necesitarlo de verdad. Condujo por todo el pueblo a mayor velocidad de la permitida. Mientras conducía por la carretera que llevaba a casa de los Salvatore, miraba por la ventanilla. Esperaba ver a Katherine, a Isobel, a Lee o... a Stefan. Aunque estuviera con Katherine. Ella necesitaba verlo. Elena suspiró. Parecía que Damon lo había comprendido, pues había fruncido el ceño mientras la miraba. Elena pisó el acelerador aún más. Minutos después, su coche ya estaba aparcado en el garaje de los hermanos Salvatore. Al salir, Damon se tambaleó un poco. Elena fue rápidamente junto a él. Dejó que él se apoyara en ella. Caminaron por el garaje lentamente. Por fin llegaron a la puerta que comunicaba con el salón. Elena giró el pomo lentamente y abrió la puerta. Tras el umbral no había nadie. Un segundo después si había alguien. Era... era Stefan. Ni siquiera se molestó en preguntarle que hacía allí a Elena cuando vio a Damon. Inmediatamente apartó a Elena, sin apenas tocarla, y cogió a Damon. Gracias a su velocidad vampírica se lo llevó rápidamente. Mientras Elena entró al salón. Alguien carraspeó. Stefan acababa de entrar de nuevo. En su mano llevaba la pata de la mesa que Katherine tiró contra ella.

    - Lo siento -dijo antes de que Elena dijera algo- por todo
    - ¿Debería aceptar tus disculpas?
    - Dejé a Katherine -Stefan miró a Elena- casi me mata. Se puso furiosa. Por eso fue a buscarte. Por cierto, no te digo esto para que volvamos
    - ¿Entonces?
    - Lo dije para que lo supieras. Para que cuando Damon o tú necesiteis ayuda estaré ahí
    - Gracias Stefan
    - Fuí un imbécil -dijo- sabía que tenía que conocerte. Solamente necesitaba conocerte para saber si superé lo de Katherine
    - Lo hiciste Stefan. Yo lo sé -Elena se acercó a Stefan y le abrazó
    - No te merezco ni como amiga -Las lágrimas de Stefan cayeron sobre el cabello de Elena- Y mucho menos como novia
    - ¿Entonces quién me merece?
    - Sabes que está enamorado de ti -Elena se sonrojó- y que besó a Katherine pensando que eras tú. Damon nunca quiso a nadie, excepto a Katherine. Te abrió su corazón, por favor no lo rompas como hizo ella. Como hizo Katherine.
    - La única diferencia entre nosotras es que ella es una gran perra y yo no.
    - Ahora lo sé -dijo Stefan mirando a Elena a los ojos- Estaba liada con Lee también
    - ¿Y qué pasó con Lexi?
    - Intento encontrarla
    - Lo harás
    - ¿Cómo estás tan segura?
    - Una vez sentí celos de Lexi...
    - ¡Era solo una amiga, Elena! -la interrumpió Stefan
    - ...y no creo que tuviera motivos
    - Exacto
    - Pero creo que te gusta -Stefan se sorprendió al sentir como se sonrojaba- aunque siempre estuviste...
Damon lo pudo olvidar cuando te conoció, pero yo...
    - Tú también lo hiciste, Stefan. Tú me amaste. No por mi aspecto, sino por mi corazón -Stefna sonrió levemente
    - ¿Quieres ver a Damon? -Elena asintió- ven conmigo

domingo, 7 de noviembre de 2010

Growing love. Capítulo 5

    Entonces Elena entendió el "no me las des todavía" de Damon. Era Stefan. Él clavó sus ojos en el cuello de Elena. Ella intentó entrar a la clase, pero algo se lo impidió. Stefan la tenía cogida del brazo. Le apretaba tan fuerte como el día anterior. Entonces Bonnie compuso en su cara una sonrisa macabra y miró a Stefan. Elena se fijó en la gotas de sudor que había en la frente de Bonnie. Unos segundos después, Stefan soltó una carcajada y soltó el brazo de Elena. Bonnie parecíe ligeramente sorprendida. Stefan entró en la clase seguido por Bonnie y Elena. Cada uno se sentó en su sitio correspondiente. Minutos después, entró Alaric. Parecía más feliz que de costumbre. Parecía que nadie, excepto Elena, lo notaba. Elena no atendía la clase de Alaric. Hablaba de Primera Guerra Mundial. Elena para distraerse un poco miró por la ventana. Por ella veía el cielo azul, los pájaritos que cantaban en las copas de los árboles, los que volaban por el cielo... Libres. Elena sacudió la cabeza y miró de nuevo. Allí había algo que no estaba antes. Era Isobel. Elena estubo segura de que Alaric también lo había visto, pues perdió el hilo de lo que estaba diciendo. Alaric intercambió una mirada con Elena unos minutos después. Estaba pálido. Elena supuso que estaba pensando en la misma persona que ella. Jenna. Las tres horas se le pasaron muy lentamente a Elena. Cuando por fin terminaron fue al sitio de Bonnie. Antes de que llegara Stefan la tenía nuevamente cogida del brazo. Elena miró a su alrededor. Todos se habían ido, excepto Bonnie. Ésta tenía de nuevo gotas de sudor en su frente.

    - Tenemos que hablar -le dijo él- Ahora
    - No
    - ¿Por qué?
    - ¡Porque no te quiero volver a ver en mi vida! -Elena clavó sus ojos en los de Stefan- ¿Entiendes?
    - No -dijo él apartando sus ojos de los de ella- Yo te quiero
    - ¿Por qué no lo pensaste antes?
    - Fue un error
    - Claro, por eso salvaste a Katherine ¿verdad? -terció Bonnie- Por eso quisiste matarnos a Matt y a mí
    - Fue otro error -dijo mirando a Bonnie- Por cierto deja de intentar atacarme. No conseguiras nada
    - ¿Por qué? -preguntó Elena. Miró a Bonnie. Ésta miraba una pulsera que llevaba Stefan
    - Por que Emily encantó esa pulsera para proteger a alguien de brujas -dijo Bonnie con un hilo de voz- Supongo que sería a Katherine
    - Bingo -dijo Stefan mientras miraba a Elena de nuevo- Elena por favor dejame hablar contigo
    - Primero deja a Katherine
    - La quiero -Elena veía el dolor de Stefan en sus ojos- y a ti también
    - Damon -murmuró Elena segura de que él la escucharía

    Un segundo después Elena volaba por los aires. Ésta sintió que no se hacía daño al caer. Miró a Bonnie. Estaba murmurando algo. Cuando se pudo incorporar corrió hacia ella. La cogió de un brazo y se la intentó llevar, pero no pudo. Elena no podía ver la pelea de los hermanos Salvatore, pues eran demasiado rápidos con los golpes. Brevemente se fijaba en alguna escena, como cuando el codo derecho de Stefan impactaba en el estómago de Damon o cuando el puño de Damon impactaba contra la nariz de Stefan. Fueron unos minutos angustiosos para Elena, pero al fin acabó la pelea. Stefan escapó por la ventana. Elena fue corriendo hacia Damon. Estaba lleno de sangre, de ambos, tenía cortes en la cara y la camisa medio desgarrada.
   
