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Enlazamé

jueves, 26 de agosto de 2010

Relatos: The lake of the love






Capítulo 1

Elena estaba en su habitación. La pintura de las paredes de la habitación era de color verde claro. El suelo (de madera) estaba completamente tapado con un alfombra que tenía el dibujo de un lobo en un bosque aullando a la luna. Al fondo de la habitación, había una cama. La colcha era también de color verde. Encima de la cama había solo un gran lobo de peluche. Al lado de la cama, había una mesita de noche de madera de nogal. A la derecha de la mesita de noche, había un escritorio con dos cajones en su lateral. Encima del escritorio, había un ordenador portátil de la marca Toshiba. Al lado del ordenador, había un Lg chocolate de color negro. A la derecha de la habitación, había una estantería de madera de sauce que lo ocupaba todo. A la izquierda de la habitación, había dos grandes armarios empotrados que como la estantería lo ocupaba todo.
Elena era una chica de 17 años. Sus ojos eran de color verde esmeralda. Era delgada y bajita. Tenía el pelo de color negro y tenía media melena. Era simpática y divertida aunque un poco tímida. También era vegetariana y se preocupaba mucho por el medio ambiente. Le encantaba leer y cuidar de la naturaleza.
Ese día, Elena llevaba unos pantalones pitillo vaqueros, una camiseta de hombro caido de color blanco y unos espartos altos y blancos. Ese día tenía el pelo liso y el flequillo peinado para el lado derecho.
Elena empezó a buscar los papeles que su padre le había pedido. Su padre y su socio tenían una gran empresa. En ese mismo instante, el padre de Elena y su socio estaban teniendo una reunión en el salón de su casa. Debatían si talar un bosque de su propiedad para construir otra sucursal. El padre de Elena no quería talar el bosque, ya que se preocupeba tanto por el medio ambiente como su hija. Elena abrió uno de los cajones de su escritorio. Allí estaban los papeles. Los cogió y salió de su habitación. Pasó por el pasillo (con paredes color rojo oscuro apagado y suelo de parqué), bajó por las escaleras de caracol del final del pasillo y fue al salón. El salón era una sala cuadrada y amplia. Las paredes eran de color verde y el suelo era de parqué (como en toda la casa). En el centro del salón, había una gran mesa de madera de caoba. A su alrededor, había cuatro sofás grandes de color celeste. A la derecha de la habitación había una gran ventana por la que se veía el jardín de la casa. A la izquierda, había una gran estantería llena de libros. Al fondo, había una tele de plasma de 50 pulgadas. Uno de los sofás estaba lleno. Lo ocupaban tres hombres. Uno de ellos era Ángel (el padre de Elena). Tenía 38 años. Era moreno de ojos azules. Era delgado, bajo y tenía el pelo corto. El hombre que estaba a su lado tendría aproximadamente su edad. Era rubio de ojos grises. Era delgado, alto y llevaba el pelo largo. El otro hombre era mucho más joven. Tendría unos 20 años. Era moreno. Sus ojos eran de color marrón chocolate. Era delgado y alto. Parecía que iba frecuentemente al gimnasio. Tenía el pelo corto y despuntado. Los tres vestían trajes de chaqueta negros con corbatas a juego.

- Papá -dijo Elena cuando llegó junto al sofá- te traigo los papeles que me pediste
- Gracias Elena -dijo Ángel- si quieres puedes quedarte en la reunión
- No gracias -le dijo- tengo algunas cosas que hacer
- Bueno al menos dejame presentarte a mi socio y a su hijo
- Oh vale
- Él -dijo señalando al hombre que estaba a su lado- es Mario, mi socio.
- Encantada -dijo Elena mientras ella y Mario se daban dos besos- soy Elena
- Y él -dijo señalando chico joven- es Marcos
- Encantado -dijo él mientras le daba dos besos a Elena
- Bueno papá yo me tengo que ir a la biblioteca -Elena se giró para irse
- ¿Quieres que te acompañe? -Elena se giró de nuevo para ver quien le había echo la pregunta. Era Marcos- Mi padre puede apañarselas sin mí y además tengo que pasar por allí para ir a mi casa
- Claro, gracias Marcos

Ambos salieron del salón y se dirigieron a la puerta principal. Salieron de la casa y cruzaron el amplio jardín recubierto de césped artificial. Salieron a la calle. Frente a la casa de Elena estaba aparcado un Volvo Plateado. Marcos abrió el Volvo e invitó a Elena para que se subiese. Ella lo hizo. Marcos puso el coche en marcha.

