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Enlazamé

miércoles, 28 de julio de 2010

Collegio D'Amore. Capítulo 4



Capítulo 4


Amor



Aitor abrió los ojos lentamente. Estaba tirado en la cama de Jenny junto a ella. Ella se había dormido abrazandole. Sonriendo la apartó delicadamente para que no se despertara. Después se levantó de la cama y se puso su ropa interior, que estaba bajo la cama de Jenny. Recogió la ropa sucia y fue hacia la puerta no sin antes besar la frente de Jenny. Salió de la habitación cerrando la puerta lentamente. Miró su reloj. Eran las siete de la mañana. Seguramente no había nadie despierto. Cruzó algunos pasillos para dirigirse hasta su habitación. Llegó unos diez minutos después. Abrió la puerta lentamente y entró. Sus compañeros dormían. Su habitación era como todas las del internado. Siete camas identicas. Siete mesillas de noche a la derecha de la cama. Un escritorio a la derecha de la habitación, un tablón de fotos encima de éste y un armario a la izquierda junto a una ventana. Las paredes estaban pintadas de amarillo y el suelo era de madera. Fue hasta su mesilla de noche. Lentamente abrió uno de sus cajones y cogió otros Calvin Klein casi iguales a los que llevaba exepto porque tenían una banda blanca en la parte central. Cerró el cajón. Abrió el otro y cogió un par de calcetines. Después fue hasta su armario. Cogió una camiseta de mangas cortas de color celeste que tenía estampadas letras amarillas formando la palabra "Friends", unos vaqueros modernos, una toalla y sus Nikes negras. También cogió un paquete, que metió en el bolsillo de los pantalones que acababa de coger. Cogió toda la ropa y salió de la habitación. Fue hasta la lavandería y dejó allí la ropa sucia. Se envolvió con la toalla y después fue hasta el baño. Cuando iba a entrar chocó con alguien.

- Perd... -comenzó a decir el chico. Aitor le conocía muy bien. Era Blad
- Podría decir algo como "Lo siento" o "Perdón" ¿sabes? -dijo Aitor bordemente mientras se levantaba- Pensaba que tú como jefe de "los pijos" eras más educado
- Nada es lo que parecer -dijo Blad fríamente
- ¿Me dejas pasar? -le dijo Aitor arqueando las cejas
- Si por mí fuera no -dijo Blad sonriendo- Es verdad que depende de mí. Pues no te dejo pasar.
- ¿En serio? -dijo Aitor mientras le miraba sonriendo
- Sí
- Si tú lo dices... -dijo Aitor mientras tiraba a Blad al suelo- Gracias
- Cabrón
- Ahorate tus putos insultos -le dijo mientras cerraba la puerta

Sonriendo Aitor entró al baño. Le encantaba irritar a Blad. Era su pasatiempo favorito. Dejó la ropa en los bancos y se quitó la toalla dejándola junto a la ducha. Se metió en una de ellas y se duchó. Después se secó y se vistió. Miró la hora. Eran las ocho y media. Salió de la ducha y fue hasta el comedor. Estaba casi lleno. Solo faltaban un par de personas. Se sentó junto a su mejor amigo (Jace). Poco rato después salieron los cocineros junto a Jenny. Aitor le sonrió pero no supo si le había visto. Olly se levantó junto a varias amigas y fueron a cerrarle el paso a Jenny...

Tras la discusión, Aitor se levantó rápidamente y fue corriendo hasta donde estaba Jenny. Cuando llegó Jenny empezó a hablar a sus amigas. Les contó toda la historia. Aitor sabía que Jenny lo estaba pasando mal y que pronto empezaría a llorar, pero no lo hizo. Las amigas de Jenny le habían visto, pero no le habían dicho nada. Aitor esperó a que terminara de hablar.

- ¿Podemos hablar? -le preguntó Aitor.
- Sí, claro -le respondió ella cuando se dió la vuelta
- Vamos a un lugar más tranquilo -le dijo mientras Jenny se levantaba

Ante la mirada atenta de sus compañeros y amigos, Aitor y Jenny salieron del comedor. Antes de cerrar la puerta a Aitor le pareció que cuchicheaban. Cerró la puerta y salieron al pasillo. Aitor cogió la mano de Jenny y empezó a guiarla. Cruzaron todos los que los separaban del vestíbulo. Salieron del internado y fueron hacia el bosque. El bosque era un lugar muy tranquilo. Aunque esos días también era algo peligroso. Al menos todos sabían que ningún "hombre de negro" había entrado. De pronto una suave brisa acarició las copas de los árboles y los cuerpos de los dos jovenes. Aitor le dijo a Jenny que cerrara los ojos y que sigiera dejándose llevar. Ella lo hizo. Aitor pensó que cuando le había dicho lo de antes la habría podido asustar. Aitor la llevó hasta el pequeño lago que había justo en el centro de los terrenos del internado. El lago tenía las aguas cristalinas y era poco profundo. Pararon el la orilla del lago. Aitor le dijo que podía abrir los ojos. Jenny se sorprendió cuando vió la orilla del lago. Aitor la besó delicadamente y le dijo que tenía algo para ella. Sacó del bolsillo del pantalón un paquete y se lo dió. El paquete contenía una pequeña caja de color negro azabache. La pequeña caja contenía un pequeño anillo de oro. El anillo tenía un extraño símbolo grabado en la parte superior. El símbolo se parecía a una lágrima. De la lágrima salían un par de alas blancas y grandes. Parecían alas de ángeles. Ese anillo era de la madre de Aitor, recientemente muerta. Aitor le uso el anillo a Jenny en el dedo corazón de su mano derecha y ambos se abrazaron. Después Jenny le dió las gracias a Aitor y lo besó. Mientras ambos se besaban, alguien gritaba el nombre de Jenny por el bosque. Ambos conocían esa voz. Extrañados pararon de besarse y se miraron. Tras unos instantes, fueron hasta el lugar del que provenía la voz...

1 comentario:

  1. Felicidades por el blog, me ha encantado! Espero que sigas publicando prontito, que sino me entra el mono, jajaja. un beso y pasate por el mio si quieres; www.xiquiiandtwilight.blogspot.com

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