    - Me curaré rápido -dijo él al ver la cara de Elena- soy un vampiro ¿recuerdas?
    - Sí -dijo Elena con un hilo de voz
    - Me las va a pagar -murmuró Damon
    - ¡Ni se te ocurra ir a buscarle! -le gritó Elena- Tiene la protección de Katherine y también de Isobel
    - Lo sé. Isobel me entretuvo. Hubiera llegado mucho antes.
    - ¿Qué le pasó?
    - Está bien -dijo Bonnie. Elena la miró- Siento su presencia. Viene hacia aquí, y no sola

    Elena se fijó de nuevo en Damon. Ya tenía todas las heridas cicatrizadas. No se notaba que había tenido la pelea, excepto por la camisa destrozada. Antes de que Elena abriera la boca, él desapareció. Volvió unos diez segundos después con una camisa exactamente igual a la que le había destrozado Stefan. Damon, con ademán protector, se puso delante de Elena. Entonces la puerta se abrió. En su umbral estaban tres vampiros conocidos. A Elena se le salieron los ojos de sus órbitas cuando les vió. Katherine, exactamente igual que Elena hasta en la ropa, Isobel, también parecida a Elena y... Lee. Era totalmente imposible. O no, pensó Elena. Lee siempre había tenido celos de la relación de Lexy y Stefan, pero Elena estaba segura de que Lexy nunca se habría puesto de parte del nuevo Stefan. Sí, por culpa de Damon casi mataron a Lexy, fue una suerte que en ese momento encontraran a otro vampiro y dejaran a Lexy muy malherida. Elena recordaba como entre Stefan y Lee la cuidaban hasta que se puso bien. También recordaba su relación con ella. Como se habían echo buenas amigas...

sábado, 30 de octubre de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 11

Collegio D'Amore

Capítulo 11

El grito

    - ¿Por qué no me contestáis?
    - Porque seguramente somos el negocio de tu padre -dijo Stefan
    - ¿Qué? -Chris les miró muy asustado- Me dijisteis que no me haríais daño
    - Y no pensamos hacerte daño -le dijo Annia dulcemente- No vamos a permitir que te hagan daño
    - Solo sois tres. Además me harán daño o me utilizaran -Stefan y Damon se miraron sorprendidos- No soy tonto -añadió fríamente- Vosotros solo queréis utilizarme.
    - Eso no es verdad -repuso Annia algo irritada- Si quisieramos utilizarte estaríamos todos aquí para sacártelo ¿sabes?
    - ¿Por qué hay guardias en mi puerta?
    - Porque ellos podrían venir a por ti
    - Oh -Chris se ruborizó- Lo siento
    - No pasa nada -le dijo Annia algo fría
    - Lo siento -volvió a repetir
    - Deberías descansar un poco Chris -le dijo Stefan
    - Claro

    En ese momento se acabó la conversación. Annia y Stefan se levantaron de la cama rápidamente y fueron hacia la puerta. Damon les siguió. Chris puso la cabeza sobre la almohada. Parecía algo cansado. Los tres salieron por la puerta. En el pasillo estaban Luca, que parecía algo avergonzado, y Olly. Olly miró a los tres cuando salieron. Parecía que ellos habían dejado de hablar por los tres. Ni Stefan ni Annia se dieron cuenta, pero Damon sí lo hizo. Les miró duramente alzando una ceja. Entonces Olly suspiró y empezó a hablar.

    - Formamos una asamblea y votamos -les explicó
    - ¿Sobre qué? -preguntó inocentemente Annia
    - Sobre si el niño debe quedarse o no.
    - ¡No podéis hacer eso!
    - La mayoría nos inclinamos por el no
    - ¿Y el motivo es? -preguntó Stefan
    - Suponen que los hombres de negro vendrán a buscarles -dijo fríamente Damon- Quieren echarlo aunque saben que lo mataran en cuanto ponga un pie en los terrenos ¿verdad?
    - Sí -respondió Olly algo avergonzada- Seguramente vendrán y si entran nos matarán. Además seguramente dejen de darnos comida y agua
    - Eso es de cobardes -dijo Stefan- Además nosotros tres no votamos.
    - Por eso vine
    - Los tres votamos por el sí -dijo Annia
    - Entonces hay un pequeño problema
    - ¿Cuál?
    - Quedamos empatados
    - ¿Qué hacemos entonces? -preguntó Damon- Yo no pienso dejar que maten al chico.
    - Además yo prometí que lo cuidaría -añadió Annia
    - Supongo que se tendrá que quedar
    - Es la mejor decisión, Olly -le dijo Stefan
    - Tened cuidado. Vigilad por la ventana.
    - Eso haremos. Adiós
    - Adiós chicos. Max ¿vienes conmigo?
    - Claro -dijo él. Parecía que no quería quedarse ni un segundo más ahí

    Mientras, los demás esperaban en el comedor. Jenny estaba muy enfadada. Muchos de sus compañeros habían votado por echar al chico de allí. Una solución de cobardes pensaba. Kate la miraba desde la otra punta. Acababan de pelear. Kate tenía miedo de que les mataran por esconder al chico. Entonces empezó a convencer a los demás, solo algunos apoyaron a Jenny. Si Annia, Damon o Stefan votaban por el no, el chico tendría que irse. Jenny suspiró. Después se levantó y fue hacia la puerta del comedor cuando alguien la cogió por el brazo para que parara. Se giró. Era Aitor. Jenny le puso mala cara. Aitor había votado por el no. Éste suspiró y la soltó. Salió del comedor cuando escuchó unos pasos tras ella. Era Kate. Jenny le puso mala cara a ella también. Kate la miró fijamente.

    - Es lo más seguro -dijo- No puedes culparnos
    - ¡También es lo más cobarde!
    - Lo sabemos
    - Claro, lo más fácil es dejar que el niño muera ¿no?
    - Nosotros no queremos eso Jenny
    - ¿Seguro?. Solo os digo una cosa. Si se va el niño yo voy con él

     En ese momento, Olly volvió. Tras ella estaban Damon, Max y Stefan. Jenny se quedó petrificada. Éstos últimos tenían mala cara. Jenny miró a su hermana. Olly le aguantó la mirada unos cuantos segundos, enseguida parpadeó y volvió a entrar en el comedor. Jenny paró a Stefan.

    - ¿Qué pasó?
    - Quedamos empatados
    - ¿Entonces?
    - No sabemos que pasará. Será mejor que entremos. Annia está vigilando por una de las ventanas.

    Damon y Max se miraban duramente sin hablarse. Stefan intentaba mediar entre ellos. Mientras Aitor se acercaba a Jenny. Ésta le vio e intentó irse, pero no pude. Aitor la había cogido de su brazo derecho. Se dio la vuelta. Aitor intentó disculparse. Le dijo que si fuera por él, el niño se podría quedar. Que había votado que no porque tenía miedo de que entraran y la matarán. Cuando esuchó esto, las lágrimas brotaron sin control desde los ojos de Jenny. Aitor la abrazó y la dejo llorar sobre su camisa. Jenny se disculpó por su comportamiento. Aitor le dijo al oído que si ella quería, él cambiaría su voto. Diría que había cambiado de opinión y entonces el niño podría quedarse. Jenny no le respondió inmediatamente, si no que siguió llorando sobre la camisa de Aitor. Levantó la cabeza y le miró. Había sinceridad en sus ojos. Jenny suspiró y negó con la cabeza. Antes de que terminara el movimiento todos se había quedado petrificados. Un grito rompió el silencio del internado. El grito venía de la planta de arriba y, allí solo habían tres personas. Emma, recuperándose del disparo del hombre de negro, Annia y Chris.

Growing love. Capítulo 4

 Buenos pues antes del capítulo os doy un regalito ;)





    Al día siguiente, Elena despertó muy descansada. Cuando despertó, Damon le estaba acariciando los cabellos. Éste al darse cuenta de que Elena ya no dormía paró inmediatamente. Elena bostezó. Se incorporó lentamente y abrazó a Damon, no sin antes darle las gracias por todo lo que estaba haciendo por ella. Él acarició la espalda de Elena antes de que ella se incorporara. Elena se estiró levemente y abrió el armario. Damon, gracias a su velocidad vampírica, se colocó tras ella.