- ¿Para que vas a la biblioteca? -preguntó Marcos
- Quiero coger un libro de allí
- ¿Te puedo preguntar cual es ese libro?
- Bueno ya lo has echo -Elena rió- Es el libro "A tres metros sobre el cielo"
- De Federico Moccia ¿no?
- Lo conoces -preguntó Elena sorprendida- Creía que poca gente leía libros sobre amores imposibles
- Y problematicos -dijo Marcos- No lo leí pero me lo recomendaron un par de veces
- ¿Quién? -preguntó Elena- Lo siento no es de mi incumbencia -anadió rápidamente al ver la cara de Marcos
- No te preocupes -Marcos le sonrió- Fue una amiga que se fue hace algún tiempo a Italia
- Oh -dijo Elena- Anda ya hemos llegado
- Bueno adiós -le dijo Marcos mientras Elena salía del coche- Hasta pronto
- Adiós -le dijo Elena antes de cerrar la puerta- Y gracias

Capítulo 2

Elena cerró la puerta y Marcos puso su coche en marcha. Elena entró en la biblioteca. La biblioteca era grandísima. Tenía cuatro plantas y todas estaba llena de libros. Estaban ordenados por temas y dentro de los temas alfabéticamente. Elena se acercó al mostrador detrás del cuál estaba un bibliotecario. Elena le preguntó dónde estaban los libros de amor. El bibliotecario le respondió que estaban por la segunda planta. Elena pasó por toda la sala al dirigirse a la escalera de caracol. Justo antes de llegar al pie de las escaleras una chica que estaba en una mesa cercana llamó a Elena. La chica tenía la misma edad de Elena. Era rubia de ojos azules como el mar. Era delgada y alta. El pelo le caía por la espalda. La chica se llamaba Débora. Era la ex-mejor amiga de Elena. Terminaron la amistad porque Débora se había liado con el ahora ex-novio de Elena. Elena se acercó aunque desconfiaba de Débora. A Elena le sorprendió que Débora estuviera sola. Siempre estaba rodeada o de admiradores o de niñas pijas.

- ¿Qué quieres? -le preguntó Elena bruscamente
- Solo decirte que ese chico del coche... -empezó Débora
- No te importa quien es y lo que yo haga con él es problema mío ¿vale?

Elena no le dejó contestar. Fue rápidamente a la escalera de caracol y la subió. La segunda planta estaba llenísima. Elena pensó que se equivocó en lo que le dijo a Marcos antes. Parecía que a la gente le interesaba los amores imposibles. Fue hacia la estantería con el nombre "Amor" y buscó al sección de "Amores imposible". Allí encontró el libro que buscaba. Lo cogió y se sentó en la única mesa vacía que había en la gran sala. Buscó rápidamente la página que más le gustaba del libro. La leyó otra vez de nuevo y unas frases resonaron en su cabeza:
"Soy feliz. Nunca he sido así de feliz en toda mi vida.
¿Y tú? ¿Yo? -Step la abraza fuerte- Estoy demasiado feliz.
¿Como para lograr tocar el cielo con un dedo?
No, no así.
¿Como no así?’
Mucho mas. Al menos tres metros sobre el cielo."

Elena comezó a leer el libro desde el principio de nuevo. De pronto alguien entró en la sala. Alguien al que Elena odiaba. Era Pablo. Su ex-novio. Pablo era rubio de ojos grises. Era delgado, alto y guapo. Era simpático y divertido. También era un gran cantante. Parecía que buscaba algo. Elena creyó que Débora lo había llamado para decirle que ella estaba ahí. Se escondió tras su libro.

- ¿Elena? -preguntó Pablo unos minutos después de estar buscandola por la sala- ¿Puedo hablar contigo?
- No -le respondió ella- ¿Que parte de "No quiero volver a verte en mi vida" no entendiste?
- Lo siento
- No acepto tus disculpas
- Necesito que las aceptes
- ¿Si? -dijo Elena mientras se levantaba y dejaba el libro en su sitio- ¿En serio?
- Sí, Elena te quie...
- Si me hubieras querido alguna vez no te hubieras ido con mi mejor amiga -dijo Elena interrumpiendolo
- Fue un error
- No me importa -dijo ella dirigiendose a las escaleras de caracol- y ni se te ocurra volver a buscarme

Elena bajó rápidamente las escaleras. Sabía que Pablo le estaba pisando los talones. Llegó a la primera planta y vió a Débora sonriendo. En otras circunstancias Elena le abría dicho algo pero no tenía tiempo así que salió de la biblioteca. Salió fuera. Eran las ocho y ya había oscurecido. Miró esperando ver algún taxi o incluso el coche de Marcos. Mientras Elena buscaba algún coche, Pablo le había cogido del brazo y estaba tirando de ella. Elena intentó resistirse pero no pudo. La llevó a un callejón. Pablo intentaba llevarla hasta el final del callejón pero Elena por fin pudo resistirse y se soltó. Antes de que Pablo pudiera cogerla de nuevo, Elena le pegó una bofetada en la mejilla. Después de eso, Elena corrió lo más rápido que pudo. Sentía como Pablo, ahora furioso, la perseguía. De pronto, Elena vió las luces de los faros de un coche. Sin pensarlo se tiró sobre él. El conductor paró bruscamente para no atropellar a Elena.

