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Enlazamé

miércoles, 28 de julio de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 4



Capítulo 4


Amor



Aitor abrió los ojos lentamente. Estaba tirado en la cama de Jenny junto a ella. Ella se había dormido abrazandole. Sonriendo la apartó delicadamente para que no se despertara. Después se levantó de la cama y se puso su ropa interior, que estaba bajo la cama de Jenny. Recogió la ropa sucia y fue hacia la puerta no sin antes besar la frente de Jenny. Salió de la habitación cerrando la puerta lentamente. Miró su reloj. Eran las siete de la mañana. Seguramente no había nadie despierto. Cruzó algunos pasillos para dirigirse hasta su habitación. Llegó unos diez minutos después. Abrió la puerta lentamente y entró. Sus compañeros dormían. Su habitación era como todas las del internado. Siete camas identicas. Siete mesillas de noche a la derecha de la cama. Un escritorio a la derecha de la habitación, un tablón de fotos encima de éste y un armario a la izquierda junto a una ventana. Las paredes estaban pintadas de amarillo y el suelo era de madera. Fue hasta su mesilla de noche. Lentamente abrió uno de sus cajones y cogió otros Calvin Klein casi iguales a los que llevaba exepto porque tenían una banda blanca en la parte central. Cerró el cajón. Abrió el otro y cogió un par de calcetines. Después fue hasta su armario. Cogió una camiseta de mangas cortas de color celeste que tenía estampadas letras amarillas formando la palabra "Friends", unos vaqueros modernos, una toalla y sus Nikes negras. También cogió un paquete, que metió en el bolsillo de los pantalones que acababa de coger. Cogió toda la ropa y salió de la habitación. Fue hasta la lavandería y dejó allí la ropa sucia. Se envolvió con la toalla y después fue hasta el baño. Cuando iba a entrar chocó con alguien.

- Perd... -comenzó a decir el chico. Aitor le conocía muy bien. Era Blad
- Podría decir algo como "Lo siento" o "Perdón" ¿sabes? -dijo Aitor bordemente mientras se levantaba- Pensaba que tú como jefe de "los pijos" eras más educado
- Nada es lo que parecer -dijo Blad fríamente
- ¿Me dejas pasar? -le dijo Aitor arqueando las cejas
- Si por mí fuera no -dijo Blad sonriendo- Es verdad que depende de mí. Pues no te dejo pasar.
- ¿En serio? -dijo Aitor mientras le miraba sonriendo
- Sí
- Si tú lo dices... -dijo Aitor mientras tiraba a Blad al suelo- Gracias
- Cabrón
- Ahorate tus putos insultos -le dijo mientras cerraba la puerta

Sonriendo Aitor entró al baño. Le encantaba irritar a Blad. Era su pasatiempo favorito. Dejó la ropa en los bancos y se quitó la toalla dejándola junto a la ducha. Se metió en una de ellas y se duchó. Después se secó y se vistió. Miró la hora. Eran las ocho y media. Salió de la ducha y fue hasta el comedor. Estaba casi lleno. Solo faltaban un par de personas. Se sentó junto a su mejor amigo (Jace). Poco rato después salieron los cocineros junto a Jenny. Aitor le sonrió pero no supo si le había visto. Olly se levantó junto a varias amigas y fueron a cerrarle el paso a Jenny...

Tras la discusión, Aitor se levantó rápidamente y fue corriendo hasta donde estaba Jenny. Cuando llegó Jenny empezó a hablar a sus amigas. Les contó toda la historia. Aitor sabía que Jenny lo estaba pasando mal y que pronto empezaría a llorar, pero no lo hizo. Las amigas de Jenny le habían visto, pero no le habían dicho nada. Aitor esperó a que terminara de hablar.

