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Enlazamé

miércoles, 14 de abril de 2010

THe lion and the lamb. Capitulo 25

Edward pensaba que pasaron muchos días desde la primera de sus "clases". Las "clases" eran en realidad pruebas. En ellas los aprendices de ángeles tenían que saber aconsejar a una persona y, si no le daba un buen consejo y estaba a punto de cometer una estupided, como por ejemplo saltar desde el punto más alto de un acantilado, salvarles. A Edward se le daba bastante bien. Sobre todo lo de salvar. A Paolo se le daba bastante bien. Edward no sabía como había podido suspender tantas veces. La respuesta llegó al final del día. La última prueba del día consistía en salvar a unas personas. Cuatro conocidos. Solo tendrían un minuto para pensar a quien salvar. Edward se preocupó mucho cuando Angelus le contó lo de la última prueba. Si la superaba, el consejo de ángeles le permitiría hacer "el último examen". Paolo estaba muy concentrado cuando Angelus dijo lo del último examen. Era su última oportunidad.

Angelus les llevó a una habitación desconocida para Edward. En ella, Angelus (con la magia de los ángeles) haría dos copias perfectas de conocidos de Edward y Paolo. Estos debían salvar como a cuatro personas. En un minuto. Si no lo conseguían Edward tendría que repetirlo de nuevo y Paolo iría al "otro" lado. Edward se concentró rápidamente. Entonces la habitación se transformó. Estaban en el borde de un acantilado. Cuatro personas se preparaban para saltar. Eran cuatro chicas. Edward reconoció a dos. Eran Alice y Bella. Angelus puso en marcha su cronómetro. Rápidamente Edward salió corriendo hacia Bella. La cogió mucho antes de que se tirara. Después salvó a Alice cuando caía. Paolo a su lado consiguió salvar a una chica. Era guapa. Su pelo era de color negro. Sus ojos eran azules. Edward ayudó a Paolo a subir a la chica. Quedaban solo quince segundos. La chica que estaba al otro lado de Paolo se le parecía mucho. Se dejó caer. Edward siguió un impulso y se tiró tras ella. La cogió... Pero estaban cayendo. Edward intentó agarrarse a alguna roca. Lo consiguió. Le quedaban solo diez segundos. Edward subió a la chica lo más rápido que pudo. Quedaban cinco segundos. Tenían que salir de la sala si querían superar la prueba. Ya habían salido Bella, Alice y la otra chica. En el mismo momento en el que Edward subió, Paolo cogió a la chica y se la llevó fuera de la sala. Solo quedaba por salir Edward. Corrió lo más rápido que pudo y... lo consiguió. Aliviados, Edward y Paolo chocaron los cinco.

Alice se fue cuando la llamó Jasper. Irina se quedó solamente unos diez minutos más. Entonces Bella se quedó sola con Lucas. Era digno de su confianza. Bella estuvo varias horas hablando con Lucas. El tema de conversación fue la vida de Edward. Cuando terminó de hablar sobre él, Bella le preguntó a Lucas si había alguna forma de revivir a Edward. Este le dijo que solo con la magia oscura podían hacer algo así. Lucas le dijo que él no dominaba esa magia y podía destruir el cuerpo de Edward. Cuando lo dijo Bella apretó el colgante sobre su pecho. No permitiría que se destruyera su cuerpo. Al ver su expresion, Lucas también le dijo que si conseguía un buen equipo de magos (benévolos o malignos) podía intentar revivir a Edward mediante la magia antigua. Una magia que no se usaba desde hacia muchísimos años, pero que sin embargo Lucas controlaba porque su madre le enseñó antes de que la secuestraran. Para ese que Lucas hiciese ese conjuro solo necesitaba poder. Bella le dijo a Lucas que tenía varios contactos que le podían ayudar. Lucas se alegró al oir eso. Le dijo a Bella que los magos o brujas que consiguieran debían tener gran poder mágico, pues si no lo tenían podían morir mientras se hacia el conjuro. Bella asintió. Después miró su reloj. Eran las doce de la mañana. Bella se despidió de Lucas y se fue a su casa. Tropezó varias veces, pero consiguió llagar a su casa solo con unos rasguños en las palmas de las manos. Llegó por la parte trasera de la casa. Bella oyó una risa mientras caminaba hacia el jardín. Era la risa de Ben. Bella sigilosamente se coló en el jardín y estubo espiando a Ben. Estaba con una chica de su edad más o menos. La chica era rubia y sus ojos eran de color celeste. La chica sostenía a Anita mientras Ben estaba jugando con la niña. De repente, Ben se levantó y entró en la casa. Unos minutos después apareció con una manta. La tiró sobre el césped del jardín y se sentó allí. Ben le dijo a la chica que le pasara a la niña. Eso hizo, después dejó a Anita a su lado y se acostó. Unos segundos después, la chica se tiró también en la manta y recostó su cabeza sobre el vientre de Ben. Este sonrió complacido y empezó a acariciarle el pelo mientras observaba a Anita. Bella ssalió de nuevo al bosque. No quería interrumpirles. Mientras caminaba se chocó con un hombre. El hombre aguantó a Bella para que no se cayera. Bella miró al hombre para pedirle perdón y agradecerle el gesto. Levantó la cabeza y se quedó muda. Era el anciano del sueño. Sus ojos dorados brillaban espectantes mientras miraba a Bella. Bella se mostró sorprendida. Abrió la boca para decirle al anciano si le conocía. Pero antes de que dijera nada, el anciano la golpeó y la dejó inconsciente.

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