- ¿Estás loca? -decía mientras salía del coche- ¿A quién se le ocu...? ¿Elena?
- ¿Marcos? -preguntó ella al reconocer la voz. Ella le miró- Gracias por encontrarme
- Como te coja te mató -dijo Pablo mientras se acercaba a Elena. Parecía que todavía no había visto a Marcos- Asquerosa hij a de pu... ¿Marcos? -preguntó mientras se acercaba a ellos- ¿Qué haces aquí?
- ¿Pablo? -preguntó Marcos mientras Elena se escondía detrás de él- ¿Que hacías?
- Estaba hablando con mi novia -dijo algo receloso
- Ex-novia -dijo Elena desde detrás de la espalda- Nunca volveré contigo. No quiero verte más.
- Pablo ya la oiste será mejor que te vayas -dijo Marcos- No quiere hablar contigo
- Pero yo tengo que hablar con ella. Ahora
- Pues no puede ser -dijo Marcos- Elena súbete al coche. Te voy a llevar a tu casa
Elena se subió al coche sin pensarselo dos veces. Cerró la puerta. Vió por la luna como Marcos discutía brevemente con Pablo. Después se subió al coche. Elena se abrazó a él aunque fuera un completo desconocido para ella. Marcos le dijo que no se preocupara. Llegaron rápidamente a casa de Elena.
- Espera -le dijo Marcos a Elena cuando se iba a bajar del coche- Tenemos que hablar
- ¿De qué? -dijo Elena sentandose de nuevo en el asiento del coche
- Pablo dice que no te molestará más
- Bien -dijo Elena- ¿De qué le conoces?
- Somos primos. Su padre es el hermano de mi madre.
- Que casualidad -musitó Elena sin darse cuenta- Oh lo siento
- No pasa nada
- Bueno voy a entrar tengo algo de frío. Adiós
- Adiós Elena. Nos vemos

Elena se bajó del coche. Cruzó el jardín y entró en la casa. Mario estaba saliendo del salón diciendole adiós a Ángel. Elena le dijo que su hijo estaba fuera con el Volvo. Mario le dió las gracias y salió de la casa. Elena entró en el salón. Allí estaba su padre recogiendo algunos papeles. Ángel miró a Elena. Parecía que la reunión había ido mal.
- Papá -dijo Elena- ¿qué pasó?
- No se va a talar el bosque -Elena se quedó algo sorprendida- pero...
- ¿Qué pasa?
- En el bosque hay una mansión. No se si lo sabías...
- Pues no
- Pues hay una. Supongo que tampoco sabes que esas tierras que íbamos a talar eran propiedad de nuestra familia desde hace varias generaciones...
- ¿Qué? -dijo Elena interrumpiendo a su padre- ¿Por qué no lo dijiste?
- El 50% de las tierras se las vendí a Mario y para que no destruya la mitad del bosque alguien debe vivir allí
- Y ese alguien soy yo ¿verdad?
- Solo si quieres
- Haré la maleta. Me iré mañana
- Hay un problema
- ¿Cuál?
- Alguien de la familia de Mario también va a vivir allí
- Vale -musitó Elena

Elena subió a su habitación. Empezó a hacer la maleta. Lo primero que hizo fue abrir el armario y meter toda su ropa en maletas que tenía de viajes que había hecho (le ropa le ocupó tres maletas). Después cogió otra maleta. La abrió y metió allí sus libros favoritos, sus peliculas favoritas y la alfombra que ocupaba toda su habitación. Después cogió su bolso favorito y en él metió todos sus pendientes, anillos y sus estuches de maquillaje. Lo único que le faltaba era coger su ordenador portátil y su móvil. Dejó las maletas en un rincón de su habitación. Encima dejó el ordenador. Miró su habitación. Ahora parecía mucho más triste al estar vacía. Cogió el Lg y puso el despetardor. Después lo puso encima de la mesilla de noche. Cogió un pijama de la maleta y se lo puso. Después metió la ropa que había llevado puesta en la maleta. Ya la lavaría en la mansión. Destapó la cama y se tiró sobre ella. Unos minutos después ya estaba dormida.
"Tu me enseñas que
se puede querer
lo que no ves
No consigo recordar
porque motivo me fui..."

Capítulo 3

Elena gruñó. No le gustaba despertarse pronto. Se levantó de la cama y se quitó el pijama. Lo metió en la maleta y sacó de ella una camiseta de mangas cortas blanca, una falda vaquera y unos tacones blancos. Se vistió rápidamente, cogió el móvil y el ordenador y bajó las escaleras. Allí le esperaban sus padres. Su padre estaba sonriendole. Él le dió las llaves de casa. Su madre (Rubia de ojos verdes. Delgada, baja y pelo largo) también le sonreía. Elena abrazó a ambos y salió de la casa. Allí le esperaba el chofer. Le dijo donde estaban las maletas y subió al coche (un Porshe de color negro). El chofer hizo varios viajes para recoger las cosas de Elena. Quince minutos después se encaminaban hacia la mansión. Mientras iban a la mansión, Elena se puso a jugar a un juego de móvil. Una hora después llegaron a las puertas de la mansión. La mansión era grandísima. Se notaba que había pertenecido a alguien muy rico. Elena bajó del coche. El chofer abrió el maletero y cogió dos de las maletas de Elena. Elena cogió el bolso y se puso a caminar por el jardín. Mientras caminaba a Elena le pareció escuchar un ruido en el bosque. Se acercó al límite. No había nada. Se dió la vuelta y siguió dando la vuelta al jardín. Cuando terminó de darle la vuelta a la casa. El chofer le dijo que ya había dejado las cosas en su habitación y que ya se iba. Elena entró en la casa. El gran vestíbulo estaba escasamente decorado. Solo había una estatua de lo que parecía una reina con su hija. Elena se acercó para examinarla.
- Dice la leyenda que la reina Rose fue la reina más hermosa del mundo -dijo una voz conocida para Elena. Se dió la vuelta y allí estaba Marcos- Hola Elena
- ¡Marcos! -dijo ella corriendo hacia él. Le abrazó- No sabía que ibas a vivir aquí
- Pues sí -rió- ¿Te cuento la leyenda?
- Claro
- Como te decía la reina Rose era la reina más hermosa del mundo. Su belleza solo era comparable a la de su hija Samantha. Un día cuando Jack, el esposo de Rose, estaba fuera en una cacería, un hombre entró en la casa y asesinó a la reina cortandole el cuello. Samantha, que había escuchado los gritos de su madre, fue a esconderse al bosque. El asesino la vió correr y la siguió. Samantha desesperada deció pedirle ayuda al bosque y el bosque al notar la pureza de su corazón le concedió la ayuda. Una ninfa salió del árbol mas grande y grueso que había en el bosque y ayudó a la pequeña Samantha dejandole el árbol a ella. O sea que se convirtió en ninfa. Dice la leyenda que Samantha sigue en ese árbol y quién la encuentre la liberará de su sueño eterno
- Muy buena historia -dijo Elena- Tendremos que buscar ese árbol ¿no?
- Cuando quieras -dijo Marcos- ahora tengo que irme un rato a recoger algunas cosas de mi casa. Vuelvo en una hora
- Adiós
- Hasta pronto