- ¿Podemos hablar? -le preguntó Aitor.
- Sí, claro -le respondió ella cuando se dió la vuelta
- Vamos a un lugar más tranquilo -le dijo mientras Jenny se levantaba

Ante la mirada atenta de sus compañeros y amigos, Aitor y Jenny salieron del comedor. Antes de cerrar la puerta a Aitor le pareció que cuchicheaban. Cerró la puerta y salieron al pasillo. Aitor cogió la mano de Jenny y empezó a guiarla. Cruzaron todos los que los separaban del vestíbulo. Salieron del internado y fueron hacia el bosque. El bosque era un lugar muy tranquilo. Aunque esos días también era algo peligroso. Al menos todos sabían que ningún "hombre de negro" había entrado. De pronto una suave brisa acarició las copas de los árboles y los cuerpos de los dos jovenes. Aitor le dijo a Jenny que cerrara los ojos y que sigiera dejándose llevar. Ella lo hizo. Aitor pensó que cuando le había dicho lo de antes la habría podido asustar. Aitor la llevó hasta el pequeño lago que había justo en el centro de los terrenos del internado. El lago tenía las aguas cristalinas y era poco profundo. Pararon el la orilla del lago. Aitor le dijo que podía abrir los ojos. Jenny se sorprendió cuando vió la orilla del lago. Aitor la besó delicadamente y le dijo que tenía algo para ella. Sacó del bolsillo del pantalón un paquete y se lo dió. El paquete contenía una pequeña caja de color negro azabache. La pequeña caja contenía un pequeño anillo de oro. El anillo tenía un extraño símbolo grabado en la parte superior. El símbolo se parecía a una lágrima. De la lágrima salían un par de alas blancas y grandes. Parecían alas de ángeles. Ese anillo era de la madre de Aitor, recientemente muerta. Aitor le uso el anillo a Jenny en el dedo corazón de su mano derecha y ambos se abrazaron. Después Jenny le dió las gracias a Aitor y lo besó. Mientras ambos se besaban, alguien gritaba el nombre de Jenny por el bosque. Ambos conocían esa voz. Extrañados pararon de besarse y se miraron. Tras unos instantes, fueron hasta el lugar del que provenía la voz...

martes, 27 de julio de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 3



Capítulo 3


Descubierta



Jennifer se despertó abriendo los ojos lentamente. Bostezó y miro al otro lado de la cama. No había nadie. Su novio se había ido ya. Sonrió recordando la noche anterior. Se incorporó lentamente y miró su habitación. Las paredes estaban pintadas de color malva. El suelo era de madera. En la habitación había siete camas. Todas idénticas. También había siete mesitas de noche. A la derecha un escritorio, encima los ordenadores portátiles y los móviles de todas. A su lado un tocador. A la izquierda una gran ventana junto a un gran armario. Se levantó de la cama. Sus compañeras estaban habían dormido en otro sitio. O eso parecía. Seguramente habían dormido en tiendas de campaña pues la noche anterior hacía buen tiempo. Se estiró y fue hacia su mesita de noche. Cogió ropa interior. Después fue hasta el armario y cogió unos pantalones vaqueros cortos y una camiseta blanca de manga caída. Después se arrodilló y buscó bajo la cama sus tacones blancos. También cogió una toalla. Después salió de la habitación. Cerró la puerta cuidadosamente y fue a cruzar la esquina cuando vio que alguien salía de la habitación de Olly. Se escondió rápidamente en su habitación. Dejó una rendija para ver quién era aquella persona. Era Blad, el perrito faldero de Olly. Jennifer se fijó en que estaba sonriendo. Cuando Blad se alejó, ella salió de su escondite. Caminó lentamente por los pasillos para ir al baño mientras pensaba en Olly. Parecía que la noche anterior también se lo había pasado bien. Raro seguramente no se repetiría. Llegó al baño de las chicas. Entró. Era exactamente igual al de los chicos excepto por lo de los urinarios y que al fondo junto a los lavabos había varios secadores. El baño estaba vacío. Olly se desnudó y entro en una de las numerosas duchas. Cuando terminó de ducharse se secó con la toalla. Después cogió el secador que había junto a los lavabos y se secó el pelo. Después se vistió y llevo la ropa sucia a lavandería. Salió y fue a su habitación rápidamente. Cuando estuvo allí fue rápidamente hasta su armario. Lo abrió y cogió la plancha. La enchufó en el enchufe que estaba tras el escritorio y empezó a alisarse el pelo. Cuando terminó fue hasta el tocador y se maquilló. Después salió de su habitación. Había gente merodeando por los pasillos. La mayoría iba al comedor. Jennifer los siguió. Después fue hacia la cocina y empezó a ayudar. Mientras ella preparaba el desayuno, otros servían la comida. Entre ellos Blad. Jennifer contuvo la risa cuando lo vio acercarse, pero no puedo evitar tener una sonrisa burlona en el rostro. Jennifer miró la hora. Eran las nueve y media. Blad que seguía llevando bandejas y vasos hacia el comedor parecía algo cansado.