    - Para hoy yo cogería el top negro con los shorts vaqueros
    - Sé escoger por mí misma, Damon
    - Es para que combine con mi ropa -dijo riendo
    - ¿Perdona? -dijo Elena dándose la vuelta. Tenía una ceja alzada
    - Nada
    - Te voy a decir una cosa -empezó Elena- Te ves...
    - ¿Cómo sexy, hermoso, seductor?
    - ¡Creído! -le recriminó ella riendo
    - Uno de mis pequeños defectos

    Ella soltó una carcajada y cogió la ropa que le había aconsejado Damon. Después cogió su ropa interior de los Lunes y salió de la habitación. Sonriendo fue hacia el baño. Cuando pasó por la puerta de la habitación de Jeremy pegó la oreja. Parecía que Anna se había ido ya. Justo cuando puso la mano en el pomo, alguien abrió la puerta de la habitación de Jenna. Era Alaric. Alaric Salzman. El profesor de historia de Elena. Con la boca abierta, Elena abrió la puerta del baño. Algo aturdida se empezó a desnudar. Al menos hasta que sintió una suave brisa en su cuello. Lentamente se dio la vuelta. Allí estaba Jenna. Aliviada, Elena le sonrió.

    - Sé que es algo incómodo -empezó Jenna- y que te parecerá una locura...
    - Esta bien Jenna -le respondió su sobrina- Me gusta que Alaric sea tu pareja. Es simpático y me gusta. ¿Por él llegaste tarde ayer?
    - En realidad no llegue ayer. Fue hace dos horas
    - Guau -dijo Elena riendo- ¿Dónde estuviste?
    - Bebiendo en el bar. Siempre lo hago con Damon, ya sabes el hermano de Stefan, como no estaba empecé a beber y Rick estaba en la barra... -Jenna se fijó en la solitaria lágrima que recorría la mejilla de Elena- ¿Qué pasó ayer?
    - Nada -dijo Elena dándose la vuelta y siguiendo con lo suyo- Solamente corté con Stefan.
    - Lo sie...
    - No pasa nada Jenna -dijo metiéndose en la ducha- Creo que Jeremy durmió poco anoche. Ve a despertarle.

    Elena se duchó rápidamente, pues sabía que Jeremy necesitaría el baño pronto. Suspirando se envolvió en una toalla. Encendió el secador y se secó el pelo. Después salió del baño. Justo en ese momento, Jeremy se acercaba bostezando. Tenía la parte de arriba de su pijama quitada y Elena supuso que Anna se la llenó de pintalabios y no quería que Jenna lo viera. Sonriendo se apartó y dejó entrar a su hermano. Fue hasta su habitación. Abrió la puerta y entró. Damon estaba tirado en la cama. Elena le miró frunciendo el ceño. Él desapareció un segundo después. Elena se quitó la toalla y se vistió rápidamente. Un segundo después de que se pusiera los shorts bien, Damon ya estaba allí con su habitual sonrisa en la cara. Elena puso los ojos en blanco y se acercó a su tocador. Empezó a maquillarse. Damon se puso tras ella.

    - Yo creo que estas guapa sin eso
    - ¿Eso es un cumplido? -susurró Elena mientras seguía- Sería el primero que me haces
    - Eso es mentira -dijo él frunciendo el ceño- Por cierto debes peinarte
    - Avisame cuando salga Jeremy del baño
    - Vale -dijo Damon mientras seguía mirando a Elena. Tras unos minutos Elena terminó de maquillarse- Ya

    Elena salió rápidamente de su habitación, no sin antes coger la toalla. Jeremy no había dado ni un paso aún. Estaba envuelto con una toalla mientras se secaba con otra. Entró en el baño y se peinó rápidamente. Después bajó las escaleras y puso la toalla en la lavadora. En la cocina, Jenna estaba algo atareada preparando café, tostadas y zumo. Elena miró su reloj. En veinte minutos debía estar en clase, por lo que cogió una tostada y salió apresuradamente de la casa. Abrió la puerta del piloto. Damon ya estaba sentado en el asiento de copiloto. Había ido hasta su casa y se había cambiado de ropa. Se había puesto un polo negro de Calvin Klein y otros vaqueros. Sonriendo, Elena se sentó en el coche. Después se puso el cinturón y finalmente arrancó su Turbo 911.

    Llegó quince minutos después al aparcamiento del instituto. Aparcó y bajó lentamente del coche. Damon la imitó. No dio ni un paso cuando se arrodilló. Se tocaba la frente. Parecía que sentía un gran dolor. No había nadie en el aparcamiento. Nadie excepto Bonnie. Elena miró a sus ojos y ella paró. Ella se arrodilló junto a Damon, quien la abrazó como pudo. Ella le ayudó a incorporase y fue hasta donde estaba Bonnie. Antes de que Elena pudiera abrir la boca, Bonnie habló.

    - Tu Stefan me atacó anoche y seguramente éste -dijo señalando a Damon- estaba compinchado
    - Ya no es mío -dijo Elena fríamente- Y "éste" me salvó al vida anoche cuando Stefan intentó matarme
    - ¿Qué?
    - Ayer descubrí a Stefan con Katherine. Se habían liado y supongo que también acostado. Corté con Stefan e intentó matarme. Me mordió. Damon me salvó
Bonnie. Entonces Damon pudo levantar la cabeza- Lo siento Damon. Nunca lo hubiera imaginado
    - Supongo que eso era un insulto -dijo Damon con una sonrisa
    - Yo no me lo trago -dijo Bonnie alzando una ceja
    - Entonces peor para ti -terció Elena- Damon si te necesito te llamaré
    - Un grito y estaré aquí
    - Gracias Damon
    - No me las des aún

    Damon desapareció un segundo después. Elena miró de nuevo a Bonnie. Ésta sonrió levemente y ambas fueron juntas hacia su primera clase. Historia con Alaric Salzman. Mientras caminaban por los pasillos se encontraron con varios conocidos. Entre ellos estaba Matt, que le dedicó una excepcional sonrisa a Bonnie. Elena decidió no preguntarle por el momento. Cuando llegaron a la clase de Alaric, alguien salía por la puerta.

jueves, 7 de octubre de 2010

Growing Love. Capítulo 3

Bueno este capítulo va dedicado a Ro ^,..,^ El de Collegio D'Amore también pero se me olvidó ponerlo >.<

Growing Love. Capítulo 3


    En ese momento en el hospital, Matt y Bonnie entrelazaban sus dedos. Ambos estaban sentados en dos sillas del hospital. Tyler se acababa de marchar y ambos se sentían solos y desamparados. Bonnie apoyó su cabeza en el hombro de Matt. Las lágrimas de éste caían en su regazo. En ese momento estaban operando a Caroline. Si todo salía bien viviría. Si todo se complicaba moriría. Tenían el cincuenta por ciento de posibilidades de ver a Caroline otra vez. A eso de las cuatro de la madrugada, Liz, la madre de Caroline, volvió acompañada de una chica. La chica tendría unos diecisiete años. Era rubia y sus ojos eran de color azul. Era alta y guapísima. En ese momento estaba llorando. Liz dejó a la chica en una silla junto a Matt y Bonnie y fue a hablar con una enfermera.