Cuando Marcos se fue, Elena se empezó a aburrir un poco y fue a explorar la casa. Empezó a explorar el sótano. Estaba lleno de cosas viejas. Había muchas cajas. También había cuadros colgados en la pared. Elena los miró. La mayoría representaban a nobles. Los más recientes representaban a los últimos dueños de la casa (parientes de Elena). Había un retrato de una mujer justo en el centro. La mujer era morena y de ojos azules. Delgada, alta e imponente. Estaba sonriendo. Bajo el cuadro había una inscripción. Ponía: "Rose Widmore". Elena se fijó en una caja que había bajo el cuadro. Elena la abrió. En ella había varios retratos pequeños de Rose. También había un joyero. El joyero tenía un candado con forma de corazón. Tenía la llave puesta. Elena lo abrió. Dentro había un pequeño anillo de oro. El anillo tenía un diamante con forma de corazón incrustado. Elena lo cogió y se lo puso en el dedo corazón. Elena se fue un rato a su habitación (estaba en la segunda planta). Su habitación era bastante parecia a la otra. Las paredes estaban pintadas de verde y el suelo estaba recubierto de madera. Su cama estaba en el fondo izquierda de la habitación. Encima de la cama estaba su lobo de peluche. A la derecha de la cama estaba la mesita de noche. A la derecha de la mesita estaba el escritorio. Encima de este estaba el portatil de Elena. Frente al escritorio había una silla de madera que parecía un poco incómoda. A la izquierda de la habitación habia un tocador (donde Elena dejo todo lo que llevaba en el bolso). A la derecha había dos armarios (donde la criada Sara había dejado la ropa de Elena). La alfombra de Elena ocupaba la mayoría del suelo. Elena salió de allí. Mientras bajaba las escaleras la puerta principal se abrió y Marcos entró. Ambos se saludaron y fueron a comer.

Un rato después, Marcos le dijo a Elena si hacer una "excursión" con él. Ella le preguntó en que consistía. El le dijo que consistía en ir con él a explorar el desván. Ella le dijo que sí algo ruborizada. Subieron y entraron. El desván. al igual que el sótano, estaba lleno de cajas. Exepto un hueco donde había un sofá rojo. Frente al sofá había una ventana. Elena se acercó y vió que encima del sofá había una caja. La abrió. Allí encontró dos cosas. Una especie de mapa y un joyero decorado con rubis y zafiros. Se guardo el mapa en el bolsillo y abrió el joyero. Dentro había una cadena y una pulsera. La cadena era de plata. Tenía una esmeralda incrustada con forma de hoja en un cuadradito de plata que colgaba de ella. La pulsera era de oro. Tenía una inscripción que no se podía leer bien. Elena se puso ambas joyas y se acercó a Marcos (que exploraba el desván). Le enseñó lo que encontró y Marcos alucinó con las joyas. Ambos pasaron toda la tarde abriendo cajas en el desván. Cuando anocheció ambos bajaron a sus habitaciones (contiguas). Se despidieron con un abrazo y cada uno entró en su habitación.