- Blad -le dijo Jennifer- si quieres ve a sentarte. No queda nada para llevar.
- Claro Jenny -le dijo él- Gracias

Jennifer se acercó a los otros cocineros y les dijo que ya habían acabado. Todos juntos salieron por la puerta que comunicaba con el comedor. Jennifer estaba a la cabeza. Algunos miraron el sensual atuendo de Jennifer. Ella sonrió y siguió adelante. De pronto, un grupo la paró. Jennifer miró a su líder. Era Olly.

- Bonito atuendo -le dijo Olly de forma burlesca- Sabes para qué sirve ¿verdad?
- No me interesa -le dijo Jenny intentando no darle lo que buscaba
- Te lo digo de todas maneras -Olly se empezó a reír- Es un buen atuendo para seducir a nuestros secuestradores. Puede que mientras estés acostándote con ellos, los demás podamos huir de este sitio - Vete un poquito a la mierda -le dijo Jenny mientras intentaba apartar a Olly
- Ya estoy en ella -le respondió- ¿No ves que estoy contigo?
- ¡Cállate ya! -le gritó Jenny entrecortadamente- Si sigues así me vas a hartar. No sé por qué me hablas. Te dejé claro que no quiero tener nada que ver contigo
- Yo tampoco quiero tener nada que ver con una put... -no pudo terminar la palabra pues Jenny, temblando de la furia, le dió un puñetazo en la mandíbula. Esto noqueó a Olly e hizo que cayera al suelo.
- Para mí no existes -le dijo Jenny mientras le miraba- ¿No lo recuerdas?
- ¿Por qué? -le preguntó Olly mientras estaba tirada en el suelo escupiendo sangre
- ¡Porque te pareces a ella! -le dijo Jenny con asco
- ¡No insultes a nuestra madre! -gritó Olly fuera de sus casillas. Ya hasta se le había olvidado que no debía hablar de su parentesco con Jenny
- Yo hago lo mismo que haces tú con mí padre -Jenny puso énfasis en la palabra mí

Todo el mundo que estaba en ese momento en el comedor se habían quedado callados. Todo el mundo oyó la conversación. Estaban muy sorprendidos. No podían creer que Olly fuera hermana de Jenny. El parecido era evidente por su`puesto. Sobre todo en esos ojos de color marrón chocolate pero siempre habían creído que eran primas y lejanas. Nunca podrían imaginar que eran hermanas y mellizas además. Aunque la verdad era evidente, todos creían que era una simple mentira. Aquello era imposible. ¿Cómo podía ser Olly, la más pija, hermana de Jenny?. Eran, por decirlo así, antónimas. No podía ser. La calma se recuperó tiempo después. Olly se fue con sus amigas a limpiarse la boca, o eso suponía Jenny. Ella fue hacia sus amigas. Todas la miraron de forma rara. Jenny se sentó junto a ellas y empezó a hablar.

- Chicas os voy a contar toda la historia -ellas asintieron- Bien. Empezemos. Cuando Olly y yo teníamos dos años nuestros padres se divorciaron. Mi madre le puso los cuernos a mi padre con su mejor amigo. Jugaba a dos bandas. Le interesaba solo el dinero de ambos. Al final mi padre lo descubrió y le pidió el divorcio. Cuando lo hizo, mi madre nos cogió a mí y a Olly y se marchó. Mi padre la denunció y el juez declaró que una de las niñas se quedara con el padre. O sea que yo tuve que irme con él. Yo quiero mucho a mi padre y por eso odio a mi madre. También os voy a contar el motivo por el que entré al internado. Sabéis que yo quiero mucho a mi padre, pero a vecesd lo trato mal. Supongo que por eso me trajeron aquí.
- ¿Podemos hablar? -le dijo una voz muy conocida desde su espalda. Jenny se dio la vuelta. Era un chico de dieciocho años. Era moreno. Sus ojos eran de color marrón. Llevaba una barba de varios días. Era alto, delgado y guapo. Además estaba fibrado. También era su novio.
- Claro Aitor -le contestó ella

