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Enlazamé

lunes, 15 de marzo de 2010

THe lion and the lamb. Capitulo 16

Bella despertó el día siguiente todavía un poco conmocionada. Cuando abrió los ojos vió que Alice ya había llegado. Miró por la ventana. Acababa de amanecer. Alice se había quedado dormida a los pies de la cama de Bella. La repulsión que Bella sintió después del recuerdo de su última noche con Edward se transformó en vergüenza y culpabilidad. No podía estar más que agradecida con Alice. No podía creer que hubiera pensado en no ver más a Alice y a su familia. Sobre todo a Edward. Eran como de su familia. Los quería mucho y no iba a dejar que eso pasara. Haría falta algo más que una bruja y un hechizo para separarlos... Ahora que lo pensaba, Bella estaba segura de que Irina se había adentrado en sus sueños. Gracias a ella se acordaba de todo. Sintió gratitud hacia Irina. Cuando saliera del hospital le iba a hacer un regalo que nunca olvidará... Dejó de pensar en eso y empezó a pensar en su Edward. ¿Qué le habría pasado?, ¿cómo estaba?, ¿estaría todavía en España?...

Cuando Alice despertó le hizo una pregunta que se hacía. ¿Cómo había pasado Edward las noches en el hospital?. Le respondió que Jasper cerraba todos los días la puerta con llave y solo entraba él en su habitaicón. Así que nadie le vió. Alice todavía medio dormida se acurrucó otra vez sobre los pies de Bella.

Edward negó por segunda vez la proposición de Irina. No pensaba volver, quería a Bella pero estaba demasiado dolido. Tanto que aunque Esme se arriesgara a volver a España para suplicarle que volviera no iría. Le dijo a Irina que no le volviera a hacer un broma de ese tipo. Irina sonrió.

- ¿Qué? -le preguntó Edward mientras Irina sonreía- ¿Qué te pasa?
- Nada
- Dímelo -exigió Edward mientras cogía del brazo izquierdo a Irina- Recuerda quién soy
- El malvado principito de Forks. Edward I
- No soy aquel el que dices. Hasta tú dices que he cambiado muchísimo
- Algunas de tus costumbre -dijo mientras se soltaba del brazo de Edward- Siguen estando presentes
- Lo siento -murmuró Edward
- No pasa nada Edward
- ¿Por qué sonreias antes? -dijo tímidamente Edward- Si no quieres no me lo digas
- Porque se nota. Se nota muchísimo
- ¿Qué se nota?
- Que estás enamorado de ella y el hecho de venir a tu habitación, enfrentarte al fantasma y después mandarme un e-mail para que te venga a recoger lo demuestra
- ¿Qué? -dijo Edward- ¿Cómo lo sabes?
- Soy bruja, recuerdalo
- Sentí que me moría cuando ví el "fantasma" de Bella -confesó Edward tímidamente- Creo que volveré pronto.
- ¡No!
- ¿Qué pasa?
- No deberías volver
- ¿Cómo lo sabes?
- Intuición
- ¿Intuición o brujería?
- La magia no te permite ver el futuro -Edward abrió la boca para interrumpirla- Pero se puede "leer" la mente Edward. Eso es lo que hice. Lo de ver el futuro puede ser muy peligroso. ¿Sabías algo de esto?
- Pues no
- Me alegro de que te guste esto...
- Te estás desviando del tema a proposito -la incriminó Edward
- Lo sé. Es lo que intentaba, pero estás muy espabilado para ser las tantas ¿no?
- No intentes desviar el tema otra vez
- Vale
- Entonces ¿cómo lo sab...? Ahh eres bruja
- Exactamente Edward. Deberían pasar unos meses
- ¿Ibas a volver?
- Sí, iba a volver cuando creyera oportuno
- Excelente
- Me tengo que ir ya
- ¿Por? -Irina sonrió de nuevo- Bella ¿no?
- Sí, ¿quieres que le diga algo a alguien de tu parte? -descaradamente miraba a Edward
- Sí, a Esme dile que lo siento y diles a los demás que volveré pronto
- Divino. Au revoir Edward

Sonriendo Irina se desapareció ante Edward. Apareció en el aparcamiento del hospital tras un pequeño golpe de viento apenas inperceptible. Cuando Irina abrió los ojos vió que un coche estaba entrando en el aparcamiento. Se escondió tras un Porshe de color blanco roto. Esperó a que el ocupante del coche saliera. El coche era un BMW de color plateado. El ocupante era un chico de unos diecisiete años. Alto también parecía que era deportista. Su color de piel era muy claro. Tenía el pelo de color cobrizo y sus ojos eran de color marrón. Cuando echó a correr por las escaleras para salir del aparcamiento, Irina salió de su escondite. Fue hacia las escaleras cuando de improvisto, entró una moto en el aparcamiento. Irina la esquivó por milímetros. La moto era una Aprilia de color negro. El conductor llevaba un casco de color negro. Era alto, fuerte y había algo que le resultaba conocido a Irina. Cuando se quitó el casco Irina vió que el conductor era Emmett. Este se disculpó y le dijo que Esme la esperaba en su casa. Que fuera a casa con él para hablar con ella. Irina miró las escaleras. Pensaba ir al hospital para visitar a Bella.

Tras mucho pensar, Irina fue con Emmett a casa. Cuando estaban en el jardín Esme salió de la casa. Irina miró al cielo. Estaba amaneciendo. Esme le hizo su interrogatorio en el jardín. Cuando Irina le contó todo con pelos y señales dijo que tendría que irse. Que iba a ver a Bella. Alice se ofreció a acompañarla. Irina cogió la mano de Alice y de nuevo desapareció y apareció en el oscuro aparcamiento del hospital.

Cuando subieron a recepción, Irina se fijó en el chico del aparcamiento. Tenía el brazo vendado. Seguramente habría tenido un accidente. Irina y Alice esperaron en recepción hasta que Jasper llegó. Alice se fue con él, pero Irina se quedó allí. Sentada en una de las butacas mirando al chico del aparcamiento. Lentamente Irina se acurrucó en la butaca...

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