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Enlazamé

viernes, 23 de julio de 2010

Collegio D'Amore. Prólogo.

Prólogo


Al otro lado del muro





Comenzaron las vacaciones de verano en el internado WhiteSoul. Ya habían salido la mayoría de los alumnos y profesores. Solo faltaba un autobús por salir. Todos lo que estaban allí eran alumnos de primero de Barchiller. Cuando los cuarenta alumnos subieron al autobús, el conductor lo puso en marcha. Mientras el autobús iba hacia la puerta principal, los alumnos miraban por las ventanilla el pequeño bosque que había en los terrenos del colegio. También pasaron por el lado de la gran piscina que ya no se utilizaba. Unos minutos más tarde , el autobús llegó a la puerta principal. El conductor aparcó bajo el gran marco de piedra de la entrada. El conductor bajó y fue a abrir la puerta. Un gran candado impedía que fuera abierta. El conductor algo mosqueado subió al autobús. Le dijo a los alumnos que habían cerrado la puerta. Los alumnos disgutados empezaron a cuchichear unos con otros. El conductor puso en marcha de nuevo el autobús. Esta vez condujo hasta la puerta de atrás. Bajó y vió que aparte de estar muy oxidada, también tenía un gran candado. Los candados eran nuevos, así que estaban colocados allí recientemente. En vez de subir al autobús intentó pensar en una forma de escapar de allí. Vió que los muros eran gruesos. Se le ocurrió una gran idea. Rápidamente fue hasta un árbol cercano y alto y subió por él. Después saltó al techo del autobús. Los alumnos escucharon ese sonido y salieron rápidamente por las puertas. Vieron lo que intentaba hacer el conductor algo sorprendidos. El conductor se dió cuenta de que los alumnos habían salido. Sonrió de forma enigmática, aunque nadie lo vió. Saltó hasta el muro. La sonrisa se le borró de la cara. Se escuchó el sonido de un disparo. El conductor se dió la vuelta. Los alumnos vieron como el conductor se tapaba el pecho con ambas manos. Esto no impedía que la sangre saliera de su corazón. De pronto el conductor se quedó rígido. Cayó hacia atrás. Hacia el otro lado del muro... Se oyeron más disparos. Algunos casquetes de las balas llegaban hasta el interior del internado. Los alumnos muy asustados se alejaron de la puerta. Un hombre apareció en ella. No le reconocieron pues un pasamontañas negro le tapaba el rostro. Estaba vestido entero de negro. Estaba lleno de sangre. Sonrió ante la cara de los alumnos al ver la pistola que tenía en la mano. Los alumnos corrieron por el bosque hasta que llegaron al elitista y tétrico internado donde habían vivido todo el año escolar. Entraron todos rápidamente y cerraron la gran puerta de roble. Después vagaron por el interando sin saber si salir e intentar escapar o quedarse allí hasta que les rescataran. Todos miraban sus móviles constantemente, pero alguien (estaban seguros de que eran el hombre de negro y posiblemente su grupo) había roto el repetidor, así que no podían llamar ni tenían Internet.

1 comentario:

  1. Ains Jose (soy Rocio de VD de tuenti) k susto me he llevado con el tiro!! Voy corriendo a leer lo k sigue!! =)

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