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Enlazamé

miércoles, 7 de abril de 2010

THe lion and the lamb. Capitulo 24

El compañero de habitación de Edward se llamaba Paolo. Había nacido en Roma. Paolo llevaba varios meses entrenando en la escuela de ángeles, pero no terminaba de encajar allí. Esa era su última oportunidad. Si no conseguía aprobar le echarían de la escuela. Edward hizo buenas migas con Paolo. Este le contó que tuvo un accidente mientras iba con su novia en moto. Ella se salvó. Se llamaba Alessandra. También le contó que iba rápido en la moto porque llegaba tarde a una audición que tenía en un teatro. Era cantante y actor. Se llevó una grata sorpresa cuando Edward le dijo que él también era actor y que estaba trabajando en una serie española. Durante el día anterior ambos hablaron mucho. Edward habló a Paolo sobre toda su larga vida. Incluido el por qué del hechizo. Cuando Edward se lo contó Paolo no parecía muy convencido. Creía que Edward le estaba gastando una broma.

Esa noche Bella tuvo un sueño muy extraño. Extrañísimo. En ella un anciano de voz grave se llevaba a su hija a algún sitio. Bella se pasaba buscandola mucho tiempo. Preguntando por toda el pueblo. Recibía una carta del anciano (llamado Ángel). Este le decía que su hija estaba en la ciudad de Roma, junto al puente Milvio. El que está encima del río Tiber. Bella inmediatemente cogía un vuelo y volaba hasta Roma. Cuando llegaba cogía un taxi e iba hacia el puente. Estaba lleno de turistas, por supuesto. Ya se sabe que la historia de Moccia caló mucho entre los italianos. Tuvo un gran éxito. Muchas parejas estaban poniendo sus "candados del amor". Mientras cruzaba el puente, Bella se fijó en uno especialmente. En él ponía "E&B unidos hasta en la muerte". Bella se acercó a el candado. Era viejo y estaba un poco oxidado. Pensó que era una gran coincidencia. E de Edward y B de Bella y hasta ellos estaban tan unidos como decían en el candado. Se acercó más. De pronto, algo envistió a Bella. Esta calló hacia el río Tiber. Ese día las aguas estaban agitadas. Si caía seguramente moriría. Justo antes de llegar al agua, Bella miró hacia arriba. Allí estaban Andrés, Anita y un anciano. Era una anciano de cabellos y barbas blancas. Sus ojos eran de color dorado. Estaba vestido con una túnica larga y blanca. Un brillo de malicia brilló en sus ojos dorados. El impacto con el agua hizo que Bella se quedara casi inconsciente. Antes de cerrar sus hojos por última vez, miró a su alrededor. Allí estaba Edward. Bella se fue sumergiendo con su amor...

De repente, Bella despertó pensando todavía en su sueño. Creyó que el leer el libro A tres metros sobre el cielo era el causante del sueño. Miró la hora. Eran las ocho en punto de la mañana. Se levantó. Fue directamente al baño y se lavó la cara. Después fue a la cocina. Allí Carlos le había dejado el desayuno (un tazón de cereales). Lo calentó en el microondas y se lo comió muy lentamente. Cuando acabó de desayunar eran las nueve y media. Justo cuando se levantó a fregar el tazón y la cuchara, Ben entró a la cocina. Bella lo miró y le dedicó una sonrisa burlona. Todavía se acordaba de lo del día anterior. Terminó de fregar. Ben acababa de coger un tazón para echarse cereales. Bella salió de la cocina y fua al cuarto de Anita. Anita estaba dentro de la cuna, duermiendo plácidamente. Bella la despertó. Después se la llevó a la cocina. Ben estaba esperando a que se calentaran los cereales, así que Bella le dejó a la niña en brazos mientras hacía el biberón. Ben le devolvió a la niña cuando los cereales terminaron de calentarse. Bella la cogió y le pidió a Ben que calentara la leche. Metió la leche en el microondas y se fue a desayunar. Terminó de hacer el biberón. Se lo dió a Anita que se lo bebió sin rechistar. Cuando Anita acabó, Ben terminó de fregar. Bella le dejó la niña a Ben diciendole que tenía que hacer cosas importantes. Ben cogió a la niña a regañadientes. Se la llevó al salón. Bella entró en su habitación y se vistió. Después cogió su movil y le mandó un mensaje a Alice y otro a Irina. Quería que ellas estuvieran presentes cuando ella hablara con Lucas. Por si acaso. A Bella no le gustaba ir desprotegida.