    - ¿Quién eres? -le preguntó Bonnie mientras se secaba las lágrimas
    - Soy Marie -Ella les miró- ¿No os habló Caroline de mí?
    - ¿Eres familiar suyo? -terció Matt
    - Soy su novia -Matt la miró aturdido y Bonnie miró con furia a Marie
    - Si venga -empezó Matt- estás de coña ¿no? Porque no tiene ni puta gracia tía
    - ¿Creeis que os estoy tomando el pelo? -dijo Marie mientras se levantaba- Ya claro. Pues que sepais que nos queremos.
    - Invoketotheforcesoflightforthathelpmecalmtranquillitysaidthetruth -murmuró Bonnie sin que nadie la oyera. El hechizo hizo que Marie se calmara
    - ¿Dijiste algo Bonnie? -le preguntó Matt
    - Pensaba en voz alta -Entonces miró a Marie- ¿Es cierto lo que dices?
    - Claro que si -respondió ella- ¿Por qué no os lo creeis?
    - Porque yo soy su novio -dijo Matt incrédulo
    - Le creo Matt -terció Bonnie- Y no pongas esa cara

    Antes de que Matt pudiera decir una palabra, alguien apareció. Era Liz. La enfermera le acababa de informar que la operación había sido un éxito. Estaban tan felices, los cuatro, que no pudieron decir nada más. Unos minutos después Bonnie bostezó y dijo que iba a casa a dormir. Inmediatamente Matt se levantó y dijo que la acompañaban. Salieron del hospital. Mientras caminaban por la calle, Matt abrazaba a Bonnie por los hombros. Bonnie suspiró. En ese momento caminaban junto a un parque. Entonces oyeron un grito. Matt y Bonnie se miraron sorprendidos. Oyeron un gruñido también. Ambos salieron corriendo. Entonces algo les atacó. Bonnie dio vueltas por la arena del parque y consiguió salvarse, pero Matt no. Algo estaba encima de él. Era...era... Elena.

    - ¡Elena! -gritó Bonnie mientras se lanzaba sobre ella- ¡Para!
    - No soy Elena asquerosa humana. Soy Katherine -dijo Katherine antes de lanzarse sobre el cuello de Bonnie. Ella empezó a murmurar un hechizo. De pronto el cuerpo de Bonnie se incendió
    - Alejaté de ella -dijo una voz muy conocida por todos desde un árbol cercano. Era Stefan- Es una bruja, Katherine

    Un segundo después, Katherine y Stefan ya no estaban. Bonnie se acercó corriendo a Matt. Katherine no le había echo perder mucha sangre. Bonnie suspiró y zarandeó a Matt. Este se despertó sobresaltado. Le dolía todo el cuerpo. Se quejó un poco y se levantó, aunque le costó mucho. Se apoyó en Bonnie y ambos empezaron a andar de nuevo.

    - Vamos a casa de mi abuela -dijo Bonnie- Allí estaremos a salvo.
    - ¿Por qué nos atacaron esos dos?
    - Cuando llegemos a la casa de mi abuela te lo explico todo
    - Vale -murmuró con un hilo de voz- cuando me dejes allí pásate por mi casa y cogeme algo de ropa
    - Vale

    Unos diez minutos después ya estaban en la casa de la abuela de Bonnie. Bueno después de la muerte de la abuela, la casa era de Bonnie. Eso es lo que decía el testamento. La casa estaba escasamente decorada. Solo estaba lo inprescindible. Bonnie llevó a Matt al estrambótico sofá del salón. Le ayudó a acostarse. Matt antes de cerrar los ojos le dio las llaves de su casa a Bonnie. Antes de irse, ella le dijo a Matt que no dejara entrar a nadie. Ni siquiera a un conocido como Stefan. Matt asintió con un hilo de voz. Bonnie suspiró y salió por la puerta de la casa. Lo que encontró allí ya lo esperaba. Katherine y Elena estaban apoyados en la valla de la casa con una sonrisa en los labios. Bonnie suspiró de nuevo y se concentró con todas sus fuerzas. Primero sobre la mente de Stefan. Éste empezó a gritar mientras Katherine intentaba calmarle. Cuando consideró que estaba suficientemente débil le paralizó. Después intentó repetir el procedimiento con Katherine. Era demasiado fuerte. No podía hacer nada excepto... Rápidamente cogió una flor del jardín de su casa. Verbena. Estaba camuflada por un hechizo. Bonnie se metió la flor en la boca justo a tiempo. Katherine se había acercado por su espalda y sus colmillos mordían con fuerza su cuello. Al instante, Katherine cayó desplomada a su lado. Bonnie suspiró de nuevo. Se concentró con fuerza en su herida. Ésta desapareció. Cruzó el jardín y al pasar la verja miró a Stefan, al que aun no se le habían pasado los efectos de sus hechizos.

    - Incluso en la muerte tu corazón es puro, Stefan -le dijo Bonnie. Stefan

    Dicho esto Bonnie empezó a correr hacia la casa de Matt. Sabía que Stefan podía entrar ahí, pero no Katherine. Llegó cinco minutos después con algo de flato. Agarrándose las costillas, abrió la puerta. Entró en la casa. Rápidamente subió las escaleras y fue hasta la habitación de Matt. Allí estaba todo muy desordenado. Había ropa por todo el suelo, encima de la cama, junto al ordenador, etc. Picoteándola fue hasta el armario y lo abrió. Estaba medio vacío. De allí cogió algunos vaqueros y camisetas. Después abrió un cajón y saco calcetines y ropa interior. Cogió una mochila, que estaba en el suelo, y metió todo ahí. Se colgó solamente una asa. Salió de la habitación de Matt y corrió escaleras abajo. Abrió la puerta de la casa. Nadie. Había esperado al menos a Stefan. Cerró al puerta con llave. Después, corrió de nuevo por las calles. Cuando iba llegando por una milésima de segundo vio a alguien, seguramente Stefan, que cogía el cuerpo de Katherine. Abrió la verja. Pisó la tierra del camino y caminó hacia la casa. Abrió la puerta y la cerró tras ella. Matt seguía en el sofá. Unos ronquidos leves le indicaban a Bonnie que estaba durmiendo. Sonriendo se acercó a Matt y se tiró sobre él delicadamente. Apoyó la cabeza en su pecho y cayó a los brazos de Morfeo.

Collegio D'Amore. Capítulo 10

Capítulo 10

El tiempo llega a su fin




    Damon, Stefan y Annia llegaron unos minutos después a la habitación de Jake. En la puerta había un chico de dieciocho años. Era moreno y sus ojos eran de color gris. No era muy alto, pero tampoco era bajo. Estaba fibrado. Solía llevar el pelo despeinado y casi siempre iba con una chaqueta negra. En ese momento estaba fumando un cigarrillo. Su nombre era Luca. Cuando vio a Damon, a Stefan y a Annia, dejo de fumar y se acercó a ellos algo preocupado.

    - ¿Qué hacéis aquí? -preguntó
    - Venimos a ver al chico -contestó Annia- Es urgente
    - Ahora está durmiendo -dijo Luca- Costó mucho tranquilizarlo
    - Necesitamos hablar con él
    - No podéis Damon
    - Quieres decir que no debemos ¿no? -dijo Stefan sonriendo- Aunque Annia no participe sería un uno contra dos
    - ¿Estás diciendo lo que yo creo que estás diciendo?
    - Exactamente, así que apartaté

    Tras la oportuna intervención de Stefan, Luca se apartó a regañadientes de la puerta de su habitación. La ventana estaba abierta y las cortinas corridas. La luz entraba abundantemente en la habitación, por lo que las paredes de color celeste se veían aún más claras. La habitación parecía que se había ordenado rápidamente, pues aún había algo de ropa debajo de las camas. En la cama sobrante de esa habitación, la que estaba junto a la ventana, estaba aquel chico. Los tres se acercaron lentamente temiendo despertarlo. Parecía que el chico empezó a tener una pesadilla pues se movía inquieto en la cama. Damon se acercó más rápidamente que los demás y se sentó cuidadosamente en el borde de la cama. Stefan y Annia esperaban de pie. Parecía que estaba a punto de despertarse. Y así lo hizo. Unos segundos después despertaba sobresaltado, pero aún se sobresaltó más cuando vio a Damon, a Stefan y a Annia.