Capítulo 4

Al día siguiente, Elena despertó algo sobresaltada. Había tenido una pesadilla pero no la recordaba. Se levantó y se vistió (cogió el mapa de los pantalones después de vestirse). Después desayunó, se lavó los dientes y salió de la casa. Allí encontro a Marcos montado a los lomos de su caballo Spirit. Cuando vió a Elena, Marcos desmontó de Spirit y le guardó en el establo que estaba junto a la casa. Después se acercó a ella. Antes de que pudiera decir algo, Elena le dijo que si quería hacer una excursión con ella. El le respondió que sí sonriente. Elena sacó el mapa y lo miró. No había ninguna señal. Solamente mostraba los terrenos del bosque. Le pasó el mapa a Marcos algo desilusionada. Marcos vió un pequeño circulo azul en el centro del mapa t le preguntó a Elena que era. Ella le respondió que seguramente un lago. El le dijo que le gustaría ver el lago y ella le dijo que podían ir en ese momento. Se situaron en el mapa y comenzaron su pequeña excursión. Anduvieron una media hora entre los árboles mientras iban hacia el centro del bosque. Corrían pues querían ir rápido. Cuando casi estaban llegando tropezaron con las raices de un gran árbol. Ambos cayeron al suelo. Se levantaron rápidamente y miraron al árbol. Tenía una pequeña "S" dibujada justo en la base (la encontró Elena mientras estaba tirada en el suelo). Algo pensativos ambos siguieron el camino. Después de eso encontraron el lago rápidamente. El lago era precioso. Sus aguas cristalinas dejaban ver los peces que vivian en aquel lago. Todo era paz y tranquilidad allí. Cuando lo encontraron, Elena rápidamente se quito los zapatos y los calcetines y se sentó en la orilla del lago metiendo los pies en él. Después de eso cerró los ojos. Se sentía en paz. Se olvidó hasta de Marcos (que se había sentado junto a ella sin meter los pies en el agua). Marcos también cerró los ojos. Poco tiempo después, Elena estaba algo adormilada. Marcos sin embargo se sentía demasiado despierto. La mano de Elena estaba junto a la de él. Sin pensarlo la cogió. Elena se sobresaltó un poco y cuando abrió los ojos y vió la escena se ruborizo, pero no dijo nada. Marcos le sonrió y se acercó a ella. Elena sentía que aquello podía salir mal, pero sin embargo se dejo llevar y ella también se acercó a él. Unos segundos después ya no había distancia entre sus labios.

Capítulo 5

Un rato después, ambos se encaminaban hacia su casa cogidos de la mano. Llegaron rápidamente pues ya se habían aprendido el camino de vuelta a casa. Llegaron justo a la hora del almuerzo. Almorzaron en la cocina la comida hecha por Sara. Después ambos se fueron a sus respectivas habitaciones. Elena se sentó en la silla que había en su habitación y abrió su portatil. Lo encendió. Cuando terminó de cargar, se conectó a la red y miró su hotmail. Tenía varios spam y un mensaje de su padre. Borró los spam y miró el mensaje. En él su padre le decía que si queria podía ocuparse de la contabilidad de la empresa. Elena le mandó un correo respondiendole afirmativamente. Justo cuando lo envió Marcos entró en la habitación. Le dijo que su padre le había llamado dandole la buena noticia. Elena se levantó de la silla y fue a abrazarlo. Después, Marcos se sentó en la silla y Elena encima de sus rodillas. Se metieron en la pagina de la empresa de sus padres. Elena metió su contraseña y empezó a trabajar mientras Marcos le acariciaba el pelo. Una hora después, mientras Elena trabaaba, Marcos recibió una llamada. Era su padre. Salió de la habitación y abrió su móvil.

- ¿Qué? -le preguntó Mario a Marcos- ¿Alguna novedad?
- Sí, como me dijiste le dieron el puesto a Elena. Ha sido pan comido ver su contraseña. Ahora te la paso por un mensaje
- Muy bien hijo y recuerda que debes entretenerla. Dejala trabajar hoy y entretenla hasta que la empresa sea mia.
- Una pregunta ¿destruiras el bosque?
- Será lo primero que haga
- Ángel se intentará oponer
- Ángel estará fuera de juego. De eso me encargo yo.
- Adiós papá
- Adiós hijo

Capítulo 6

Cinco meses después, Marcos y Elena llevaban muy bien su "noviazgo". Sin saberlo, Elena estaba siendo engañada por su "novio" y por su "suegro". Mario ya había empezado a hacer las operaciones que le hacían falta para acabar con Ángel. Con lo que Mario no contaba era con un error de Marcos. Elena tenía tres meses y medio de retraso con la regla. Lo que quería decir que estaba embarazada. Ella no podía visitar a nadie pues se le notaba muchísimo. Ni Marcos ni Elena le contaron nada a sus padres. Ambos por miedo, pero por motivos distintos. Elena pensaba que Ángel se enfadaría y tenía miedo por Marcos. Sin embargo, Marcos tenía miedo de su padre. Sabía que Mario podía quitarle de su vista. Lo había hecho ya con otras personas en incontables ocasiones.