lunes, 26 de julio de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 2





Amanecer



Blad se despertó abriendo los ojos lentamente. Notó que era temprano, pues no había mucha luz en el exterior. Estaba amaneciendo. Se dió cuenta de que había dormido con Olly. También se dió cuenta de que ambos estaban abrazados. Blad apartó delicadamente a Olly mientras sonreía. Se levantó bostezando pero no sin antes besar la frente de su mejor amiga. La miró cuando estubo totalmente incorporado. Blad pensó que Olly estaba muy guapa y sexi. Siguió mientras se acercó a ella. Le acarició la mejilla. Se dió la vuelta para irse cuando se dió cuenta de que había una foto destrozada en el suelo. Blad cogió algunos trozos. No se distinguía nada, exapto en uno. Mostraba unos ojos. Unos ojos color marrón chocolate. Tenían la misma forma que los de Olly, pero Blad estaba seguro de que esa no era la mirada de Olly. La mirada de Olly era dulce. Sin embargo esa mirada reflejaba seguridad y sensualidad. Blad dejó los trozos en su sitio y fue hasta la puerta de la habitación.

- Blad -susurró Olly

Blad se dió la vuelta. Creía que Olly se había despertado. La miró. Sin embargo Olly seguía dormida y ahora estaba abrazada a la almohada. Blad sonrió. Parecía que había estado soñando con él. El sueño parecía bueno pues la cara de Olly reflejaba felicidad. Blad estaba muy feliz. Se volvió hacia la puerta y la abrió lentamente. Traspasó el umbral de la habitación y cerró la puerta cuidadosamente. Miró el pasillo. El suelo era de madera y las paredes estaban pintadas de color marrón chocolate. Todos los pasillos del internado eran iguales. Empezó a caminar por los pasillos. Mientras lo hacía pensaba. Pensaba en Olly. Ambos se conocían desde que eran muy pequeños, pues sus padres y la madre de Olly hacían negocios regularmente. Olly era la mejor amiga de Blad desde que ambos tenían memoria. Blad también estaba enamorado de ella en secreto desde los catorce años pero nunca se lo había dicho. Temía perder su amistad con ella. No la quería perder. Mientras pensaba llegó hasta la puerta de su habitación. La puerta era de madera de roble (como todas las del internado). Abrió la puerta cuidadosamente, pues supuso que sus compañeros aún dormían. No se equivocó. Su habitación era como la de Olly, exepto por un detalle. Las paredes eran de color azul y no tenían alfombra. Blad fue hasta su mesita de noche y cogió unos calcetines y unos boxers Calvin Klein de color negro. Después se acercó al armario y cogió unos pantalones vaqueros, un polo azul y una toalla. Cuando lo tuvo todo caminó por los pasillos hasta llegar al baño de los chicos. Abrió la puerta. No había nadie. Las paredes del baño eran de color celeste y el suelo era de madera (como el de todo el internado). A la derecha de la habitación estaban los urinarios y a la izquierda los lavabos. El centro de la habitación la ocupaban las duchas. Había unas veinte duchas allí. Al fondo de la habitación habían unos bancos. Blad se desnudó y dejó la ropa allí. Después se metió en uno de los cubículos. Cuando terminó de ducharse se secó el cuerpo con la toalla. Se vistió y cogió la ropa sucia para llevarla a la lavandería. Abrió la puerta del baño y cuando fue a salir se chocó con alguien. El otro chico cayó al suelo y a Blad se le cayó la ropa.

