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Enlazamé

jueves, 8 de diciembre de 2011

Collegio D'Amore. Capítulo 21.

Capítulo 21


El despertar [Parte 4]



Un chico de tez pálida buscaba a su novia por la sala. Sus ojos de color azul, tan intensos como el zafiro, la buscaban por toda la sala. No la encontraba. Corría de una lado a otro. Preguntaba a las parejas que se estaban formando si la habían visto. Nada. No la encontraba. Seguramente estaría con Amelia. Iba a ir a preguntarle, cuando vio que estaba cogida de la mano de Max. Seguramente no la había visto. Entonces, alguien saltó sobre su espalda y le tapó los ojos.

- ¿Quién soy? -preguntó una voz aguda
- Te estaba buscando -respondió Sirius
- He ido detrás de ti tooooodo el tiempo -dijo ella riéndose- Fue divertido
- Me lo imagino
- Bueno... ¿vas a decir quién soy o no?
- ¿De verdad hace falta?
- Sí
- Natasha
- ¡No me llames así! -respondió ella dándole un golpe en el hombro cuando se bajo de su espalda- Me llamo Natha
- Será lo mismo... -murmuró él. Natasha alzó una ceja- Vale, vale, Natha
- Así está mucho mejor

Sirius la abrazó y le dio un leve beso en la comisura de los labios. Natha sonrió y le dio uno en su oreja izquierda. Mientras, Sirius le susurró algo a Natha. Le dijo que todo el mundo les estaba mirando. La respuesta de Natha fue "Pues que miren". Entonces se lanzó hacia la boca de Sirius. La besó mientras la gente que miraba, sorprendida, miraba hacia otro lado para disimular. A Sirius le entraron unas ganas de reír inaguantables, lo que hizo que parara el beso. Natha sonrió al darse cuenta y se colgó del cuello de Sirius.

Dos de los mirones se miraban entre ellos. Se habían sorprendido mirándose el uno al otro. Ambos sonrieron tímidamente y se acercaron. El chico moreno de ojos azules se sentó en el suelo, como ya había hecho la mayoría de la gente. La chica rubia le imitó. Se sentó junto a él y apoyó la cabeza en su hombro. Cesc acarició el pelo de Cris cuando esto sucedió. Cris miró hacia arriba y alzó un poco la cabeza. Cesc bajó un poco la suya y besó a Cris. Hacía tiempo que deseaban hacerlo en público. Nadie sabía que ellos habían estado saliendo, pero a nadie le importaría ahora. Parecía que los sentimientos se magnificaban en aquella sala y solo iba a ser cuestión de tiempo que todos le dijeran a su amado o amada lo que sentían. Seguramente esto pasaba porque la gente no quería morir con un secreto que podía desvelar abiertamente. Cris sonriendo terminó el beso. Se subió sobre Cesc y le besó de nuevo. A su alrededor, la gente hacía lo mismo. Sin tapujos. Algunos hablaban sobre lo que les pasaría. Algunos de ellos, los optimistas, decían que saldrían de allí rápidamente. Todo el mundo pensaba eso hasta que Damon, que no se había separado del cuerpo de Emma, dijo que todos podían acabar como ella. Que no se hicieran falsas ilusiones. Eso llenó de pesimismo la sala...

Mientras, varias parejas más se había formado en la sala. Por ejemplo la de un chico llamado Ángel. Él buscó cuando todos estaban dormidos donde estaba su amada y la besó para despertarla, como si fuera el príncipe de la Bella Durmiente. Esto no se supo hasta que ellos lo hicieron público mientras celebraban una reunión con sus amigos. Parecían realmente enamorados. Otras parejas se habían roto, como la de Samuel y Vicky. Era una pareja de las secretas del WhiteSoul. Solamente se rompió porque Samuel le dio un abrazo a Jessi. Vicky se puso a gritarle como una loca. Mientras gritaba desveló que estaba liada con Dan, uno de los mejores amigos de Samuel. Éste traicionado fue con Jessi y entre una cosa y otro se liaron. Dan, muy avergonzado, y Vicky hicieron pública la relación también. Entre una cosa y otra, los chicos se olvidaron de Miguel y Marta. Estos estaban intentando abrir la puerta que les mantenía cautivos. Era la pareja más guerrera del WhiteSoul. Todos sabían de su relación desde hacía años, pero nadie intentó confirmar si era verdadera o falsa. Intentaron abrir la puerta de todas las maneras. La golpearon, se lanzaron contra ella, intentaron hacer palanca con una barra de hierro que habían encontrado por el suelo de aquella extraña sala... Nada funcionó. Sin embargo, siguieron intentándolo. Mientras lo hacían, oyeron un ruido. Pisadas. Cada vez estaban más y más cerca... Alertaron a todos. Los chicos, asustados, corrieron a refugiarse al otro lado de la sala. Abrieron la puerta lentamente. Entraron cuatro "hombres de negro".

- Irene -susurró uno al verla
- ¿Qué? -dijo ella acercándose- La verdad se descubre con el tiempo ¿no?
- Lo siento -susurró Paul- No fue culpa mía...
- No le des más explicaciones -dijo su padre- Solamente es una mujer. Como ella hay miles.
- Como ella no hay ninguna -le respondió Paul- Si tu no te hubieras arruinado por culpa del juego no les hubiera pasado nada. Irene no habría descubierto nada y aún seríamos felices...
- ¡Cómo te atreves! -respondió su padre. Alzó la mano para darle un golpe a su hijo
- ¡Ni se te ocurra! -dijo otro de los hombres de negro apuntando a la sien de Dean. Era Alex- Elizabeth no lo permitiría.
- Elizabeth está muerta -susurró Ian mientras reía- Al igual que mi hermano. Fue necesario matarles. Lo ordené yo mismo
- ¿Qué? -dijo Dean- Me apuñalé para que no sospecharan de mí...
- Nadie debería haberte encontrado. Deberías haber muerto. Ahora ven pequeña. Una bala de esta pistola lleva tu nombre impreso -le dijo a Irene

Antes de que pudieran hacer algo, Ian disparó. Una risa cruel, maléfica se oyó entonces.
Salió de su boca. Irene, petrificada, no sabía que hacer. Sus compañeros del WhiteSoul gritaron. Algunos cerraron los ojos para no ver nada. Alguien, que estaba junto a Paul, se movió. Eso no era lo que quería que le pasara. Se colocó frente a la trayectoria de la bala. No iba a permitir que mataran a Irene. Paul estaba enamorado de ella... La bala impactó contra el pecho de Dean. Después de todo quería a su hijo. Esa fue la mejor manera de demostrárselo. Alexander, que estaba junto a Ian, se tiró sobre Ian y empezó a darle golpes. Ian sorprendido de tal insolencia, ni siquiera se defendió. El cuerpo de Dean cayó con un golpe sordo al suelo. Mientras caía rozó a Irene, quien perdió el equilibrio y también cayó al suelo...

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