Un día, mientras Elena estaba en el lago (bautizado por ella como el lago del amor), Mario llamó a Marcos diciendole que ya estaba. Que dentro de unas horas la empresa sería suya y que acabaría con el bosque. Que dentro de unas horas el bosque no existiría. Marcos le dijo que eso era bueno pero... pensaba justo lo contrario. Había empezado a enamorarse de Elena y quería que su hijo viviera feliz y en paz. Mario también le dijo que se encargara de Elena y que lo hiciera pasar por un accidente. Esto descolocó a Marcos y éste le dijo a su padre que él no era ningún asesino. Mario se enfadó y le dijo que como no lo hiciera tendría fatales consecuencias. Mario le colgó tras decir eso. Marcos tragó saliva. Sabía lo que le haría su padre a él y a Elena. Marcos se dirigió a la cocina y le dijo a Sara que no requería más sus servicios. Cuando llegaran con las motosierras sería mejor que no estuviera más personas de las necesarias delante. Después Marcos fue al lago. Pasó por delante del árbol donde él mismo grabó la pequeña "S". Su padre le dijo que lo hiciera para que cuando llegara el momento ella estuviera allí. No sabía de que se trataba el momento cuando la grabó, pero ahora si lo sabía y tendrá que hacerlo. Suspiró y se acercó al lago. Allí estaba Elena. Estaba en el suelo sobre una toalla. Dormida. Con el vestido largo y blanco que llevaba y sus cabellos, ahora largo y negro, esparcido sobre la toalla parecía un ángel. No pudo hacerlo, no podía hacerle daño. Ahora no. Se acercó a ella sigilosamente y se tiró junto a ella. No se despertó. Los sonidos del lago eran los favoritos de Elena. E sonido de los pájaros al cantar, el susurro del viento cuando pasaba por las hojas de los árboles... Y no los volvería a oir nunca más. "No" pensó Marcos "No lo permitiré". Le dió un beso a Elena en la frente y se encaminó a la casa. Justo cuando llegó a la casa, recibió un mensaje de Mario. Mario le decía que fuera alejándose del bosque. Que acababa de hacerse con la empresa y que iba a destruirlo. Marcos rápidamente fue corriendo hacia el lago. Tropezó mil veces antes de llegar, pero eso no le importaba pues tenía que salvar a Elena. No iba permitir que le hicieran nada. Elena seguía dormida sobre la toalla. Marcos la despertó bruscamente. Antes de que Elena le preguntara lo que estaba haciendo, Marcos la cogió en brazos y se la llevó cuidadosamente a la casa. Cuando llegaron le explicó que su padre iba a destruir el bosque y que se acababa de hacer con la empresa (no le dijo nada sobre su traición). También le dijo que se tenían que ir de allí. Ella le dijo que no se iría de allí nunca. Justo entonces llegaron varios camiones de la empresa. De ellos se bajaron unas cincuenta personas. Todas con motosierras. Fueron hacia los árboles y empezaron a cortarlos. Elena fua hacia ellos corriendo (lentamente). Cuando llegó intentó hacer que pararan pero ella sola no podía hacer nada. No podía permitir que cortaran los árboles. Tiró de los pelos de uno de ellos. él apagó la motosierra y le dió una bofetada a Elena que cayó al suelo golpeandose con una piedra en la espalda al caer. Ella gritó. Marcos fue rápidamente hacia el que le acababa de pegar a Elena y le pegó un puñetazo en el estómago. Al ver a Marcos, todos pararon. Marcos les dijo a todos que pararan y que se fueran. Le hicieron caso. Mientras los camiones se iban, un coche aparcó justo en la puerta de la casa. De él salió Mario. Estaba algo sorprendido al ver a algunos árboles dañados pero ninguno cortado. Se acercó a Marcos.

- ¿Qué has pasado aquí? -preguntó- ¿Dónde están?
- Intentaron cortar los árboles y yo les eché
- ¿Por qué hiciste eso?
- Porque le quiero
- Oh -murmuró Mario cuando se dió cuenta de que Elena estaba embarazada- ¿Cuántos meses?
- Tres y medio mas o menos
- Así que -empezó a dar vueltas alrededor de Marcos y Elena- mi hijo llevaba traicionandome casi cuatro meses
- ¿Qué nos vas a hacer?
- ¿Yo? Nada. No soy un vulgar asesino -rió- pero mi acompañante sí

Capítulo 7

Mario entró en el coche. Después salió de él un adolescente de unos dieciseis años. Era moreno de ojos azules. Era alto y delgado. Tenía el pelo algo largo. Tenía algunas pecas en la cara. También varias cicatrices en los brazos. Llevaba una camiseta de mangas cortas blancas y unos pantalones vaqueros. Llevaba una pistola en la mano. Apuntó a Marcos. Marcos oyó una risa y Mario puso el coche en marcha y se fue. Cuando se perdió por el camino, el chico soltó la pistola y se acercó a Marcos. El chico le dijo que se llamaba Iván y que sus padres habían tenido negocios con Mario. Sus padres había muerto hace varios días a manos de los sicarios de Mario. Le habían dejado vivir a cambio de la muerte de Elena. Marcos llamó a la policía. Podían meter a Mario en la cárcel al tener testigos. Además Iván podía infiltrarse en busca de pruebas.

- Sabía que no lo harías -dijo una voz cuando Marcos colgó a la policía- te caerá toda la culpa Iván. Os mataremos a los tres y dejaremos la pistola en tu mano. Tiene tus huellas.

El que hablaba era Mario. Se acercó lentamente a ellos. Cogió la pistola con un trapo que tenía y empezó a caminar alrededir de ellos pensando en quién podía ser el primero en morir. Decidió que esa era Elena. La apuntó con la pistola y apretó el gatillo. La bala salió disparada hacia ella. Marcos se interpuso entre Elena y la bala. Notó un gran dolor y sin poder hacer nada, se desmayó.