- Perd... -comenzó a decir Blad hasta que se dió cuenta quien era el chico con el que había chocado. Era Aitor. Su mayor enemigo del internado
- Podría decir algo como "Lo siento" o "Perdón" ¿sabes? -dijo Aitor bordemente mientras se levantaba- Pensaba que tú como jefe de "los pijos" eras más educado
- Nada es lo que parecer -dijo Blad fríamente
- ¿Me dejas pasar? -le dijo Aitor arqueando las cejas
- Si por mí fuera no -dijo Blad sonriendo- Es verdad que depende de mí. Pues no te dejo pasar.
- ¿En serio? -dijo Aitor mientras le miraba sonriendo
- Sí
- Si tú lo dices... -dijo Aitor mientras tiraba a Blad al suelo- Gracias
- Cabrón
- Ahorate tus putos insultos -le dijo mientras cerraba la puerta
- Será gilipollas -dijo Blad mientras se levantaba y cogía la ropa sucia del suelo- ¿Quién se habrá creído?

Blad siguió refunfuñando mientras caminaba por los pasillos hasta llegar a la lavandería. Entró en elpequeño cuarto e intentó serenarse. Al final lo consiguió. La lavandería era un pequeño cuarto en el que había dos lavadoras y una secadora. Una lavadora era para la ropa blanca y otra para la ropa de color. Blad metió la ropa en la lavadora de ropa de color y después se fue. Cuando estuviera llena alguien tendría que programar la lavadora. Llevaban varios años haciendolo y nunca fue un problema. Blad miró su reloj Rolex. Era un reloj de lujo. Estaba hecho de acero y de oro blanco. Miró la hora. Eran las ocho. Tenía algo de hambre así que se encaminó hacia el comedor. Ya había algo de movimiento en el internado. La gente iba de un lado a otro. Algunos iban hacia el comedor. Blad los imitó. Cuando llegó se dió cuenta que las cinco mesas largas que lo formaban estaban vacías. Fue hacia la puerta que comunicaba la cocina con el comedor. La cocina estaba llena de aparatos de cocina de última generación. Algunos ya estaban preparando el desayuno para las cuarenta personas. Blad les dijo que él serviría las mesas. Los cocineros asintieron y le fueron pasando bandejas llenas de tostadas y vasos llenos de café, té y chocolate. Blad se puso manos a la obra y empezó a llevar platos al gran comedor. Mientras llevaba las cosas se dió cuenta de que cada vez había más gente en el comedor. Blad iba de un lado para el otro sirviendo a sus compañeros. Tiempo después, Jenny le dijo a Blad que se sentara que acababan de terminar. Blad salió al comedor y buscó a Olly. La encontró junto a sus amigas. Blad le sonrió y se sentó al lado de sus amigos. Cuando acababa de sentarse, los cocineros salieron de la cocina con Jenny a la cabeza.

viernes, 23 de julio de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 1



Capítulo 1


El primer día



Olly estaba sentada en el alféizar de la ventana de su habitación. Miraba a los terrenos del internado. De su prisión. Desde que les habían encerrado allí (hacía unas ocho horas) no había entrado nadie a los terrenos. En ese momento, unos coches de color negro rodeaban el internado. De ellos no paraban de salir hombres vestidos de negro. Sin embargo no entraban a los terrenos. Olly suspiró. Se dio la vuelta y miró su habitación. Tenía las paredes pintadas de color rosa y una alfombra rosa cubría el suelo de su habitación. En la habitación había siete camas. Todas iguales. Todas tenían una colcha de color azul con el escudo del internado (todas las del internado WhiteSoul eran iguales). Junto a todas había mesitas de noche de madera de sauce con dos cajones cada una. A la izquierda estaba la ventana y junto a ella un gran armario. A la derecha de la habitación había un escritorio con un ordenador portátil. A su lado había un tocador. Encima del escritorio había un tablón de fotos. En la mayoría de las fotos salía con sus amigas. Se acercó a mirarlas. En una de ella salía junto a su madre. La cogió. Miró la foto. Olly era morena. Tenía los ojos de color marrón chocolate. Sus facciones eran delicadas como las de una rosa. Sus ojos eran grandes, sus labios carnosos y su nariz recta. Era alta, delgada y tenía unas buenas piernas. Su madre, llamada Melanie, era rubia y tenía los ojos de color azul celeste, De un tono tan intenso como el de los zafiros. Sus facciones eran como las de su hija. Aunque era un poco más baja que Olly, pero igual de guapa. En la foto aparecían abrazadas. Una lágrima cayó por la mejilla de Olly recordando el día en el que se la hicieron. Ese día, Olly y Melanie habían ido al cumpleaños de una de las amigas de ésta última en su yate privado. La fiesta se hacia en New York. Cuando estaban a punto de llegar, se les acabó el combustible y el capitán del yate atracó en el puerto de una pequeña ciudad estadounidense. Mientras el capitán y sus ayudantes llenaban el tanque de combustible, ambas dieron una vuelta por el pueblo. Mientras caminaban encontraron un pequeño fotomatón y se hicieron la foto..

