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Enlazamé

domingo, 7 de agosto de 2011

Collegio D'Amore. Capítulo 16.

Capítulo 16


El secuestro [Parte 5]


    Cada vez quedaban menos. Cada vez cometian mas descuidos. Esto es lo que pensaba Paul. Solamente tenia que coger a unos cuantos más. Se los llevaría a su padre y terminaría con todo. Todo el mundo pensaba que él era frío, manipulador y una mala persona. Todo era un papel para agradar a su padre. Nada de esto hubiera pasado si su padre hubiera sido una persona normal. Paul suspiró. Alguien se estaba acercando a él por detrás. Se creería que lo estaba haciendo sigilosamente. Paul no se dio la vuelta. No era solamente uno. Eran dos. Chicos vaticinó Paul. Primero irían los chicos a por él. Eso le daría tiempo a las chicas para esconderse. Paul suspiró. Eso no era bueno para él. Los necesitaba encontrar a todos... y rápido. Paul miró su reloj de muñeca. Solamente tenía una hora más. Si no llamaba a su padre en ese plazo intervendrían ellos. Paul suspiró de nuevo y se dio al vuelta. Había acertado. Eran dos chicos. Éstos se quedaron petrificados al verle. Uno de ellos dijo algo parecido a "Fran vete de aqui". El otro le respondió "No me iré sin ti Jace". Jace era un chico joven. Como todos los demás. Era moreno de ojos negros. Tenía pinta de chulo, pero las apariencias podían engañar. Fran era algo más mayor que Jace. Tendría unos veintidos años. Era moreno y tenía mechas rubias. Sus ojos eran de color azul. Llevaba una barba de varios días. Tenía pinta de modelo. Sus ojos reflejaban la furia que sentía. Paul suspiró de nuevo y les disparó. Cayeron dócilmente al suelo. Entonces escuchó unos pasos rápidos tras él. Se dio la vuelta. Siete chicos corrían hacia él rápidamente. Todos llevaban cuchillos en sus manos. Parecía que los otros dos eran los cebos. Paul les apuntó y les disparó rápidamente. Eso no impidió que todos tiraran los cuchillos contra él. Paul esquivó seis de ellos ágilemente, pero el séptimo se le clavó justo en su estómago. Agarrandose su estómago, Paul se acercó a los chicos. Les conocía a todos. Había visto sus fichas antes de entrar en el WhiteSoul. Eran Leo, Luca, Max, Samuel, Sirius, Scott y Miguel. Leo era moreno. Sus ojos eran de color negro. Estaba algo musculado. Luca era moreno también, pero sus ojos eran de color verde. Llevaba barba de varios días y, al igual que Leo, también estaba algo musculado. Max era moreno. Sus ojos eran de color azul. Estaba algo menos musculado que los demás. Samuel parecía el mayor de todos. Su pelo era de color castaño. Tenía los ojos marrones y estaba más musculado que Leo y Luca. Scott era moreno. Sus ojos eran de color marrón. Estaba musculado también. De él tenía algo más de información. Era miembro de una tribu indígena. Una de las tribus originales que vivían en Estados Unidos antes de que llegaran los británicos. Su padre era el jefe de la tribu en ese momento. Su madre era un rica mujer de negocios que se enamoró de él. Sirius tenía el pelo de color castaño, casi rubio. Sus ojos eran de color azul. Tenía una piel muy blanquecina. Parecía que era albino, como su madre. Su padre era un estudiante español que fue con una beca Eramus a Polonia. Allí conoció a la madre de él. Era una informática. Justo empezaron una empresa y de pronto  se vieron con sus cuentas bancarias llenas de dinero. Miguel era el hermano de Scott. También era moreno. Sus ojos eran de color marrón. Estaba tan musculado como su hermano. Él tendría unos meses menos que su hermano. Si no se equivocaba solo le quedaban cinco. Esdorzándose consiguió llegar hasta la puerta principal. La iba a abrir para pedir ayuda. Entonces se desplomó. Perdió el conocimiento. Escuchó, antes de caer en la inconsciencia, los pasos de varios pares de tacones...

    - ¿Hicimos bien Marta? -dijo una chica- ¿No deberiamos haberle dejado morir?
    - Solamente le pusimos unas vendas, Jessi. Si se tiene que morir se morirá ¿vale?
    - A mi me parece mono -dijo otra voz- Si sí, muy mono
    - ¿Qué te has fumado Nati? -le preguntó Jessi- ¡Nos quiere matar!
    - Pues a mi me parece que solamente es un peón y que le tienen amenazado -respondió ella- Además lo de que es mono es inegable ¿vale?
    - La verdad que tiene su puntito y, además todos tienen pulso. Solamente era un sedante -dijo otra voz-
    - Vicky, tiene una pistola -respondió Marta- ¿Tú que piensas Úrsula?
    - Yo creo que es un peón y que la pistola solamente tiene sedantes. Creo que deberiamos dejar que nos capturen. A nosotros no nos quieren matar, pero si él falla le matarán seguro
    - Estoy de acuerdo -dijo Natasha- Pedirán seguramente un rescate por nosotros. Recordad que todos nuestros padres son ricos
    - Podría ser -respondió Jessi- pero...

    Paul gemió y se intentó incorporar. Alguien se lo impidió. Esa chica era Natasha. Era rubia. Sus ojos eran de color negro, pero aún así eran cálidos. Sonreía. Había varias chicas más en la habitación. Jessi era rubia. Sus ojos eran de color marrón y era muy guapa, aunque parecía algo mayor que los demás. Marta tenía el pelo castaño. Sus ojos eran de color marrón. Tenía cara de que era atrevida. Ella no sonreía. Además sus ojos transmitían frialdad Úrsula era una chica morena de ojos azules. Muy guapa también. Ella si sonreía. Vicky era morena también. Sus ojos eran de color marrón. Ella no sonreía, pero parecía algo alegra. Por lo menos mucho más alegra que Marta. Natasha le paso su pistola. Algo aturdido, Paul la miró.

    - Nos dejaremos coger. A nosotros no nos mataran
    - Me resultaría más cómodo hacerlo abajo
    - Claro, casi no te puedes mover.

    Entre todas, excepto Marta, le ayudaron a levantarse. Fueron poco a poco hacia el vestíbulo. Parecían algo cohibidas al verles a todos tirados en el suelo. Natasha miró a Paul cuando bajaron las escaleras. Paul suspiró y le disparó. Marta la posó suavemente en el suelo. Paul disparó a Marta. No se haría daño al caer, pues estaba de rodillas en el suelo. Úrsula y Vicky entrelazaron sus manos. Ambas cerraron los ojos. Parecía que les había dado un subidón de adrenalina. Sonriendo, disparó a ambas casi a la vez. Por fin había terminado. Cojeando y agarrándose el estómago fue hacia la puerta principal. La abrió. Allí fuera estaba ellos. Los hermanos Lovewolfs. Se llamaban Ian y Tyler. Ian tenía el pelo de color negro. Sus ojos eran de color azul. Llevaba una barba de varios días. Tyler tenía el pelo de color castaño, casi rubio. Sus ojos, al igual que los de su hermano, eran azules. Él estaba bien afeitado. Ambos parecían sorprendidos de ver a Paul con vida. Fruncieron el ceño a la vez.

    - Están todos hay dentro. El sedante se les acabarán dentro de unas cinco horas

    Dicho esto, Paul se desplomó en el suelo... 

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