Capítulo 8

Marcos despertó tres días después. Estaba en una habitación de hospital. Las paredes eran de color blanco roto y tenían una cenefa de color verde. El suelo era del mismo color que las paredes. Estaba acostado en una cama. Las sábanas eran de color blanco. En la habitación había varias sillas que estaban cerca de la cama. Marcos se incorporó. Cruzó toda la habitación y cuando llegaba a la puerta, alguien la abrió. Entró una chica. Era rubia de ojos azules. Era delgada y alta. El pelo le caía por la espalda. Reconoció a la chica. Era Débora su novia. Ella se lanzó a sus brazos y fue a besarlo, pero el no se dejó y le dijo que se apartara. Algo extrañada, Débora se apartó. Le preguntó qué le pasaba y él le respondió que no estaba enamorado de ella y que quería dejarlo. Ella rió y le dijo que en realidad estaba saliendo con él porque quería darse celos a Pablo. Salió de la habitación. Marcos fue tras ella. Cuando salió vió que varias personas acababan de llegar, entre ellas Elena, Pablo y Ángel. Débora se acercó a Elena y le dijo: "Bueno tu nuevo novio acaba de dejarme supongo que habrá sido por pena y por tu bombo". Después rió y cogió a Pablo de un brazo. Él le preguntó que hacía y ella sin pensarlo lo besó. Después se fue con una sonrisa de suficiencia en la cara hacia los ascensores. Elena vió a Marcos y se acercó a él. Ambos entraron en la habitación.

- ¿Estás bien? -le preguntó Elena a Marcos
- Sí ¿y tú?
- Hace tiempo que las mentiras de Débora dejaron de dolerme
- En realidad no todo es mentira
- ¿Qué?
- Te contaré todo lo que pasó si me prometes que no te irás hasta que termine
- Te lo prometo
- Mi padre tenía celos de tu padre -Ella asintió- y quería hacerse con la empresa. Como a tu padre le preocupaba la naturaleza, el decidió destruirla. Para conseguir la empresa necesitaba dinero y para ello intentó amenazar al de contabilidad. Dimitió y mi padre estaba seguro de que el puesto te lo iban a dar a ti. Un día, estaba con Débora en un parque y se acercó a decirmelo. Ella lo escuchó y quería colaborar. Mi padre me mandó a enamorarte. Empezé en el coche y después con la escena de la biblioteca. La montamos entre Débora y yo. Pablo no sabía nada. Después intenté enamorarte en la casa y lo conseguí. Solo hubo un contratiempo -Tras decir esto Elena le pegó una bofetada en la mejilla y salió corriendo.

Marcos intentó ir tras ella, pero los del hospital no le dejaron. Le dieron el alta ese mismo día a las tres de la tarde. Desùés de salir del hospital tuvo que ir a comisaría a declarar. Después del interrogatorio salió y fue a su casa. Allí le esperaba su madre. Su madre se llamaba Pilar. Era morena de ojos marrón chocolate. Era alta y delgada. Antes de que ella le dijera nada, Marcos buscó las llaves de su coche. Las cogió, salió de su casa y cogió el coche que estaba aparcado frente a su casa.
Se dirigía hacia la mansión, pero algo que vió lo detuvo. Mientras pasaba por un callejón vió a dos chicos dándole una paliza a otro. Otro que conocía. Era Iván. Marcos salió del coche y ayudó a Iván. Cuando vieron a Marcos los dos chicos huyeron. Marcos llevó a Iván al hospital. Después salió de nuevo a la mansión. Miró su reloj. Eran las ocho. Cogió el coche y fue rápidamente a la mansión. Llegó a las ocho y media. Buscó a Elena por toda la casa, pero no estaba. Eran las nueve. Se le ocurrió que a lo mejor estaba en el lago. Marcos corrió por todo el bosque hasta que lo encontró. Elena estaba allí. Estaba llorando. Marcos se acercó a ella y la abrazó. Elena intentó apartarse, pero Marcos se tensó y no pudo.

- El contratiempo no fue tu embarazo -le susurró Marcos a Elena en el oído- fue que me enamoré perdidamente de ti.
- ¿Eso es cierto? -preguntó Elena clavando sus ojos verdes en los marrones de él- ¿No me mientes?
- Crees que estaría aquí si no te quisiera
- No
- ¿Entonces?
- Has tardado mucho
- Ayudé a Iván le estaban dando una paliza
- ¿Entonces nos quieres? -Marcos pensó que el plural se refería al niño
- Por supuesto -le contestó. Después se besaron en su lago. En el lago del amor.
- ¿Por qué te pusiste delante de la bala?
- Porque por amor se hacen grandes locuras