En ese momento llamaron a la puerta. Olly se secó las lágrimas rápidamente con la palma de su mano derecha. Después guardó la foto en la mesita de noche y fue hacia la puerta. Abrió la puerta. En el umbral había un chico de dieciocho años. Era rubio y tenía los ojos de color azul. Sus ojos no eran tan oscuros como los de Melanie. Tenía los ojos algo grandes y su nariz era recta. Era alto, delgado y estaba algo musculado. Ese día llevaba una camiseta azul (con el escudo de el internado) y encima de ella una chaqueta y unos vaqueros Éste sonrió al ver a Olly.

- Blad ¿qué haces aquí? -preguntó Olly algo sorprendida
- En la cocina estaban repartiendo la cena -mientras decía esto entró a la habitación- Además desde lo del autobús se te veía algo triste
- No estoy triste -dijo ella
- A mí no me puedes engañar
- Anda sientate -le dijo ella mientras se sentaba también en la cama
- Te traje algo -dijo Blad mientras buscaba en el bolsillo de la chaqueta. Sacó un pequeño paquete envuelto en papel de regalo negro con los bordes dorados- Ábrelo

Olly cogió el pequeño paquete algo extrañada. Delicadamente quitó el papel de regalo para no romperlo. Dejó el papel de regalo sobre la cama. Cogió la caja negra que acababa de desenvolver y la abrió. Dentro había un anillo de oro con un pequeño zafiro incrustado. Olly también se dio cuenta de que por dentro del anillo había una inscripción. La leyó. La inscripción decía: "Together forever". Olly cogió el anillo y se lo puso en el dedo corazón de su mano izquierda.

- ¿Te gusta? -le preguntó Blad algo preocupado
- Mucho -le contestó Olly sonriendole. Clavó sus ojos marrones en los azules de Blad- Bueno en realidad me encanta
- ¿En serio? -preguntó Blad sorprendido
- Sí -dijo ella acercandose a él- ¿Dónde lo conseguiste?
- Solamente le tuve que grabar las palabras. Me lo trajeron hace meses y te lo quería dar el día de nuestra despedida.
- Este anillo me suena mucho -dijo Olly pensando- pero no sé de que
- Es igual a este -Blad levantó su mano izquierda. En su dedo corazón había un anillo exactamente igual al que llevaba Olly- Este es una joya familiar. Le dije a un joyero de confianza que me hiciera el favor de hacer una copia
- Gracias -le dijo Olly de nuevo- Nunca podré agradecertelo
- Aceptando el regalo es suficiente
- Gracias -Blad rió- No te rias de mí
- No hace falta que me las des Olly -dijo Blad mirandola- Por cierto tengo otro regalo
- ¿Cuál?
- Mira -dijo él sacando una tableta de chocolate del bolsillo de la chaqueta- Es nuestra cena
- ¿En serio? -Olly cogió la tableta y le quitó el envoltorio- Nestle no está mal
- Dame un poco anda -ambos rieron y empezaron a comerse el chocolate

Poco a poco acabaron con la tableta de chocolate. También poco a poco oscureció y el día dió paso a la noche. Blad no paraba de bostezar y casi sin darse cuenta se estiró sobre la cama de Olly. Minutos después dormía plácidamente. Olly algo aburrida se puso junto a Blad. Mientras acariciaba el fino y sedoso cabello rubio del joven, Olly miraba las fotos del tablón de fotos. Miró el hueco que había dejado la foto de ella y de su madre. Se levantó, no sin antes besar los cabellos de Blad, y sacó la foto del cajón de su mesita de noche. Puso la foto en su sitio. Después miró la hora. Eran las doce. Seguramente sus amigas estaban durmiendo con sus novios. Suspiró y vio que había una foto tirada en el suelo. La cogió. En la foto salía una chica rubia. Tenías los ojos de color marrón chocolate. Era alta, guapa y delgada. Tenía unas piernas esbeltas exactamente iguales a las de Olly. Salía abrazada a un hombre. El hombre era moreno. Tenía los ojos de color marrón chocolate, exactamente iguales a los de la chica. Era alto y delgado. Ambos parecían felices. Olly miró la foto con rabia. Segundos después la estaba rompiendo en mil pedazos. Las lágrimas caían sobre sus mejillas. Dejó los pedazos de la foto al pie de la cama. Se acostó, no sin antes secarse las lágrimas, en la cama junto a Blad y se dejó caer en los brazos de Morfeo.