    - Tranquilo -le dijo Annia para tranquilizarlo- No te haremos daño. ¿Cómo te llamas?
    - Chris -respondió el chico- Chris Von Neuschwanstein
    - ¿Por qué te maltrataron? -preguntó Damon mientras le miraba fijamente
    - Porque mi padre murió
    - ¿Quién es tu padre?
    - Dean Von Neuschwanstein
    - ¿Qué tiene que ver él con ellos?
    - Para el interrogatorio Damon -dijo Stefan al ver la cara del pequeño- Por favor
    - Claro. Lo siento si te molestaron mis preguntas Chris
    - No pasa nada
    - ¿Tienes hambre Chris? -le preguntó Annia mientras se sentaba al otro lado de la cama
    - Algo -respondió Chris algo sonrojado
    - Voy a buscarte algo de comer -dijo Damon levantándose mientras miraba a Stefan con las cejas alzadas- Vuelvo enseguida

    Damon salió de la habitación lentamente. Luca aún seguía fuera. Damon le miró duramente. Después fue a la cocina rápidamente. Allí se encontró con Jenny y Olly que de nuevo peleaban. Mientras se acercaba a ellas, Damon las miraba duramente. Al parecer estaban algo intimidadas por la mirada de Damon, pues se pidieron disculpas inmediatamente. Damon les sonrió lo que hizo que se relajaran. Después les pidió algo para darle al niño. Ellas le dieron un plato de arroz sobrante y una pequeña botella de agua recién salida del frigorífico. Damon les sonrió de nuevo cuando le dieron la comida y los cubiertos encima de una bandeja. Después salió de la cocina con paso ligero. Llegó unos minutos después a la habitación de Jake. Esta vez Luca no estaba solo. También estaba allí Irene. Damon le sonrió cuando pasó junto a ella y de nuevo miró duramente a Luca. Eran amigos desde hacía mucho tiempo, pero nunca había tenido esa actitud con él. Entró a la habitación. En ese momento, Annia abrazaba a Chris por los hombros mientras le prometía que si salían de allí, ella le cuidaría. Stefan estaba también sentado en la cama, justo donde había estado Damon antes. Damon, algo confundido, dejó la bandeja en la mesilla de noche. Se sentó junto a su hermano y abrió la boca para preguntar que pasaba.

    - Su madre también murió -dijo Stefan antes de que Damon hablara- su nombre era Elisabeth Von Neuschwanstein
    - Mi hermano mayor también -intervino Chris con un hilo de voz- Su nombre era Paul. Creo que le conocéis
    - ¿Qué? -preguntó Damon
    - El os trajo la comida el primer día. Según tengo entendido después le matar... -se le quebró la voz
    - ¿Cómo?
    - P-pues e-eso -Chris empezó a llorar. Annia le abrazó y le dejó que llorara sobre ella
    - No te preocupes. Tú estás a salvo -decía una y otra vez Annia para calmarlo mientras miraba con reproche a Damon
    - ¿Por qué les mataron? -preguntó Stefan cuando Chris se calmó
    - Por su dinero
    - ¿Tenía mucho?
    - Mucho. Pero tenía un nuevo negocio que le daría aún más. Él y Alexander eran los cabecillas.
    - ¿Qué negocio?
    - Creo que era algo sobre un internado. Muy parecido a este según creo. Por cierto... ¿Qué hacéis aquí?. ¿Por qué no estáis en vuestras casas?

    Ninguno de los tres le contestaron. Damon miró a su hermano y a Annia. Sabía que los tres estaban pensando lo mismo.  Ya tenían una pista y dentro de poco estarían en sus casas. Chris miraba a Annia y ella le miraba a él. Los tres seguramente también pensaban en sacar al chico algo de información. Seguramente sabría mucho sobre "los hombres de negro" pues su hermano era uno de ellos y su padre el cabecilla. Entonces a Damon

domingo, 3 de octubre de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 9

Capítulo 9






Doctora







Tras el umbral de la puerta había un niño pequeño. Tendría unos trece años. Tenía el pelo de color cobrizo. Sus ojos eran de color marrón. Sus cejas eran rectas, sus ojos eran algo pequeños, su nariz era algo respingona y su boca era pequeña. Estaba muy pálido y parecía que iba a desmayarse. Su cara estaba llena de cicatrices y de sangre. Su ropa estaba destrozada y a través de ella se dejaban ver numerosos golpes y hematomas. Stefan, Damon, Edward, Jacob y Aitor se quedaron helados cuando le vieron. Damon fue a ayudarlo a entrar inmediatamente. Justo cuando llegó a su lado, se oyó un disparo. Damon cogió al chico en volandas y lo llevó dentro, mientras los demás cerraron la puerta. La bala no le había dado al chico. Parecía que el franco tirador había fallado. Damon soltó al chico en el suelo y miró hacia el vestíbulo. La bala no había fallado. Le había dado a una chica. La chica tenía dieciocho años. Tenía el pelo de color negro y los ojos de color marrón. Era muy guapa. Su nombre era Emma. Había recibido el disparo en el estómago. Damon la miró. Ella tenía lágrimas en los ojos. Estaba intentando taponarse la herida con sus manos. Damon fue corriendo hacia ella.



- Emma -murmuró él cuando llegó junto a ella

- Damon - le respondió entrecortadamente

- Quedaté tranquila. Te pondrás bien -Los demás estaban en estado de shock- ¡Ayudadla!



La gente pareció reaccionar. Algunos salieron corriendo para buscar a las otras personas, otros cogieron al niño pequeño y lo llevaron a un lugar seguro. Los que quedaban, entre ellos Damon, cogieron a Emma y la llevaron al cuarto que compartía con Jenny y sus otras amigas. La llevaron rápidamente a su cuarto. No sabían que hacer. Emma estaba perdiendo mucha sangre. Entonces llegó Jenny. Le dijo a los demás que se fueran, excepto a Damon.



- ¿Quieres salvarla? -le preguntó Jenny

- Sí

- Entonces ve a buscar una sábana limpia, unas pinzas, aguja e hilo



Damon la miró como si estuviera loca, pero asintió y salió de la habitación. Allí estaban todos, excepto Stefan y Olly. Damon fue hacia una chica de diecisiete años. Era rubia y tenía los ojos de color azul. Era bajita, muy guapa y su piel era blanquecina. Su nombre era Annia y era la mejor amiga de Damon. Inmediatamente le pidió ayuda. Cuando Annia se dió cuenta de lo que pedía, le dijo a Damon que fuera a lavandería a buscar sábanas limpias. Damon asintió y corrió hacia allí. Llegó unos minutos después. En la cesta de la ropa limpia había sábanas. Cogió una y fue corriendo hacia la habitación de Emma. Allí seguían estando los mismos, incluida Annia. Ésta llevaba en sus brazos unas pinzas para depilar, aguja e hilo. Annia le dijo a Damon que era lo único que había encontrado. Damon asintió de nuevo y ambos entraron corriendo en la habitación. Jenny estaba intentando detener la hemorragia. Cuando los vió pareció muy aliviada. Damon le llevó las cosas y se las dejó a su lado. Jenny le dió las gracias y le dijo que podía irse. Damon intentó discutir con Jenny, pero después de que ella le dijera que en ese momento estaba poniendo en peligro la vida de Emma, Damon salió de la habitación seguido por Annia. Cuando salió, Stefan estaba allí. Stefan clavó sus ojos en los de su hermano y lo abrazó.