Capítulo 9

Quince años después, Elena y Marcos seguían viviendo en aquella mansión. Pero ahora estaban acompañados. Acompañados de dos niños encantadores. De sus mellizos. Él se llamaba Samuel. Era rubio de ojos marrón chocolate. Era delgado, alto e iba al gimnasio como su padre. Tenía el pelo corto y despuntado. Parecía un Marcos en miniatura. Ella se llamaba Susana. Era morena de ojos grises. Era delgada y baja. Como a su madre le encantaba leer. Ambos eran simpáticos y divertidos, aunque Samuel era mucho más tímido que Susana. Vivían en la mansión desde que nacieron, exepto en época escolar. Entonces vivían en la casa de los padres de Marcos desde que Pilar murió. En la casa también vivían Pablo, Débora y su hija Cata. Desde que Debora salió de la cárcel (estuvo dos años por ayudar a Mario), estuvo mucho mejor. Era como había sido la ex-amiga de Elena. Ambas se reconciliaron. Cata tenía trece años. Era rubia de ojos grises. Era delgada y alta. Era guapísima. Era simpática, divertida y buena persona. Pablo, Débora y Cata vivían en la casa todo el año y deseaban que llegara la época escolar para que fueran a vivir con ellos Elena, Marcos, Samuel y Susana. Los padres de Elena llevaban ahora la empresa. Quince años después seguían manteniendola a flote. Elena se seguía ocupando de la contabilidad (desde casa en verano) y Marcos trabajaba de director de marketing en la empresa, así que tenía que ir frecuentemente, menos en vacaciones, que las solía tomar en los meses de Julio, Agosto y Septiembre. Iván ahora tenía 31 años. Se había casado con una chica que conoció en Italia. Tenía un hijo, llamado Mario. Su hijo era él en miniatura. Era moreno de ojos negros. Era alto y delgado. Tenía el pelo algo largo. Tenía algunas pecas en la cara. Además era simpático y el mejor amigo de Samuel. Por fin, después de tantísmo tiempo, todos eran felices. Totalmente felices. Sus vidas se cruzaron gracias a Mario, aunque él tenía malos fines, todo se conviertió en paz y armonía. Todos pensaban que todo lo bueno que tenían ahora era por todo lo malo que les había pasado.

Un día, Elena les contó toda su historia a sus hijos, a Cata y a Mario, mientras hacía el almuerzo para todos, ya que iban a hacer una especie de "comida familiar". Todos habían llegado ya y Marcos les estaba entreteniendo un poco. Mientras le contaba la historia a los niños, ellos la vivía como si fuese la suya propia.

- No entiendo algo -dijo Susana- ¿Por qué hay algunos cambios bruscos en la historia? No se como lo de la bala
- Porque por amor se hacen grandes locuras -le contestó Elena acordandose del día del lago
- Hey esa frase es mía -dijo Marcos mientras entraba en la cocina- ¿Recuerdas ese día?
- Por supuesto. Lo recuerdo muy bien
- ¿De qué hablais? -preguntó Samuel algo molesto. No le gustaba que hablaran de algo que no conocía
- Del día en que nos reconciliamos tu madre y yo. ¿No os lo contó?
- Sí -respondió Cata- pero no dió muchos detalles
- Pues fue en la orilla del lago.
- ¿Qué lago? -preguntó Mario
- El lago de nuestra mansión. Un día cuando estemos allí os lo enseñaremos.
- ¿Será pronto?
- Mañana si lo deseas.

Al día siguiente, Marcos, Elena, Samuel, Susana, Pablo, Débora, Cata, Iván, Carolina (la mujer de Iván) y Mario fueron al lago. Allí Marcos y Elena le contaron la historia a los mayores mientras los peuqeños jugaban al pilla entre los árboles más cercanos. Después de contarles la historia, hicieron una pequeña merienda en la orilla.

- Mamá, papá ¿por qué no os casasteis? -le preguntó Susana a sus padres cuando terminó de merendar-
- No lo sé. No tuvimos mucho tiempo nunca entre el trabajo y vosotros
- ¿Os organizamos la boda? -preguntó Débora- Podeis casaros mañana. Solo traemos a un cura y ya.
- No os quería molest...
- No es ninguna molestia Elena
- Mañana va a ser el mejor día de tu vida

Al día siguiente, cuando Elena despertó no la dejaron en paz. Débora (que había organizado la boda en un tiempo record) empezó a peinar el largo pelo de Elena. Lo rizó un poco y le cortó las puntas. Después, la llevó a ver el vestido que había que le había elegido. El vestido era de color balnco con un escote palabra de honor. Tenía algunos volantes y la cola larga. Elena pensó que era precioso y le dio las gracias a Débora. Después Débora le dijo que celebrarían la boda en el lago y la llevó allí. El suelo estaba lleno de pétalos de rosas rojas y blancas. Débora también le dijo que había contratado a una orquesta. Elena estaba deseando que llegara la hora de la boda.

Al fin la hora llegó. Elena no podía creerselo cuando iba del brazo de Pablo hacia donde estaban Débora y Marcos. La música sonaba y los pétalos se movían bajo sus pies y bajo los asientos de los invitados. Cuando llegó junto a él, el cura empezó a hablar. Mientras el cura daba la misa, Marcos no podía parar de mirar a Elena. Estaba preciosa. Por fin llegó la parte esperada.
- ¿Quieres recibir a Elena., como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?
- Si quiero -respondió Marcos
- ¿Quieres recibir a Marcos., como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?
- Sí quiero
- El Señor confirme con su bondad este consentimiento vuestro que habéis manifestado ente la Iglesia y os otorgue su copiosa bendición. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
- Nunca no separaremos -susurró Marcos- No lo permitiré

Entonces ambos se dieron un beso que selló su amor.
FIN

Bueno tras el parón veraniego voy a subir unos cuentos relatos. Espero que os gusten ;)

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