Collegio D'Amore. Prólogo.

Prólogo


Al otro lado del muro





Comenzaron las vacaciones de verano en el internado WhiteSoul. Ya habían salido la mayoría de los alumnos y profesores. Solo faltaba un autobús por salir. Todos lo que estaban allí eran alumnos de primero de Barchiller. Cuando los cuarenta alumnos subieron al autobús, el conductor lo puso en marcha. Mientras el autobús iba hacia la puerta principal, los alumnos miraban por las ventanilla el pequeño bosque que había en los terrenos del colegio. También pasaron por el lado de la gran piscina que ya no se utilizaba. Unos minutos más tarde , el autobús llegó a la puerta principal. El conductor aparcó bajo el gran marco de piedra de la entrada. El conductor bajó y fue a abrir la puerta. Un gran candado impedía que fuera abierta. El conductor algo mosqueado subió al autobús. Le dijo a los alumnos que habían cerrado la puerta. Los alumnos disgutados empezaron a cuchichear unos con otros. El conductor puso en marcha de nuevo el autobús. Esta vez condujo hasta la puerta de atrás. Bajó y vió que aparte de estar muy oxidada, también tenía un gran candado. Los candados eran nuevos, así que estaban colocados allí recientemente. En vez de subir al autobús intentó pensar en una forma de escapar de allí. Vió que los muros eran gruesos. Se le ocurrió una gran idea. Rápidamente fue hasta un árbol cercano y alto y subió por él. Después saltó al techo del autobús. Los alumnos escucharon ese sonido y salieron rápidamente por las puertas. Vieron lo que intentaba hacer el conductor algo sorprendidos. El conductor se dió cuenta de que los alumnos habían salido. Sonrió de forma enigmática, aunque nadie lo vió. Saltó hasta el muro. La sonrisa se le borró de la cara. Se escuchó el sonido de un disparo. El conductor se dió la vuelta. Los alumnos vieron como el conductor se tapaba el pecho con ambas manos. Esto no impedía que la sangre saliera de su corazón. De pronto el conductor se quedó rígido. Cayó hacia atrás. Hacia el otro lado del muro... Se oyeron más disparos. Algunos casquetes de las balas llegaban hasta el interior del internado. Los alumnos muy asustados se alejaron de la puerta. Un hombre apareció en ella. No le reconocieron pues un pasamontañas negro le tapaba el rostro. Estaba vestido entero de negro. Estaba lleno de sangre. Sonrió ante la cara de los alumnos al ver la pistola que tenía en la mano. Los alumnos corrieron por el bosque hasta que llegaron al elitista y tétrico internado donde habían vivido todo el año escolar. Entraron todos rápidamente y cerraron la gran puerta de roble. Después vagaron por el interando sin saber si salir e intentar escapar o quedarse allí hasta que les rescataran. Todos miraban sus móviles constantemente, pero alguien (estaban seguros de que eran el hombre de negro y posiblemente su grupo) había roto el repetidor, así que no podían llamar ni tenían Internet.

domingo, 4 de julio de 2010

The lion and the lamb. Última entrada.











Bueno esta va a ser la última entrada de "The lion and the lamb". Aqui podeis comentar que os pareció el final y comentar algo de la historia. Aquí os dejo también los personajes de estas últimas temporadas que no subí en la otra entrada de personajes (por que no habían aparecido aún).

http://proyecto-crepusculo.blogspot.com/2010/03/lion-and-lamb-2-temporada.html <----- para ver a los otros personajes