Una hora después, Jenny salió de la habitación. Buscó con la mirada a Damon y le sonrió. Le hizo señas para que entrara en la habitación. Damon entró corriendo. Emma estaba en su cama dormida. Emma tenía una pequeña cicatriz en el estómago pero por lo demás había salido ilesa. A su lado estaba la sábana con algo de sangre. No mucha. La aguja y el hilo estaban en la mesita de noche. Junto a ellos estaba la bala. Parecía que no le había dado a ningún órgano. Damon se acercó lenta y sigilosamente para no despertarla. Se sentó en la cama junto a ella y le dio un beso en la frente. Un rato después, abrió los ojos. Miró a su alrededor. Parecía desconcertada. Entonces vio a Damon y su cara cambió. Se relajó y se acurrucó en su pecho.



- ¿Dónde estoy? -preguntó ella

- En tu habitación

- ¿Qué me pasó?

- Te dispararon y Jenny te salvó

- ¿Quién lo hizo?

- Un "hombre de negro"

- ¿Por qué?

- No lo sabemos. Por cierto ¿no haces muchas preguntas estando en estado de shock?

- No estoy en estado de shock

- Deberías estarlo

- ¿Por qué?

- Casi que te matan

- Pero no lo hicieron -clavó sus ojos en los de Damon- y no lo harán

- ¿Cómo estás tan segura? -preguntó Damon mirándola y frunciendo el ceño

- Porque no permitiré que nada me separe de ti



Emma se acurrucó en el pecho de Damon de nuevo. Él le beso sus cabellos y la abrazó. Parecía que tras horas de tristeza por fin había llegado la felicidad. En ese momento llamaron a la puerta. Era Sara, la mejor amiga de Emma. Sara era una chica de diecinueve años recién cumplidos. Era morena y sus ojos eran de color azul verdoso. Su pelo era largo. Sus labios eran carnosos. Era muy guapa. Sara se acercó a ellos. Damon se levantó de la cama, no sin antes besar a Emma y se fue. Allí fuera le esperaba su hermano y Annia. Los demás ya se habían ido. Damon abrazó a ambos y fueron juntos hasta la habitación de Blad. Le preguntaron en qué habitación estaba el chico. Le dijo que estaban en la habitación de Jake. Fueron hacia allí. Seguramente sabría algo de los hombres de negro. Algo por lo que le intentaron asesinar.

Growing Love. Capítulo 2

Growing Love. Capítulo 2

Ella despertó horas después. Gimió levemente. Inmediatamente Damon se incorporó. Ella estaba algo mareada. Intentó incorporarse, pero inmediatamente cayó al suelo. Damon la cogió justo a tiempo. Elena le miró. Damon sonrió levemente y la abrazó. Elena se dejó abrazar. Después se aferró a Damon y empezó a llorar. Nunca hubiera pensado que Stefan le pusiera los cuernos, ni tampoco que quisiera matarla. Sollozando siguió llorando sobre la camiseta llena de grasa de Damon. El la dejo llorar. Con una mano la empujaba hacia él mientras que la otra le acariciaba el cabello. Unos minutos más tarda Elena dejó de llorar. Se apartó aun sollozando de Damon y se dio la vuelta. Damon la abrazó por detrás.




- Lo siento -dijo ella- Por mi culpa te peleaste con... -Elena descubrió que no podía pronunciar su nombre- con tu hermano. Además tuviste que estar a mi lado mucho tiempo. Seguro que ni siquiera te alimentaste.

- Tengo una reserva en la bodega -musitó Damon- Además me necesitas

- Puedo cuidarme sola

- No creo

- Estoy perfectamente capacitada...-empezó a decir ella, pero Damon le puso un dedo sobre sus labios

- No estás perfectamente capacitada para enfrentarte tu sola a mi hermano y a la zorra de mi ex -dijo Damon clavando sus ojos en los de Elena- Y no intentó hacer nada

- Lo sé -musitó Elena- Además tengo vervena

- Ya -dijo Damon sonriendo- Por cierto lo siento

- ¿Por? -preguntó Elena extrañada

- Por no matarle y por llenarte ese precioso vestido de grasa

- No pasa nada -dijo Elena mirando su vestido. Estaba lleno de grasa. Inservible- Lo iba a tirar

- Esperame en el sofá -dijo Damon sonriendo- Me voy a duchar. Si me necesitas pega un grito

- Claro

- Por cierto vendré de la ducha así que no asustes

- ¡Damon! -le reprimió ella riendose

- Ahora vuelvo -dijo guiñandole un ojo



Elena soltó una carcajada y fue hacia el sofá. Se acostó sobre él. Puso la cabeza en el cojín de la parte derecha y dejo que su pies sobresalieran por la parte izquierda. Bostezó. Se acomodó sobre el sofá. Cerró sus ojos. Empezó a pensar. Empezó a pensar en Stefan. En los días que habían pasado juntos. En esos momentos. Las lágrimas brotaron de sus ojos de nuevo. No se las secó. Siguió llorando. Después del llanto de unos minutos se durmió. Un instante después sintió como alguien acariciaba sus mejillas. Se despertó sobresaltada. Se tranquilizó cuando vio que era Damon quien le había quitado las lágrimas. Elena se levantó y se fijo en el sofá. Estaba lleno de grasa. Se volvió hacia Damon. No estaba allí. Oyó un crujido a su espalda. Se dio la vuelta de nuevo. El sofá estaba limpio. Abrió levemente la boca y se volvió de nuevo. Allí estaba Damon. Con un polo Armani y unos vaqueros.



- Poderes de vampiro -susurró él- Sorprendentes ¿no?

- Como tú -respondió ella riendo

- Por supuesto pequeña Elena -La miró a los ojos- Si quieres puedo hacer lo mismo contigo

- ¡Damon! -le reprendió ella haciendose la ofendida

- Me deberías conocer ya -dijo él riendo de nuevo



Elena puso los ojos en blanco y cruzó el salón a paso ligero. Entró en el garaje y fue a subirse en su coche. Abrió la puerta del conductor. Allí estaba Damon sentado sonriendo. Elena puso los ojos en blanco de nuevo y fue hasta el asiento del copiloto. Abrió la puerta mientras Damon cerraba la otra. Se sentó sobre un toalla que seguramente Damon había puesto allí. Él arrancó el coche. Mientras Elena miraba por la ventanilla. Aún no podía creer que Stefan le hubiera querido matar. Una lágrima recorrió su mejilla. Se la secó con la palma de la mano. La cara le quedó llena de algo de grasa. Bostezó y miró a Damon. Parecía concentrado en algo. Éste al darse cuenta de que Elena lo miraba giró la cabeza y le sonrió ampliamente.



- Te tengo que decir una cosa -comenzó él- creo que sé quien robó tu ropa

- ¿Katherine? -Damon asintió- Lo suponía

- Yo lo sabía antes de lo de él

- ¿Cómo lo sabías? -musitó Elena. Sabía que no quería conocer la respuesta

- La besé

- ¿Qué la besaste? -Elena miró a Damon algo decepcionada- ¿Por qué?