Media hora después, Bella, Alice e Irina se encaminaban al lugar donde Bella había quedado con Lucas. El lugar era un claro del bosque cercano a la casa de Bella. Las tres caminaron cuidadosamente entre los árboles. Algunos tenían aspecto tenebroso. Bella estaba un poco asustada. Irina se dió cuenta e intentó tranquilizarla. Tras diez minutos de caminata lo consiguió e inmediatamente después de que Bella dijera que estaba bien, entraron en el claro. El claro era liso y estaba lleno de flores silvestre que crecían a diestro y a siniestro. Era también un lugar muy soleado, por lo que había varios picnics allí. Era un lugar un poco dificil de encontrar, pero merecía la pena. En una de las mantas, había un chico joven. No mucho mayor que Bella. Estaba solo. Irina fue a su lado. Le saludó dandole dos besos. Después, Irina les hizo señas a Alice y a Bella para que la siguieran. Vieron al chico desde más cerca. Era moreno, de ojos verdes. Parecía sacado de una serie de televisión. Vestía una camiseta blanca de mangas cortas y unos vaqueros. Cuando Bella y Alice llegaron les sonrió. Ella le devolvieron la sonrisa. Entonces Irina habló.

- Bella, Alice -dijo sonriendo- este es Lucas
- Encan...-empezó diciendo Alice, pero Bella la interrumpió
- ¿Seguro que es él? -dijo dirigiendose a Irina- No podemos permitirnos falla, ya hay alguien que intenta boicotearnos.
- Si estoy segura Bella -respondió Irina
- ¿Cómo era? -preguntó Lucas
- No lo sé. Solo sé que su voz es muy grave
- Tienes muy pocas pistas entonces, pero podemos descubrir quién es. Lo sabremos si lo rastreo desde tu móvil.
- Bien -respondió Bella entregándole el móvil
- La llamada se hizo desde Roma -dijo Lucas tras unos minutos
- ¿Roma? -preguntó Alice extrañada
- Me lo imaginaba -dijo Bella con un susurro
- ¿Cómo? -preguntaron Lucas e Irina extrañados
- Tuve un sueño, más bien una pesadilla. Estaba en Roma. En el puente Milvio -Irina, Alice y Lucas se miraron extrañados. Lucas abrió la boca para interrumpir a Bella- ¿Nunca escuchasteis la leyenda de los candados del amor? -Los tres asintieron- Pues ese era el puente. Bueno pues encontré un extraño candado. Lo cogí y me empujaron hacia el río Tiber. Mientras caía ví a un anciano con Anita y Andrés. Estaba a punto de ahogarme y ví a Edward. Fuí hacia él. Después desperté.
- ¿Premonición? -susurró Alice
- No -respondió Irina
- ¿No hay relación? - preguntó Bella
- Sí que la hay Bella -respondió Lucas- La última vez que vieron a mi madre fue en ese puente. La secuestraron allí, ante varios testigos. Vieron como un anciano iba con ella. Después desapareció
- ¿Varios? -preguntó Bella
- Solo los magos sabían quien era mi madre Bella. Los demás los veían como una pareja que fue a ver su candado.
- ¿El anciano es un secuestrador?
- No sabemos si es el mismo anciano Bella -dijo Alice- Describeló
- Era...-Bella forzó un poco a su memoria- ¡Ya me acuerdo! Tenía los cabellos blancos. Tenía una barba larga y también de color blanco. Sus ojos eran de color dorado. Estaba vestido con una túnica larga y blanca. Cuando me vió caer sus ojos brillaron de malicia.
- Ojos dorados -dijo Irina con un susurro- Es imposible Bella
- ¿Por qué? -le preguntó Bella
- Porque solo los ángeles tienen los ojos de color dorado -respondió Lucas
- ¿Entonces...?
- Entonces no nos vale la pista. Un ángel no puede haberte amenazado. Además el que secuestró a mi madre tenía los ojos de color negro.
- Podría haber usado lentillas -sugirió Alice
- No creo...

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