- Porque creía que eras tú -Damon apartó la mirada de Elena. Ésta al escucharlo se sonrojó levemente- Pensé que eras tú la que me correspondía el beso

- Aún amo a Stefan -murmuró Elena- Siempre fue Stefan

- Ya hemos llegado -dijo Damon- Estaré rondando por aqui por si aparecen



Damon aparcó junto a la casa de Elena. Ambos bajaron del coche. Elena fue junto a Damon y le miró a los ojos. Parecía que lo había herido y lo sentía mucho, pero no encontraba las palabras para decirselo. Besó la mejilla del vampiro y entró en su casa. Dentro estaban solo Jeremy y Anna. Elena les sonrió a ambos y subió las escaleras a paso ligero. Cruzó el pasillo corriendo y entró en su habitación. Buscó en el armario y colocó su pijama en la cama. Después fue hasta el baño y se duchó de nuevo para quitarse la grasa. Terminó rápidamente y salió de la ducha. Se envolvió con una toalla, mientras que con otra se secaba sus cabellos. Cruzó el pasillo. Entró de nuevo en su habitación. Allí dentro estaba Damon.



- Bonito cuerpo. La ventana del baño tenía vistas inmejorables -dijo Damon con una sonrisa

- ¡Damon! -le reprendió ella esta vez indignada de verdad- ¡¿Cómo pudiste?!

- Baja la voz que tu hermano te está intentando hacer tía -Elena abrió al boca sorprendida- Pon la oreja en la puerta de su habitación y lo comprobarás. Por cierto cerré los ojos -Añadió rápidamente guiñandole un ojo

- Eso espero -gruño Elena- Porque como me hayas visto te arranco los ojos

- Tienes carácter -dijo riendo- Por eso no lo hice

- Ahora vete

- ¿Me echas?

- De mi habitación -dijo ella poniendo los ojos en blanco- Me tengo que vestir

- ¡Pero si a mi no me importa! -Elena le miró duramente- Ok, estaré fuera. Si me necesitas pega un grito



Damon salió y Elena suspiró. Se quitó la toalla y se puso el pijama. Después abrió la puerta. Damon la esperaba apoyado en la pared. Al verla sonrió ampliamente. Elena le dio las toallas y le dijo que las metiera en la lavadora. Él la obedeció y un segundo después estaba junto a ella. Elena, antes de cerrar la puerta, oyó ruiditos "extraños" en el pasillo. Suspiró y cerró la puerta. Damon ya había entrado y estaba acostado en su cama. Elena se acostó junto a él. Empezó a bostezar. Apoyó la cabeza en el pecho de Damon, algo que le cogió por sorpresa a él, y empezó a dormir plácidamente.

martes, 28 de septiembre de 2010

Growing Love. Capítulo 1

(Personajes de Lisa Jane Smith)

    Elena se despertó abriendo sus ojos lentamente. Se incorporó un poco. Frunció el ceño. Estaba intentado recordar su sueño. Le había parecido que estaba soñando con alguien. Sonriendo pensó que seguramente estaba pensando en Stefan. Se levantó lentamente. Empezó a escucharse Apologize, por lo que el móvil de Elena acababa de recibir un mensaje. Lo cogió y lo miró. El mensaje era de Stefan. Decía que la esperaba en su casa a las diez y media. Ella miró su reloj. Eran las nueve y cuarto. Se tenía que dar mucha prisa para llegar justo a tiempo. Rápidamente fue a coger algo de ropa. No se fijó en lo que cogía. Después salió de su habitación rápidamente. Por el pasillo se chocó con Jeremy. Éste la cogió para que no se cayera. Después Elena le pidió disculpas y se metió en el baño. Se desnudó, se metió en la ducha y se relajó. Media hora después salió de la ducha. Se secó y se vistió. Miró la ropa que había cogido. Era un vestido cortito de color azul celeste y unos tacones a juego. Le gustaban a Stefan. Sonriendo salió del baño. Se cruzó con Jenna que iba de un lado a otro limpiando. Elena besó la mejilla de su tía y fue a la cocina. Allí la esperaba un café y unas tostadas preparadas por Jenna. Desayunó rápidamente. Subió de nuevo a su habitación y cogió su móvil y sus llaves. Cuando salió de la habitación se chocó de nuevo con Jeremy. Éste también se acababa de duchar y estaba muy sonriente. Elena sabía que había ayudado a escapar a Anna el día de los fundadores y que ella acababa de volver al pueblo. Elena bajó rápidamente las escaleras. Miró su reloj. Eran las 10. Rápidamente se montó en su nuevo coche. Un Turbo 911 de color negro. Regalo de Damon. Sonriendo lo puso en marcha. Condujo rápidamente hasta la casa de Stefan. Aparcó junto a ella. Damon estaba en el garaje de la casa. Estaba arreglando su Ferrari F430 de color negro. Elena bajó del coche sonriendo. Damon paró y le devolvió la sonrisa ampliamente

    - Hola Damon -dijo ella todavía sonriendo- Te daría un abrazo pero me llenarías de grasa
    - ¿Y a quién le importa que yo esté lleno de grasa para darme un abrazo? -dijo él riendo
    - Si ya -dijo ella riendo- Nadie se resiste al gran Damon Salvatore
    - Menos tú claro -dijo él aún riendo

    Ella seguía riéndose. Damon se acercó a ella y le llenó de grasa el brazo izquierdo mientras reía. Riendo ella entró en la casa mientras él le hacía "eye things". Riendo recorrió el salón y fue hacia la cocina. Allí cogió unas servilletas de papel y se limpió la grasa del brazo. Después tiró la servilleta al cubo de basura y fue hasta las escaleras. Las subió rápidamente. Cruzó un pasillo. Cuando llegó a la puerta de la habitación de Stefan escuchó un susurro. Elena pegó la oreja a la puerta. En ese momento estaba hablando Stefan.

    - Ahora mismo no puedo -decía- Sigo enamorado de ella. Oh vamos no pongas esa cara. Te quiero más a ti por supuesto. Tú eres mi único y gran amor, Katherine. Elena solamente era un pasatiempo. Imaginate como me pasé estos ciento cuarenta y cinco años. Necesitaba distraerme. Solo empecé a acercarme a ella por ti. Porque te quiero. Porque una simple humana no nos va a separar. Porque si tu dijeras que fuera a buscarla y la matara lo haría. Kat metete esto en la cabeza. ¡Te amo!, pero ahora debes irte. Ella va a llegar ahora. Tú eres la que necesitas que no sepa nada ¿no?
    - Sí, pero antes de irme necesito algo -dijo Katherine- Necesito otro beso
    - Ahora mismo te lo doy

    Elena sin poder contenerse abrió la puerta. Stefan y Katherine se estaban besando. Las lágrimas brotaban de sus ojos sin parar. Miró la estancia. Estaba llena de ropa. De ropa de Stefan y Katherine. En ese momento Stefan solo llevaba unos vaqueros y Katherine una camiseta blanca de manga caída y un short vaquero. Ella fue la primera en darse cuenta de lo que pasaba. Sonrió ampliamente mientras seguía besando a Stefan. Éste con los ojos cerrados no se había dado cuenta de nada. Elena cerró la puerta de un portazo y corrió hacia las escaleras. La bajó de tres en tres escalones. Entró en el salón. A su lado estaba Stefan. Elena se alejó de él, aunque el más rápido la cogió de un brazo. Elena empezó a sollozar.

    - Elena, lo siento -dijo Stefan- No quería hacerte daño. Te quiero Elena
    - ¡Mentira! -gritó Elena- ¡Todo lo que me dijiste son mentiras!

    Damon, desde el garaje, escuchó los gritos de Elena. Rápidamente, hasta para un vampiro, fue hasta la fuente de los gritos. Algo aturdido observó la escena. Su hermano intentaba disculparse por algo que había hecho mientras Elena le gritaba. Damon se fijó en que Stefan apretaba el brazo más de la cuenta. Se lo iba a partir si seguía así. Damon se lanzó contra su hermano. Éste no se dio cuenta de nada hasta que estaba tirado en el suelo inmovilizado por Damon. Elena, aún llorando, fue hasta la puerta del garaje. Damon soltó a Stefan y fue tras ella. Stefan fue más rápido que él y se lanzó sobre Elena. Damon horrorizado vio como su hermano mordía ferozmente el cuello de Elena. Damon gruñió y se lanzó de nuevo contra StefanDamon inmovilizó de nuevo a Stefan. Él intentaba quitarse a su hermano de encima. Algo imposible. Damon sabía que si hacia lo que estaba pensando se iba a arrepentir. Sin embargo lo hizó. Soltó a Stefan. Éste miraba horrorizado a su hermano. Un instante después había desaparecido. Damon corrió hacia Elena. Parece que se había equivocado. Elena había perdido más sangre de la cuenta. Desesperado, Damon mordió su brazo y se lo puso a Elena sobre su boca. Ella, sin saber lo que hacia, empezó a beber. Cuando Damon consideró que tenía suficiente sangre de él le apartó el brazo de la boca. Elena se quedó inmóvil. Damon, débil por la falta de sangre, se tiró en el suelo junto a Elena y la abrazó. La estrechó contra él. Si alguien iba a matarla tenía que ser por encima de su cadáver.

Growing Love. Portada

sábado, 18 de septiembre de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 8

Capítulo 8


Hermanos


Stefan era un chico de dieciocho años. Tenía el pelo de color marrón. También tenía mechas rubias. Sus ojos eran de color verde esmeralda. Era muy alto. Mediría más o menos un metro ochenta y cinco. Era delgado y algo fibrado. Sus ojos eran algo grandes. Sus cejas estaban cercanas a sus ojos. Su nariz era recta. Su boca era grande. Su pelo casi nunca estaba bien peinado. Tenía además una barba de varios días. Él fue el primero en reaccionar. Fue inmediatamente hacia la puerta. Fue a abrirla, pero no pudo. Estaba atrancada desde fuera. Algunos empezaron a reaccionar. Aitor, Blad y Edward fueron rápidamente junto a él y entre los cuatros empujaron la puerta de roble. Mientras Jenny y Kate fueron a buscar a los demás para que ayudaran. Olly, sin embargo, fue hasta su habitación para mirar que pasaba fuera desde la ventana. Pronto llegaron los que faltaban. Jacob se unió a Aitor, Blad, Edward y Stefan para intentar abrir la puerta. Varios minutos después, Olly regresó con malas noticias. Dijo que muchos "hombres de negro" estaban en los terrenos. Que el disparo mató a una persona y que esa persona era el primer hombre. El segundo le había disparado tras salir. Los que lo habían oído, en especial Irene, comprendieron que aquello era importante. Muy importante. "La verdad se descubrirá con el tiempo" había dicho. La verdad ¿pero qué verdad?...



Mientras algunos cavilaban sobre las palabras del hombre muerto, otros se miraban de forma tensa sin hablar. Stefan intentó buscar a alguien entre la multitud. Al fin lo encontró. Miró a su hermano. Su hermano mellizo era muy distinto a él. Él era moreno. Tenía los ojos de color celeste como el mar. Era también alto, pero no tanto como Stefan. Era delgado y estaba más fibrado que Stefan. Sus facciones eran parecidas aunque él estaba bien afeitado y bien peinado. Stefan se acercó a él.



- Damon ¿podemos hablar? -le dijo con un susurro

- Claro -le respondió éste fríamente- Vamos a un lugar más tranquilo.



Ambos salieron del vestíbulo y fueron hacia el comedor ahora vacío. Stefan se sentó en una de las numerosas sillas de madera e invitó a Damon a que se sentara. La expresión de su hermano era fría. Distante. Stefan suspiró y clavó sus ojos verdes en los celestes de Damon. Éste apartó la mirada.



- Lo siento -le dijo Stefan- No debería haberlo hecho

- ¿Por qué me pides disculpas ahora?

- Porque pensaba hacerlo antes o después

- ¿Lo sientes de verdad? -Ahora fue Damon el que clavó sus ojos en los de su hermano- Respondeme

- Claro que lo siento. Eres mi hermano

- Eso deberías haberlo pensado antes de liarte con Emma -Damon se levantó- Por cierto no acepto tus disculpas

- Lo siento de verdad -Damon se dio la vuelta- ¡Escuchamé al menos!

- No -le respondió Damon mientras se daba la vuelta. Stefan se levantó rápidamente y cogió a Damon de su brazo izquierdo- ¡Suéltame!

- Antes acepta mis disculpa

- ¿Te acuerdas de la pregunta que te hice cuando lo descubrí?

- Sí...

- Respondemela y te perdonaré -Damon miró a su hermano. Stefan se dio cuenta de que estaba muy dolido- Te lo juro

- La estaba ayudando -Damon le miró muy confundido- Ella quería darte celos porque creía que no te fijabas en ella

- ¿Por qué no se lo dijiste? -le preguntó Damon- ¿Por qué no le dijiste que la quería?

- Porque fuiste tú el que me prohibió hablar de eso con ella -Stefan le soltó- Si quieres creerme bien y si no me crees lo siento pero esa es la verdad



Stefan se encaminó hacia la puerta cuando Damon le cogió del brazo. Stefan se dio la vuelta. Antes de que se diera cuenta, Damon le abrazó. Mientras le abrazaba Stefan sonrió. Por fin había recuperado a su hermano. Cuando terminaron de abrazarse, ambos fueron al vestíbulo de nuevo. Todos los que estaban allí les miraron. Creían que se habían vuelto a pelear. Sonriendo, Damon fue junto a Edward y Jacob y Stefan fue junto a Blad.



- ¿Qué pasó? -le preguntó Blad a Stefan muy extrañado

- Nada -le dijo sonriendo- Solamente nos amigamos de nuevo

- ¿Y eso?. ¿No se había enfadado porque te habías liado con Emma?

- No te lo puedo explicar Blad. Lo siento pero se lo prometí

- Vale. Por cierto me alegro de que os llevéis bien otra vez. Desde que te peleaste con él parecías un zombie en vez de una persona

- Gracias -le dijo Stefan con algo de ironía- Bueno pasó algo por aquí

- Nada aparte de que intentamos abrir la puerta un millón de veces más

- Estará atrancada

- Eso ya lo sabíamos

- Con una rama de un árbol o una barra de hierro ¿no crees?

- Pienso que será la rama de un árbol. Aquí no había barras de hierro y no traían ninguna

- Seguramente. ¿Lo intentamos de nuevo?

- Claro

- Voy a llamar a los demás



Stefan fue a llamar a Damon, a Edward, a Jacob y a Aitor. Llegaron todos junto a Blad. Entonces todo a la vez empezaron a empujar la gran puerta de roble. Unos minutos después, notaron que la puerta empezaba a ceder. Empezaron a unirse más chicos. Diez minutos después, la puerta estaba entreabierta. Empujaron muy fuerte y las puertas se abrieron más. Empujaron una vez más y la puerta se abrió de par en par. Allí, tras el umbral de la puerta, les esperaba una sorpresa.